Su nombre es Jesús Márquez. Es mexicano y hace parte del consejo hispano de Donald Trump. Vive en Nevada, Estados Unidos, donde trabaja como analista político, estratega de divulgación para la población hispana y como locutor de Radio La Voz de Nevada.
Mientras una cachucha roja que decía “Make America Great Again” adornaba lo que parecía el estudio de su casa, me contó, con un español a veces entorpecido por un inglés invasivo, de por qué está cabalgando junto a Trump y de un sueño americano que de cierta forma puede mutar pero que no dejará de existir.
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Esto es lo que piensa un inmigrante republicano que cree que con Trump los latinos en Estados Unidos van a estar mejor.
VICE: Usted hace parte del grupo de consejeros hispanos de Trump. ¿Cómo llegó a ese cargo?
Jesús Márquez: Fui invitado por haber trabajado en la política de Nevada. También por hacerlo a nivel nacional con diferentes campañas. Me invitaron las personas que estaban encargadas de la relación entre Donald Trump y el RNC (Comité Nacional Republicano) que se encarga de las campañas para la presidencia a nivel nacional.
¿Qué le atrajo de esa campaña política?
Yo soy republicano y al principio era parte del Consejo Nacional hispano de Jeff Bush durante su campaña. Cuando él quedó fuera y Trump fue nominado, comparé y me di cuenta que él era mejor opción que Hillary Clinton. Ella había engañado a mucha gente con todo el tema de los correos, estuvo a favor de deportar a los inmigrantes con toda la crisis de los niños hispanos. Vi una doble cara y, aunque no estaba de acuerdo con muchas de las cosas que él hacía, me incliné por apoyarlo porque sentía que las consecuencias de una Presidencia con Clinton podrían ser peores.
Cuando me invitaron a ser parte del Consejo, les dije que me interesaba ver qué era. Fui para ver si era un Consejo de verdad, conformado por personas respetuosas y que si se fuera a tener en cuenta lo que ahí se decía. Nos reunimos en la Torre Trump con él y me di cuenta que coincidíamos en muchas cosas. Me agradó el hecho de que se mostró atento y estuvo tomando notas de las recomendaciones que le estábamos dando sobre los hispanos. Eso hizo que yo decidiera apoyarlo.
¿En qué coincidieron?
En lo que más coincido es que el Partido Demócrata, por décadas, ha dominado las comunidades, ciudades y estados donde hay más población hispana. Yo he estado luchando por una mejor calidad de vida para los hispanos, y desgraciadamente en las zonas más pobres es donde vive la gente como nosotros. Ahí hay malas escuelas, altos índices de criminalidad y creo que ya es hora de hacer algo diferente. Por más que sus comentarios fueran grotescos y ofensivos, tenía unas ideas para ayudarle a la economía de esas comunidades. Quiere invertir un trillón de dólares para invertir en infraestructura dedicada a las ‘inner cities’ -los centros donde suelen vivir los hispanos y los afroamericanos- las cuales son las más olvidadas.
Algo que yo siempre he querido hacer y que ahora se puede implementar es el ‘School Choice’ (Opciones escolares) que le permite a los padres escoger la escuela a donde pueden ir sus hijos. Por ejemplo, la educación en Nevada está dentro de las peores del país y el 50% de los niños son hispanos. En esas comunidades es importante que se haga un verdadero énfasis y que no sigamos con las promesas demócratas que no han hecho absolutamente nada. Por eso me involucré en la campaña de Trump y por eso sigo apoyándolo en su presidencia.
¿Y qué con la situación por la que están atravesando los inmigrantes?
La situación está así de encendida porque llegó un hombre como Donald Trump que no pertenece ni al establecimiento demócrata ni al republicano, que no es político, que no sabe hablar como un político y que tiene una retórica tosca y agresiva, pero que en dos semanas está haciendo lo que los presidentes no pueden hacer en un año. Se está moviendo muy rápido. Él no tiene pensado deportar a los once millones de migrantes que están acá. Eso es algo que los medios de comunicación aquí y en el resto del mundo han promulgado pero no es cierto. Solo quiere deportar a los que tienen un antecedente criminal. Eso sí, se va a enfocar en controlar la frontera porque ahí hay un problema. Pasan personas y drogas en ambas direcciones y controlar la frontera hace parte de la soberanía nacional de cualquier país. Ni siquiera debería haber un debate acerca de ello.
