Fotos de pesadilla del archivo de Roger Ballen

Después de 50 prolíficos años produciendo brillantes fotografías en blanco y negro, Roger Ballen está listo para ocupar su puesto como maestro de la cámara.

Los últimos años han traído cambios importantes para el artista estadounidense residente en Sudáfrica. Para empezar, el Museo Zeitz de Arte Africano Contemporáneo, en Ciudad del Cabo, le ha dedicado un ala completa, después de que la Roger Ballen Foundation le hiciera el mayor donativo que ha recibido hasta el momento. Asimismo, el artista ha pasado de dirigir los vídeos musicales de Die Antwoort a crear sus propios cortometrajes. Su nuevo monográfico, Ballenesque, es una declaración de intenciones y su forma de anunciar al mundo su estatus de icono de la fotografía.

Videos by VICE


MIRA: Visitamos Konvent, la capital del arte alternativo en Barcelona


“He creado un estilo que denomino ballenesco. Hace dos o tres años no podría haber dicho esto”, me explicó Ballen. “He creado una realidad que refleja mi forma de expresarme a través de la fotografía. No se me ocurría mejor manera de definir este libro. A los interesados en el arte y la fotografía, estas imágenes les transportarán a un espacio de sus mentes que supondrá todo un desafío”.

Os traemos en exclusiva el corto Ballenesque, creado por Ballen como presentación de su nuevo libro y de su trayectoria.

Ballenesque arranca con un ensayo del historiador y crítico cultural Robert J.C. Young. En él, Young describe la hipnotizante y “rápidamente reconocible” calidad de las imágenes de Ballen, a las que se refiere con términos como “retratos prensiles”, “ensamblajes aleatorios”, paredes sin ventanas” y “oscuras coyunturas de disyunción”. Al establecer los pilares que conforman el estilo de Ballen, Young escribe: “Nosotros aislamos cuatro; usted, el espectador de la fotografía, puede añadir un quinto para completar el secreto”.

El resto del libro constituye una visita guiada por la obra de Ballen, complementada con 50 páginas de anécdotas, notas autobiográficas, reflexiones sobre técnicas y filosofía escritas por el propio artista. Todo comienza con una serie de borrosos retratos de familia que Ballen hizo con una cámara Mamiya que compró cuando tenía 13 años. El fotógrafo comparte una foto que le gusta especialmente: la imagen de un gato muerto en la cuneta de una carretera.

Roger Ballen fotos dead cat
Gato muerto, Nueva York, 1970

Con el tiempo, acabó convirtiéndose en documentalista de la contracultura de las décadas de 1960 y 1970, desde los rostros de los manifestantes contra la Guerra de Vietnam hasta los cuerpos desnudos de los asistentes a Woodstock. Muchas de las fotos de este periodo se muestran por primera vez en las páginas de Ballenesque. A partir de 1979, Ballen empieza a viajar por el mundo e inicia una serie de retratos de niños, desde Nueva York a Indonesia, que luego recopilaría bajo el título de Boyhood.

Roger Ballen boyhood
Niño de la rana, EE. UU., 1977
Roger Ballen march of death washington
Marcha de la muerte en Washington, 1969
Roger Ballen woodstock 1969
Woodstock, 1969

Tras mudarse a Sudáfrica, Ballen se obsesionó con el tema del coste en vidas humanas del apartheid. Viajó en calidad de geólogo por las zonas más depauperadas del país, aunque también como fotógrafo, retratando las gentes y los lugares que visitaba. Recogió estás imágenes en las dos series que le darían la fama: Platteland y Outland.

Roger Ballen cachorrito entre pies
Cachorrito entre pies, 1999

El nuevo monográfico muestra también por primera vez las pinturas que hizo Ballen durante la década de 1970 y que reflejan la fotografía abstracta de Asylum of the Birds y The Theater of Apparitions. “Fue muy interesante incluir las pinturas en el libro”, afirmó Ballen. Muchas de ellas se perdieron cuando su padre hizo limpieza en su casa de la infancia, pero las que pudieron salvarse se han documentando en Ballenesque. “No he vuelto a pintar desde hace 30 años, pero en cierto modo esas pinturas sentaron las bases de toda mi obra”.

Llegados al final del texto, la obra de Ballen parece existir, al igual que una de sus pinturas, en gran medida en su propia mente. “A partir de 2002 prácticamente dejan de verse rostros humanos en las fotos”, señaló Ballen. Su proyecto actual, del que se da un avance en las últimas páginas del libro, leva por título Ah Rats. Ahora, los parásitos que durante años han infestado los márgenes de su obra ocupan el centro de la misma. En enero, Ballen se encargó de la dirección artística del vídeo de Die Antwoort “Tommy Can’t Sleep”, donde las protagonistas son las ratas que pueblan su cerebro.

Ballen sigue dedicando cinco horas al día a recorrer las calles de Johannesburgo en busca de localizaciones para sus fotografías. El resto del tiempo lo pasa con su familia, administrando la Roger Ballen Foundation y cuidando de sus más de 100 mascotas. “Tengo ratas, serpientes, pollos, patos, lagartos, conejos, arañas, palomas, cuervos y ratones”, enumera. Cerca del 10 por ciento de sus animales tienen nombre, como Ícaro, el pájaro, o la rata Stoffel.

Roger Ballen cinco manos
Cinco manos, 2006

El hogar de Ícaro, Stoffel y Ballen, en Johannesburgo, queda muy lejos de la agitada escena política estadounidense, pero Ballen tiene unos consejos para aquellos jóvenes artistas que intentan destacar en una era de la fotografía que Ballen describe como “amorfa” en comparación con cuando él se curtió en este arte.

“Gran parte de nuestra capacidad de decir algo de valor sobre el mundo viene definida por tu experiencia física”, señala Ballen. “Involúcrate en cosas que tengan un impacto real sobre ti. La gente se limita a apretar el disparador una y otra vez. No les cuesta nada, no tienen que correr ningún riesgo. Pero si realmente quieres contar algo que tenga valor, deben llegar al límite”.

Roger Ballen tommy samson y una máscara
Tommy Samson y una máscara, 2000

Bellen enseguida puntualiza que con esto no quiere decir que los fotógrafos deban poner en peligro su integridad física “saltando la verja de la Casa Blanca” para obtener la instantánea más exclusiva. “Después de años y años, horas y horas, empiezas a desarrollar un enfoque. Mis fotos son potentes porque llegan al subconsciente. Cuando hablo de llegar al límite, puedo referirme al psicológico y también al físico”. En el caso de Ballen, esto se tradujo en años observando lugares y gentes que el resto del mundo suele ignorar. La consecuencia: las fotos de marginados de Ballen contribuyen a que el resto de nosotros no desviemos la vista hacia otro lado.

Roger Ballen mirada
Mirada, 2008
Roger Ballen mimetismo
Mimetismo, 2005
Roger Ballen devorar
Devorar, 2013

“Ballenesque” saldrá a la venta el 10 de octubre por Thames & Hudson.