Hace unos años, en un restaurante, la conversación durante la cena se volcó hacia las vaginas. Shannon instruyó a su viejo amigo y colaborador Keith en su falta de conocimiento sobre vulvas. Después de que Keith se enredara en teorías estúpidas sobre lo que era y no una vagina, Shannon hizo a un lado la canastica de panes y le dijo, “si sabes tanto de vaginas, ¿por qué no dibujas una?”. Y así lo hizo. Y apestaba. Entonces su novio dibujó otra, en cierto modo más bonita, pero también más imprecisa. Todos los que estaban en la mesa quedaron fascinados con los dibujos.
Unos meses después, montamos un “Stand de Colección de Vaginas” en uno de los lugares más gays de San Francisco. Queríamos recolectar tantas interpretaciones del término vagina como pudiéramos, de todo el que se identificara como hombre gay. Atrajimos la atención con un cartel enorme y rosado que decía “Dibuja vaginas aquí”, izado en lo alto de un tubo de PVC. Sí, no faltaron las burlas negativas del tipo, “eeewww chicas, me asustan esas cosas sucias”, pero otros tantos chicos gays amaron lo que estábamos haciendo y se entusiasmaron revolcando nuestra caja de crayones y marcadores.
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Creemos que los dibujos resultantes forman un compendio que va desde lo misógino hasta lo festivo, y en el medio una mezcla de bizarras, hermosas y enigmáticas vaginas. Queremos más vaginas, estamos intentando que el famoso columnista americano de consejos sexuales, Dan Savage, dibuje una. Quizá el actor Neil Patrick Harris, el bloguero Perez Hilton, el director de Pink Flamingos John Waters o George Takei (sí, el señor Hiraku Sulu de Star Trek) estén interesados.
Aquí abajo hay algunas con apreciaciones de los artistas y arriba hay otras más.
James M
Dibujé mi vagina con una mujer de color en mente, específicamente Janet Jackson. Como hombre gay, ella es mi ídolo adolescente y la estaba escuchando esta mañana. Así que pueden decir que tenía la vagina de Janet en mente. Estaba un poco apurado cuando la dibujé, quería que la vagina exudara creatividad, de ahí las notas musicales y los labios púrpura, para lograr que destaquen del jardín diverso de labios rosa. Obviamente la vagina en sí misma está un poco agrandada, un tanto caricaturesca, pero teniendo en cuenta el motivo del libro, es lógico que esta vagina se robe el show.
Gregory S.
Mi vagina (titulada “Aléjate, por favor) es lo que considero una representación realista y sincera de una bestia completamente desarrollada y evolucionada. Me las arreglé para capturar la rabia, la profundidad, la textura, el color, y lo más importante, la vellosidad de esta criatura espectacular. Creo que con este dibujo he elevado la vagina femenina a un nivel más alto, que permite a los hombres gays conectarse con ella, apreciarla, y sobre todo, comprender que deben explorarla con precaución porque es un espécimen que poco se conoce entre la comunidad de chicos homosexuales.
Larry Collins
Mi musa vaginal es Hillary Clinton. Claramente esta es una vagina de mierda. Lleva una falda poderosa y morada con botones de oro. Su núcleo es el amor por Estados Unidos, pero la vagina en sí no está dominada por la bandera. De hecho, es como si en cualquier momento la vagina fuera a tragarse la bandera, y por extensión a Estados Unidos. Has con eso lo que quieras, pero yo diría que tras la demanda de energía y patriotismo, hay algo más complejo de lo que parece. La luz que emana tras ella fue inspirada por la Virgen de Guadalupe. No creo que Hillary sea una heroína compasiva, pero definitivamente es icónica.
Cosgrove Norstadt
Una vagina sonriente y amigable es más acogedora que la bestia peluda gruñendo que imagino. Pero no porque el diablo se disfrace tras una sonrisa voy a cruzar por esa puerta.
Pixelstud
Una noche lluviosa de Acción de Gracias, un balcón cubierto, un bar gay suburbano, un remix de “No llores por mí Argentina” en medio de una conversación entre desconocidos. Surgió el tema de los piercings mezclado con el de la necesidad de liberarse de la fiebre de cabaña (producido por un fin de semana familiar), y una entusiasmada lesbiana que necesitaba compartir dónde estaba su piercing (bajo su falda). Escuché la palabra “vagina”. Lo que vi fue una cresta de gallo, un par de carnosidades colgando entre sus piernas. Esos pedacitos rojos bajo el cuello de un pavo son como la piel de una vagina.
Peter Max Lawrence
Leí artículos y vi diagramas de clítoris para un contexto histórico. Luego consulté a unos cuantos amigos queer/trans consternados por sus sentimientos hacia las vaginas, similitudes y diferencias entre el clítoris y el pene. Hice cerca de 30 ilustraciones explorando la idea y me decidí por esta versión. Me pareció fascinante y digno de procesar a través de mi deseo real.
Jonathan Leach
Siendo un amante de los gatos, comencé a dibujar gatos entre colinas y recordé lo que se me había pedido. Entonces tomé mi celular y eché un vistazo, ¡lo vi todo! Vi que los gatos y las vaginas son muy esponjosos y en inglés ambos son pussies. Y funcionó.
Austin London
La vida para mí es como una flor: dulce, frágil y fértil. Mi dibujo representa el vientre del mundo, fértil, joven y listo para esparcir amor a la vida. Eso es lo que representa una vagina para mi mente.
David Ramsay
Mi inspiración para mi vagina fue Shirley MacLaine en All That Jazz. Debí sentir mucho esa canción aquel día en Dolores Park cuando la dibujé. Me la imaginé dándole la bienvenida a sus visitantes con su vagina jazz de brazos abiertos. Su cabello es el pubis, su puntiaguda nariz el clítoris y el labial rojo cubre la abertura vaginal. ¿Quién no quisiera una vagina que canta jazz?
Gent Lee Ryder
Mi dibujo es de colores brillantes porque quería que fuera diferente de las otras creaciones que vi, en su mayoría en tono sepia. Cuando la terminé pensé, hmm, se ve muy similar a la Virgen de Guadalupe. Así que decidí que necesitaba una compañía. Y como las vaginas son usualmente adoradas, pensé que un buen Jesús podía llamar la atención.
Y como bonus track de VICE Colombia, les dejamos esta hermosa obra de arte realizada por uno de los de nuestro equipo (y del otro equipo también).
Julito Submarine
Dibujé mi vagina a pesar del riesgo inminente del psicoanálisis posterior de los editores (ojalá no me valga el puesto). Es una criatura extraña, ciertamente, mezcla entre muñeca rusa y fogata (???). No recuerdo haber estado tan cerca a un coño desde mi nacimiento, así que no me quedó otra que recurrir a los imaginarios que me han creado distintas mujeres a través de la vida, todas tan presumidas con sus maquinitas de hacer orgasmos. Sobre todo tuve en mente a Eve Ensler y sus monólogos de la vagina (pillen este video, el clímax llega en el minuto 3:00).