Uli Horner, nacido en Alemania, extiende crema y mermelada sobre su bísquet, que está partido casi perfectamente a la mitad, con máxima precisión. Las capas están parejas, y cubren cada milímetro cuadrado del panecillo. Toma un sorbo de un vaso de Coca-Cola clásica, come algo, y deja que su modestia se despliegue con una sinceridad entrañable.
“Sé que hay gente por ahí que ha llegado al marcador máximo del juego, con 999.999 puntos. La gente afirma haberlo hecho, y yo les creo. Pero tal vez pausaron, y simplemente no se molestaron en grabarse a sí mismos. Tienes que filmar tu esfuerzo para hacer valer cualquier récord. Así que en realidad no me siento el mejor del mundo, y sin duda hay al menos dos personas que podrían superar mi récord. Pueden aprovechar las cosas rápidamente”.
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El juego favorito de Horner, el juego por el cual obtuvo un récord mundial oficial, es Tetris, específicamente el Tetris para Game Boy de 1989, la única versión del juego que realmente significó algo para los europeos. Las 441 líneas y los 748,757 puntos de Horner lo colocan en la cima de la tabla global de posiciones Twin Galaxies. (Twin Galaxies, fundada en 1981, es la organización que monitorea estos logros.) En sexto lugar, con 507,110 puntos está el cofundador de Apple, Steve Wozniak. El segundo lugar, el artista neoyorquino Rutherford Chang, está a más de 130,000 puntos detrás de Horner. Sin embargo, sentado en un pequeño café de Londres, a pocos pasos de su lugar de trabajo y la oficina de VICE, el número uno a nivel mundial sostiene que no es absolutamente el mejor jugador que existe.
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“En Estados Unidos, la versión de NES es la importante. En realidad, nadie juega la de Game Boy, así que me beneficia no tener tanta competencia. Y nunca le diría a alguien que juega otra versión de Tetris que soy mejor que él. En línea está Tetris Friends, y lo juego con un buen teclado mecánico. Soy bueno en ese juego. Pero si quieres ver algo sorprendente, mira a algunos japoneses que juegan la versión arcade de Tetris. Esa es la versión indicada, hecha por Arika. Busquen en YouTube la siglas TGM, Tetris: The Grand Master, y se sorprenderán. Va más allá de lo que un ser humano es capaz de hacer. Mi habilidad no se acerca ni remotamente a la suya”.
Un anuncio para el Game Boy, y ‘Tetris’, de 1989.
Por sorprendente que pueda ser la habilidad de algunos jugadores, con sus dedos presionando los botones a una híper-velocidad en comparación con la versión más lenta de Game Boy, existe un rasgo único en esta versión portátil que hace que sea la más difícil de perfeccionar.
“El Tetris de Game Boy es horrible en cierto modo”, relata Uli, “ya que te tocan piezas verdaderamente al azar. Es aleatorio de verdad, siempre tienes una posibilidad de entre siete opciones, por lo que siempre puedes terminar con combinaciones horribles que sólo harán que pierdas. Las otras versiones de Tetris tienen algo que puedes leer; al parecer, es más fácil que uno consiga jugar consistentemente bien en las otras versiones. Así que incluso yo podría estropear un juego en el Tetris de Game Boy, lo cual es muy frustrante, porque no hay una curva de aprendizaje, y tienes que jugar mil veces para conseguir algunos buenos juegos. En algunas de las otras versiones puedes utilizar tácticas que siempre van a funcionar”.
“Leí que alguien consiguió 400,000 puntos, y era el récord europeo. Yo podía llegar hasta 500,000 puntos en ese momento. Así fue como descubrí que era bueno”.
Al igual que muchos de nosotros que nos gustaban los videojuegos a principios de la década de 1990, Uli deseaba un Game Boy, pero para alguien que estaba en sus últimos años de adolescencia, se sentía un poco avergonzado de que lo vieran con este dispositivo portátil de Nintendo. “Podía ser visto como un juguete para niños”, explica. “Pero me compré uno, y no se lo dije a nadie, cuando estaba terminando la escuela, durante mi último año. Pasé ese año jugando en el Game Boy. Durante 1993, sólo jugué Tetris. Probablemente compré 100 juegos para el Game Boy a lo largo de los años, pero estoy seguro de que no toqué el 80% de ellos, ni siquiera una vez, debido a que Tetris es simplemente mejor, en verdad me gusta mucho.
“Lo había jugado mucho, y sentía que me había vuelto muy bueno”, continúa. “Y por alguna razón, nuestro periódico local, en un lugar al sur de Stuttgart, en Reutlingen, publicó un artículo un día que no había noticias, acerca de un tipo que había roto uno de los récords de Tetris, y que había llegado a las oficinas del periódico cuando su batería se estaba agotando. Al final consiguió 400,000 puntos, y ese era el récord europeo. Yo podía llegar hasta 500,000 puntos en ese momento, así fue como descubrí que era bueno”.
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Hoy en día, los mejores jugadores pueden obtener recompensas increíbles por su destreza con un mouse y un teclado; el ascenso de los deportes electrónicos no muestra signos de estancarse por el momento. Uli ya había tratado con los juegos competitivos desde la perspectiva de un espectador, ya que solía ver partidas de StarCraft, y agregó “Era muy entretenido con las personas adecuadas tras los controles. Muchas veces se trataba más sobre ellos y sus personalidades, que sobre los propios juegos”. Uli está totalmente de acuerdo con que los jugadores jóvenes tomen ventaja de sus habilidades mientras puedan; “si alguien es lo suficientemente bueno para jugar videojuegos durante cinco años para que luego tal vez no tenga que trabajar demasiado por el resto de su vida, ¿por qué no?”, pero este tipo de beneficios no aplican para un destacado jugador de Tetris.
