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Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán debe regresar a la Corte el próximo lunes y el principal tema en la agenda será decidir quién podrá defender al fundador del violento Cártel de Sinaloa cuando su juicio comience en abril.
Por ahora, ‘El Chapo’ está, oficialmente, representado por defensores públicos, es decir, abogados nombrados por el tribunal para personas que no pueden pagar por su defensa. Eso significa que aunque el patrimonio neto del capo se ha estimado en más de 1.000 millones de dólares, los contribuyentes estadounidenses han estado pagando la factura por su defensa legal desde su extradición de México a Nueva York en enero pasado.
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Como VICE News informó a principios de esta semana, Guzmán recientemente contactó a Jeffrey Lichtman, un legendario abogado de defensa criminal de Nueva York que ayudó a mantener al supuesto jefe de la mafia, John Gotti Jr., fuera de la cárcel.
Pero Jeffrey Lichtman y un equipo de abogados de alta potencia quieren una garantía de que serán pagados antes de que formalmente asuman el caso. Y el problema no es que ‘El Chapo’ se niegue a cubrir sus honorarios, sino que Departamento de Justicia podría confiscar el cheque de Jeffrey Lichtman, pues el pago sería considerado como parte de los 14.000 millones de dólares en el decomiso de activos.
VICE News habló recientemente con Jeffrey Lichtman sobre la situación con Guzmán Loera y los retos de defender a un notorio capo. La siguiente transcripción de la conversación ha sido ligeramente editada para mayor claridad y comprensión.
VICE News: ¿Cómo terminó representando a Joaquín “El Chapo” Guzmán?
Jeffrey Lichtman: Fui mencionado por algunos de los defensores públicos que estaban en el caso. Tenga en cuenta que él no conoce a ningún abogado en Estados Unidos. No conoce nuestras reputaciones, no sabe nada de nuestro pasado, ninguno de nuestros casos. Así que realmente era un pizarrón en blanco, por así decirlo, cuando empezó a reunirse con los abogados.
Como abogado de defensa criminal, es muy difícil, al menos para mí, decir: “Bueno, voy a representar a esta persona, pero a ésta no porque estoy por encima de ella.” Si vas a ser un abogado de defensa criminal y realmente quieres hacerlo al más alto nivel, tienes que estar dispuesto a aceptar todo. Y entiendo que este caso viene con mucho bagaje, principalmente debido a la reputación de Guzmán y a los medios de comunicación que básicamente lo están condenado incluso antes de que el caso comience.
El gobierno dice que Guzmán no es elegible para abogado público, pero tampoco parecen estar dispuestos a dejarle pagar por un abogado privado. ¿Qué se supone que debe hacer?
Es realmente ridículo. Quiero decir, es la hipocresía al más alto nivel. Afirman que él tiene el dinero para contratar a un abogado privado y que están dispuestos a dejar que pague por un abogado privado; simplemente no están dispuestos a permitir que los abogados privados obtengan ese dinero. ¿Qué sano abogado de la defensa entraría en un caso de esta magnitud, de esta complejidad, de esta cantidad de trabajo, de un juicio que durará de cuatro a cinco meses, con la comprensión de que el gobierno puede tomar el dinero por debajo del agua?
Y esto no ha comenzado ayer, esto ha estado sucediendo desde febrero o marzo, cuando comencé a verlo. El primer dilema que tuve fue “Oye, voy a trabajar el próximo año de mi vida matándome por el señor Guzmán y luego descubrir que podría no recibir una paga”.
Entonces, ¿dónde lo deja exactamente eso? ¿Está trabajando para él o no? ¿Cuál es la situación actual?
Creo que lo he visto 30 veces y probablemente he estado más 100 horas de visita con él; además, he hecho mi propia investigación sobre el caso y algunas cuestiones colaterales.
Nos gustaría resolver esta situación de honorarios, si podemos. Nos pone en una situación difícil: ¿Por qué debería el gobierno proclamar en voz alta que los contribuyentes no deberían tener que pagar por su abogado, y luego no hacer nada para realmente hacer que eso suceda?
