Cómo podrías estar financiando indirectamente la esclavitud infantil

Niñas obligadas a trabajar en las minas de mica en India. Captura de pantalla vía Made In a Free World

Slavery Footprint (que traduce algo así como “Huella de esclavitud”) es un sitio web que hace una pregunta sencilla: “¿Cuántos esclavos trabajan para ti?”. Se siente que la respuesta obvia debe ser cero. Después de todo, nadie que esté leyendo esto es dueño de otro ser humano (espero). Pero debido a la vasta red de cadenas de suministro que conforman nuestro siempre creciente mercado global, resulta una pregunta muy difícil de contestar.

Como un ejercicio de pensamiento, vamos a considerar las cosas brillantes, como la pintura de tu carro. Una forma común de hacer que algo brille es inyectarle un mineral llamado mica, explica Justin Dillon de Made In a Free World, una organización dedicada a la promoción de cadenas de suministro transparentes y humanas. “Entre el 50 y el 60 por ciento de la mica del mundo”, me dice Dillon, “viene de una región en India donde es extraída por niños que utilizan unas herramientas prehistóricas y que bajan a las minas por unos huequitos que parecen ratoneras. Salen con destellos en su cara”.

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Dillon no está hablando mierda, el año pasado se reveló que al menos 12 empresas multinacionales habían estado comprando mica que había sido extraída por niños. Y rápidamente se supo que esos niños no estaban trabajando en las minas precisamente como una alternativa a vender gomitas en el colegio para ganar dinero. “Es algo doloroso de ver. Ahora veo las cosas que brillan de una manera muy diferente”, dice Dillon.

La esclavitud moderna, explica Dillon, es “la pobreza extrema llevada al absoluto extremo”. Significa ser una persona que se ve obligada a trabajar en condiciones terribles y que no tienen el privilegio de parar. “En cualquier lugar donde no tengas a tu alrededor una estructura que te proteja y que te mantenga en un nivel básico de justicia”, dice Dillon, “las condiciones están dadas para que caigas en la esclavitud”. Según los datos de Made In a Free World, más de 29 millones de personas podrían ser consideradas “esclavos” en virtud de esa definición.

Afortunadamente, hay cosas que las personas pueden hacer para combatir esta nueva versión de la esclavitud. Es decir, pueden ayudar a cambiar las actitudes que hacen que la gente sea cómplice del uso del trabajo forzoso en las cadenas de suministro de los productos que utilizan. Made in a Free World tiene como objetivo crear conciencia sobre el trabajo forzoso en las cadenas de suministro, no sólo entre los consumidores, sino también entre las grandes corporaciones que tienen el poder de alterar las decisiones de compra a gran escala. Si suficientes corporaciones grandes comienzan a comprar a proveedores que hacen cumplir las prácticas laborales justas, tal vez la gente se puede sentir un poco menos mal al comprar cosas, armados con el conocimiento de que lo están haciendo de manera responsable.

VICE: Dame una visión general de la misión de Made in a Free World.

Justin Dillon: Estamos tratando de usar el poder de los mercados libres para liberar a las personas. Esa es nuestra frase linda (risas). La forma en que hacemos eso se da de una manera doble: a través de nuestra marca, que es una afiliación de consumidores y empresas, que ayuda a la gente a reflexionar sobre sus propios hábitos de compra con inteligencia y luego hacer uso de su poder adquisitivo. Eso va para ti y para mí y para la forma en que compramos cosas, así como para las grandes empresas multinacionales. Nuestra creencia es que la forma de acabar con la esclavitud es arruinar el negocio de la esclavitud. Todavía no hemos visto una manera de hacer eso todavía. Nos hemos dado cuenta de que tenemos que hacerlo con los consumidores y los gobiernos, y ahora estamos trabajando con las empresas para utilizar su poder de mercado para desbaratarlo.

¿Cuándo fue el debut del sitio Slavery Footprint?

Tuvo su cuarto cumpleaños el martes. Lo lanzamos en el cumpleaños 149 de la Proclamación de Emancipación, con la expectativa de recibir a 150.000 usuarios. Hemos visto más de 24 millones de usuarios de todos los países. Realmente está basado en una simple pregunta: “¿Quieres saber cuántos esclavos trabajan para ti?”. Somos muy cuidadosos de que la palabra de hipótesis “si” no exista en esa pregunta.

Algo que es muy interesante del sitio es que pone en primer plano el hecho de que la esclavitud moderna está muy ligada a las cadenas de suministro que han surgido como un efecto colateral de la globalización.

Es comprensible que la gente no piense en ello. En Estados Unidos hay esta idea coloquial y antigua de la esclavitud. Creemos que la esclavitud es la pobreza extrema llevada al absoluto extremo. Ya es muy difícil sacarte a ti mismo de la pobreza, una gran cantidad de personas en la esclavitud son individuos y grupos que están en niveles extremadamente altos de vulnerabilidad debido a situaciones económicas o estatales, como los migrantes apátridas. En cualquier lugar donde no tengas a tu alrededor una estructura que te proteja y que te mantenga en un nivel básico de justicia, las condiciones están dadas para que caigas en la esclavitud.

