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El funeral por dos de las 49 víctimas de la masacre de Orlando se llevó a cabo en medio de protestantes homófobos y un conductor impaciente que rompió la procesión, hiriendo a dos asistentes.
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Los cuatro protestantes anti-gay fueron por parte de la homófoba iglesia Westboro Baptist, en Kansas. Llevaron carteles con frases en contra de los homosexuales afuera de la catedral de San Lucas, donde tuvo lugar el funeral de Christopher Leinonen, uno de los muertos en el ataque al club Pulse en Orlando.
La policía formó una línea entre los manifestantes de Westboro y los cientos que personas que asistieron al funeral, incluyendo miembros de la comunidad LGBT, clérigos, ciclistas y vecinos.
La multitud celebró cuando miembros del Teatro Shakespeare de Orlando aparecieron con enromes “alas de ángel” para bloquear a los protestantes de Westboro.
Las alas, que medían dos metros de ancho y tres de alto sobre sus hombros, estaban hechas de tela y tubos de plástico. Reuters reportó que las alas aparecieron por primera vez en 1998 en el funeral de Matthew Sheppard, un estudiante gay que fue brutalmente asesinado en Wyoming.
Los cientos de manifestantes cantaron “Amazing Grace” como respuesta al grupo de Westboro.
Westboro Baptist Church protests #orlando funeral but blocked by hundreds of protesters singing amazing Grace pic.twitter.com/QsgdCqopk6
— John Mees (@JohnnyMees) June 18, 2016
Durante la procesión para el funeral de Juan Carlos Mendez in Kissimee, a unos 32 kilómetros al sur de Orlando, un conductor se impacientó y lanzó el auto contra la multitud, lastimando a dos asistentes en motocicleta.
El tiroteo, que ocurrió hace una semana, dejó 49 muertos y un numero mayor de heridos. El sábado por la tarde en Berlín, miles asistieron a la concentración para encender velas como muestra de solidaridad con las víctimas del ataque, sus familias y la extensa comunidad LGBT. La puerta de Brandenburgo fue iluminada con los colores del arcoiris.
La fiscal general de los Estados Unidos, Loretta Lynch, condenó el tiroteo masivo de la semana pasada como “un acto de terror y un acto de odio”, haciendo eco de las palabras que dijeron el presidente Barack Obama y otros, reconociendo de este modo que cuando el hombre armado atacó el club gay, estaba atacando a toda la comunidad LGBT.
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