Usted es bastante conocido por haber representado a John Gotti. ¿Cree usted que hay similitudes entre el caso Gotti y el caso de Guzmán?Absolutamente. Es decir, cuando entré en el caso, él era culpable antes de que el juicio hubiera empezado. Era casi imposible encontrar a algún miembro del jurado que no creyera que fuera culpable antes de las declaraciones de apertura.
Finalmente encontramos un jurado de 12 que aparentemente afirmó que podría ser justo y correcto, pero antes de abrir las declaraciones, uno de los miembros del jurado comenzó a llorar y le dijo al juez que tenía miedo de que ella iba a ser perseguida. Esas son sus palabras, no las mías. Por lo tanto, sí, estoy acostumbrado a tratar con clientes que la sociedad ya ha descartado, ha condenado, y [soy] capaz de convencer [a los jurados] de que tal vez todo lo que el gobierno y la prensa dicen no es 100 por ciento exacto.
Ha estado viendo a Guzmán regularmente por unos meses. ¿Cómo han sido esas interacciones?
Él está en una situación increíblemente difícil. Quiero decir, es la situación carcelaria más difícil que he visto, y he estado en algunas prisiones extrañas en América del Sur visitando a clientes potenciales. Esta es la peor. Está atrapado en una celda donde no tiene contacto con nadie más que con abogados. No ha hablado con su familia. No ha tenido visitas con su familia, no ha enviado ni recibido ninguna tarjeta de su familia.
No ha habido contacto con otros prisioneros. No ve a otros prisioneros. Tiene algún contacto con guardias que no hablan su idioma. No llega a salir y está básicamente encerrado las 24 horas del día. Creo que ha sufrido un grave deterioro desde que lo he visitado, basándome en la dificultad de sus condiciones.
Sé que la persona promedio va a decir “¿Cómo puedes pensar que Chapo Guzmán es un tipo decente?” y, mira, yo no juzgo a la persona por lo que han hecho antes de que vengan a mí. Los juzgo basándome en cómo me tratan. Y este hombre es un tipo encantador, divertido con un gran sentido del humor. Es muy, muy inteligente, muy inteligente. Recuerda todo lo que discutimos en nuestras reuniones anteriores. Y tengo que decir que no ha sido desagradable pasar tiempo con él.
Muy ‘valientes’ en México, y ahora ante EEUU estos dos capos se doblegan. Leer más aquí.
Sus abogados actuales han planteado la cuestión de que la seguridad es tan alta en la cárcel de Manhattan —el Centro Correccional Metropolitano— que no le está permitiendo prepararse eficazmente para su juicio. ¿Es una preocupación para usted?
Absolutamente. El gobierno está haciendo esto lo más difícil posible. Ellos dijeron en sus declaraciones iniciales después de que fue traído aquí de México que hay un montículo de pruebas, que había un millón de testigos, que no había ninguna posibilidad de que fuera absuelto. Básicamente es lo que estaban sugiriendo.
Sin embargo, están haciendo lo más difícil posible que pueda defenderse. Tenemos visitas de no-contacto. No puedo sentarme con papeles y repasarlos uno a uno. Tengo que tomarlos y golpearlos contra el cristal entre nosotros, y están en español. No hablo español, él no habla inglés. Entro ahí con un intérprete. Imagine lo difícil que es. Cada interacción que tenemos cuando discutimos vemos que el caso está plagada de problemas que el acusado promedio no tiene.
El gobierno ha tardado meses en conseguir que su hermana se acerque para visitarlo. ¿Cómo no sabían quién era su hermana? Ellos sabían exactamente quién era… Ahora tenga en cuenta que cuando ella lo visite va a tener a un lado a un fiscal del gobierno con un intérprete escuchando cada cosa que ellos discuten. ¿Eso es normal? Por supuesto no. Los terroristas musulmanes que están en la misma prisión son tratados mejor que Joaquín Guzmán.
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