En la primer orden ejecutiva que tomó con respecto a migración fue para darle inicio a la construcción del muro y para cancelar las ciudades santuario. Pero no hizo un retroceso de la orden ejecutiva con respecto a los jóvenes nacionales dentro de DACA -orden ejecutiva que implantó Obama para que los jóvenes que hayan llegado al país porque sus padres los trajeron de niños y que ya crecieron, pudieran tener un estatus legal, estudiar y trabajar- que era de lo que más se temía de su campaña. Si en su primera orden no se enfocó en eso es porque no ha tenido, no tiene y no tendrá esa intención. Quiere asegurar la frontera y solo piensa deportar a los que estén acá para robar, asesinar o hacer parte de alguna pandilla.
¿Tiene familiares o gente cercana que esté en contra de Trump?
Sí, tengo algunos tíos y algunas tías que están en contra. Pero también tengo otros que están a favor. Ningún lado tiene la razón, pero desgraciadamente los medios, sobre todos los medios en español, siempre se inclinan hacia un lado. Si por lo menos las personas escuchan la otra versión ya se puede tomar una decisión más informada.
¿Y qué le dicen los que están a favor y qué los que están en contra?
Es que si te ponen un video de Trump diciendo “No queremos a los criminales de México” y solo ves lo malo qué dice, pues te vas a hacer una idea de él muy diferente. Siempre que me preguntan, “¿A usted como mexicano no le ofendió lo que dijo Trump? Bueno, sí, de repente no me gustó. Pero me ofende más que el expresidente Barack Obama y Hillary Clinton, que hacía parte de ese gabinete, deportaran a tres millones de personas durante sus ocho años de gobierno.
Donald Trump ha recibido muchas críticas por la prohibición para los siete países de mayoría musulmana. Pero solo es una moratoria de 90 días para poder implementar un sistema que pueda revisar bien a todas las personas que entran. El mismo director del FBI, que hacía parte de la administración de Obama, dijo que ahorita no existe ninguna manera clara ni eficaz de identificar si hay algún terrorista que venga a hacer algún daño acá.
Eso mismo lo hizo Obama durante su presidencia. De hecho, la lista de los siete países vino de la primera lista que hizo Barack Obama, solo que los medios de comunicación no lo comentaron. Y a eso me refiero cuando hay una doble cara cuando se trata de uno o se trata del otro. Tal vez es porque Obama nos habló bonito y Trump no.
De 1 a 10, ¿qué tan de acuerdo está con lo que está haciendo Trump en estos momentos?
Ocho o nueve. Todo país tiene derecho de controlar sus fronteras y de decidir quién entra. Como con tu casa. Me parece muy cómico que la izquierda de Estados Unidos esté diciendo que se le están violando los derechos constitucionales a las personas que no han podido entrar al país. La constitución de este país no dice en ningún lado que las personas de afuera tengan derecho a estar aquí. Es un permiso y un privilegio que se puede dar o quitar.
Yo estuve de acuerdo con la moratoria pero no estuve de acuerdo con algunos detalles de cómo lo manejaron. Lo hicieron de un día para otro y mucha gente quedó atrapada en el tránsito. Se debió haber planeado mejor y permitirle la entrada –así se les revisara extra- a las personas que ya venían en camino. Eso dio origen y pie para que la oposición se agarrara de ahí e hicieran un gran show.
¿Qué tan cierto es que el presidente de Estados Unidos no tiene tanto poder como la gente cree?
Bueno, en parte es cierto. Hay muchas cosas que el presidente no puede hacer. La Corte Suprema puede decidir que Donald Trump hizo algo inconstitucional y detenerlo. Tiene poder pero hay muchos controles para manejar eso.
¿Qué tal es Trump en persona?
Es muy diferente. Cuando lo conocí me pareció una persona atenta, respetuosa y que le interesaba escucharnos. Cuando estábamos saliendo de la primera junta que tuvimos en la Torre Trump, me topé con un hispano que trabaja con él. Le pregunté que cómo lo trataba y me dijo, “es el mejor jefe que he tenido desde que llegué a Estados Unidos. Llevo 20 años trabajando con él y es de lo mejor, me trata muy bien y yo de aquí no me voy. Él era el chofer de Trump antes de que se volviera presidente; lo llevaba para todos lados y obviamente se daba cuenta de cómo era con la gente, cómo hablaba y cómo se comportaba y su opinión tuvo mucho valor para mí.