“Siempre hubo rumores en la década de 1990 de que había un torneo mágico en Japón, en el que ganabas un Game Boy y todos los juegos publicados para la consola portátil. Pero por supuesto eso no fue cierto.
“Acabo de comprarme una GoPro. Antes usaba cinta adhesiva para pegar mi iPhone a un florero para grabarme”.
“Cuando le dices a la gente que eres el mejor en un juego como este, asumen que debes beneficiarte de alguna manera. Pero no hay dinero en esto, y tienes que comprar estas cosas (el Game Boy), aunque son bastante baratas. Todavía debe haber algunos Game Boy sin utilizar en algún armario; tengo que esperar a que una madre limpie la antigua habitación de su hijo”. Entonces saca un modelo original de la bolsa: “Este era de un comerciante alemán especialista, que los clasifica de acuerdo con su calidad, y este es uno de los mejores. Me costó 80 libras [1,850 pesos], aunque antes los compraba por 5 libras [115 pesos]. Todavía tengo el Game Boy con el que rompí por primera vez un récord, pero ya no lo puedo usar.
“El gran desafío hoy en día”, continúa, “es encontrar un Game Boy que tenga los botones suficientemente buenos para batir un récord. Creo que este es reacondicionado, y los botones son bastante rígidos, pero para ser honesto, nunca encontré un Game Boy original que fuera lo suficientemente bueno; mi récord lo conseguí con un modelo Pocket. Los botones del primer Game Boy son, por mucho, los mejores, pero por lo general están desgastados hoy en día”.
Uli podrá ser el poseedor del récord mundial en Tetris, con una verificación del 100%, pero su mejor intento registrado está lejos de la mejor puntuación que ha obtenido.
“Conseguí 889,000 puntos en algún momento, que es el mejor resultado que he tenido nunca”, me explica. “Eso fue antes de grabar mis intentos para enviarlos a Twin Galaxies. Así que la puntuación de Twin Galaxies que conseguí en 2011 es el récord oficial, pero es más bajo que mi mejor puntuación. Grabarte mientras intentas batir el récord significa que no puedes hacer trampa. No puedes pausar ni tomar un descanso, tienes que obtener los puntos en un solo intento.
“Así que pones el juego en el nivel nueve desde el principio, ya que los puntos se otorgan de forma proporcional a la dificultad; entre mayor sea, más puntos recibes. Entonces llegas al nivel 20, y ese es el límite, con 200 líneas. Tan pronto haces 200 líneas, estás jugando el juego en su mayor dificultad. Y para ese momento, cualquier error te aniquila. En ese momento mi cerebro se concentra en la vista previa de la pieza; ya no soy consciente de lo que está sucediendo en la pantalla principal. Suena sofisticado, pero si juegas 10,000 juegos de Tetris, también serías capaz de hacerlo. Tengo un amigo a quien le enseñé rápidamente cómo llegar a 400,000 puntos. No es tan difícil, son sólo siete piezas que tienes que acomodar. Probablemente me podría sentar aquí y llegar a 500,000 mientras hablo contigo. Ese es mi promedio”.
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Uli no inició un juego mientras conversamos, aunque constantemente toma su Game Boy, y quita y pone la tapa de las baterías. “Siempre queda algo suelta”, observa. “No obstante, nunca he perdido una”. El deseo de hacerlo mejor, de superar su propia puntuación, le nace de vez en cuando, pero cuando Uli decide intentarlo, cuenta con un sistema al cual se apega.
“Por lo general, cuando estoy cambiando de trabajos me entra el impulso de intentarlo. Me tomo una semana libre, y dedico un poco de mi tiempo cada día a romper el récord. Es una hora o dos horas todos los días, no puedo hacerlo por más tiempo. Creo que la primera vez que rompí el récord empecé a jugar un sábado y conseguí el récord el domingo, pero después de eso fue un martes, y la siguiente vez un miércoles. Así que puede ser algo tardado. Ya no juego activamente cada día, dejé de jugar en el autobús, por si acaso llegaba a romper el récord ahí. Aunque la última vez que mi esposa y yo fuimos de vacaciones a Escocia durante una semana, me llevé un Game Boy y no lo usé ni una vez, era más agradable mirar por la ventana.
“Lo que me encanta es que siempre pierdes. El juego sólo termina cuando pierdes. Tu mejor resultado sólo es lo suficientemente bueno para que pierdas. ¿Qué tan genial es eso?”
“Pero voy a seguir intentando. Acabo de comprarme una GoPro. Antes usaba cinta adhesiva para pegar mi iPhone a un florero para grabarme. Mis récords siempre los he hecho de una manera que no es cómoda. No tener un puntuación de 999,999 me molesta, y lo voy a seguir intentando. Pero a veces también pienso: tengo el récord, mi nombre aparece en la edición de jugadores de videojuegos del libro de los Récords Guinness, y tal vez eso sea suficiente.
“Te voy a decir lo que realmente me encanta del juego: que siempre pierdes. El juego sólo se termina cuando pierdes. Tu mejor resultado sólo es lo suficientemente bueno para que pierdas. ¿Qué tan genial es eso? En otros juegos, dispararas contra todos y ganas. Nadie gana en Tetris, nunca”.
Dejamos el café y tomamos caminos separados. Nadie va a detener a Uli en la calle para pedirle un autógrafo, una foto, o incluso algunos consejos sobre cómo ser el mejor en la versión más popular de uno de los videojuegos más famosos del mundo. Pero él se aleja como un campeón indiscutible, un monarca de hábiles dedos de un reino monocromático. Y lo más probable es que su reinado dure algún tiempo todavía.
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Ilustración por Gavin Spence.