El último estudio arrojado por el Pew Research, donde se dice que la entrada de inmigrantes por el sur del país ha disminuido y se ha estancado, me hace pensar, ¿para qué construir un muro tan costoso si cada vez menos gente intenta entrar por ahí?
Es cierto eso que dices. Ese estudio es verdad; sí está estancado el número de personas entrando por ahí y la misma cantidad de gente que entra es la misma cantidad que sale, pero el análisis no debe detenerse ahí. Eso está sucediendo es porque la economía del país está mal. Pero en cuanto la economía empiece a crecer a un 4% que es lo que Donald Trump ha prometido, el flujo va a volver. Por eso toca estar preparados con el muro.
También hay que recordar que la mitad de las personas que están acá como ilegales, no pasaron por esa frontera. Llegaron con visa de turista y se quedaron aquí. Por eso se va a implementar un sistema donde el visado tenga un reconocimiento facial para que cuando se acabe su permiso de turista y no regrese, se le vaya a buscar para deportarlo. Eso es algo que no se ha estado haciendo por años, entonces se va a intentar controlar de la mejor manera con el muro y el visado.
Mucha gente dice que con Obama se empeoraron las relaciones raciales. ¿Cómo proyecta las relaciones raciales bajo un gobierno divisivo como el de Trump?
Estoy de acuerdo con eso pero no por lo que se dice. La izquierda dice que se empeoraron las relaciones raciales con Obama porque él era un presidente negro, pero no es así. Se empeoró porque el presidente Obama fue el causante de que eso pasara. Fue el primer presidente negro y para que ganara, muchos blancos tuvieron que votar por él. Es más, la mayoría que votaron por él, fueron blancos. En todas partes hay gente racista pero aún así lo reeligieron, entonces se podría decir que no existe un racismo inconstitucional. Lo que pasó fue que Obama, en vez de servir como unificador sirvió como divisor. Siendo el primer presidente negro, tenía el poder y el simbolismo para unificar al país racialmente. Pero iba a donde los hispanos a decirles que los estaban maltratando, iba donde los afroamericanos a decirles que los estaban maltratando e iba a donde las mujeres a decirles lo mismo. Ese no es un lenguaje de unidad sino de división.
Ahora, con el lenguaje que está usando Trump, sí, puede que suene divisorio, pero si él cumple su promesa de invertir y mejorar las comunidades donde hay afroamericanos e hispanos, levanta la economía y la educación para esas personas, créanme que Donald Trump puede llegar a unificar más este país que Obama.
Es temprano para saberlo, pero con lo rápido que se está moviendo, ¿cree que es factible una reelección?
Seguramente va a querer reelegirse. Y te voy a decir una cosa, si él logra mejorar la economía, cambiar el sistema educativo y reformar el sistema de impuestos, aunque cierre las fronteras y haga lo que haga, él va a ser reelegido porque va a tener el apoyo. Todo va a depender de qué tanto mejore la economía. Si los hispanos ven que tienen mejores trabajos y pueden tener un mejor estilo de vida, no les va a interesar que el muro se cierre. A final de cuentas, si la economía está bien, todo lo demás está bien.
¿Y si no mejora la economía?
Todo se viene abajo. Si no lo logra, de seguro se le va a pasar factura.
¿Qué le cambiaría a Trump?
Tiene que esperar y procesar un poco más las cosas antes de decirlas. Me gustaría que fuera un poco más pasivo, más tranquilo y que tuviera más paciencia en público.
Puede que Estados Unidos esté perdiendo la imagen de ser un país incluyente y soñado. ¿Qué sigue para los latinos y los inmigrantes?
Estados Unidos va a continuar siendo el país que le despierta sueños a propios extraños. Una vez que se controle la frontera, Donald Trump ha dicho que se van a abrir las puertas para que la gente venga por la vía legal. Va a ser más fácil entrar legalmente al país. En este momento es al revés. Y eso se tiene que revertir. Al año este país recibe 1.2 millones de migrantes por la vía legal. Ningún otro país recibe tanta gente y la idea es que eso continúe siendo así.