¿Hay empresas que intencionalmente sean cómplices en el trabajo de esclavitud?

Nosotros estábamos muy atentos a esto y no vemos empresas que sean voluntariamente cómplices. La razón por la que empezamos lo que hacemos con los consumidores, es para decir “Todos tenemos un papel que desempeñar en esto”. Si los consumidores están dispuestos a hacer frente a su propia huella en la esclavitud, entonces la pregunta es, ¿las empresas están dispuestas a hacer eso también?

Hemos construido las herramientas para que tú no sólo puedas averiguar la respuesta, sino para que sepas qué hacer con ella, y hemos construido una organización y una marca que le dice a las empresas que deben recibir crédito por hacer lo mismo en el mercado. Para mí, así es como cambiamos el mundo. No cambiamos el mundo fingiendo ser perfectos. Cambiamos el mundo haciendo cada vez más cosas buenas. Es absolutamente imposible que una empresa sea perfecta. Pero es absolutamente posible que una empresa proteja a la gente en su cadena de suministro.

Parece que muchas de las grandes corporaciones ignoran lo que realmente está pasando en sus cadenas de suministro. E incluso si es intencional, parece ser más codicia que una maldad real.

Creo que parte de nuestro movimiento es hacer que sea extremadamente poco cool ignorar esto, como consumidor o como negocio. Es absolutamente estúpido. Especialmente si tenemos en cuenta que en realidad tenemos las herramientas para empezar a abordarlo. Eso, para mí, lo hace aún más estúpido. En muchos sentidos como organización, en lo que hemos decidido trabajar no es sólo el problema en sí, sino también el contexto alrededor. Hagamos que sea imposible ser ignorante. Nuestro objetivo en los próximos 15 años es construir una red robusta de libertad entre consumidor y empresa donde nuestras compras y nuestros valores se puedan conectar. A medida que nuestro dinero sale del consumidor y llega a la marca y luego al fabricante y a los subniveles debajo de eso, nuestros valores deberían poder seguirlo. Todo es cuestión de compras informadas.

Creo que para muchos consumidores e individuos hay una mentalidad de “Bueno, este problema es tan grande que no puedo luchar contra él, así que bien podría ser cómplice y mirar hacia otro lado”.

Queremos asegurarnos de que esa posición se vea culturalmente también como extremadamente estúpida. Creemos que ser consciente es decir: “Voy a comprar lo que pueda”. Ya hemos atraído a más o menos 40 empresas que son pequeñas pero que están haciendo esos compromisos. Algunas de estas marcas se van a convertir en el próximo Gap, o el siguiente Whole Foods. Están construyendo sus redes de proveedores en base a esos valores. Se va a convertirse en la nueva normalidad. Hay grandes empresas que están encontrando la manera de adaptar lo que ya tienen. Ser consciente y ético, digamos, a escala, merece atención.

Mencióname algunas empresas que lo estén haciendo en una escala más grande…

Estamos trabajando con un montón de grandes empresas en este momento, pero no estamos autorizados de hablar de ellas. Estas empresas tienen miedo de hablar de lo que están haciendo al respecto porque tienen miedo de recibir un golpe por ello. Es esta idea de que todo tenga que ser perfecto antes de que reconozcas que es ridículo. Eso necesita arreglarse. Tendemos a tener una respuesta muy catártica frente a este tema y no una con mucha imaginación e innovación. A medida que las grandes empresas empiecen a salir y a decir: ‘Esto es lo que estamos haciendo, así es cómo estamos arreglando lo que está pasando’, nosotros vamos a estar junto a ellos y a decir que lo que están haciendo es bueno. Cualquier gran empresa que colabora con nosotros, que están nunca se hace.

A medida que nuestro dinero sale del consumidor y llega a la marca y luego al fabricante y a los subniveles debajo de eso, nuestros valores deberían poder seguirlo. Todo es cuestión de compras informadas. — Justin Dillon

¿Son específicamente los productos baratos los que tienen un costo humano?

Los productos baratos sin duda tienen un alto riesgo, pero los bienes de lujo también lo tienen. Sólo por el hecho de que sean caros, no significa que estén libres de eso. Yo diría que incluso algunos productos que aseguran ser “éticos” no lo son. ‘Ético’ es una palabra muy grande.

Tiene una definición muy elástica.

No me fastidia. Es un paso hacia la dirección correcta. Pero tenemos que ir más allá. El riesgo de que las prácticas laborales injustas entren en nuestros productos no sucede sólo en una tienda de corte y confección en Bangladesh. Sucede en un campo en Uzbekistán o en una plantación de palma en Malasia. Las cosas que vienen de allí terminan en nuestras cremas de dientes, en nuestra ropa y en nuestros electrónicos. ¿No son esas personas en los campos tan importantes como los que están en las fábricas? Podemos llegar a ellos a través de nuestras redes y nuestras compras.

Creo que hay un riesgo en que palabras como ‘ético’ y ‘consciente’ se conviertan en palabras de moda de marketing.

Creo que vamos a ver a la gente preguntando, ‘¿qué significan estas palabras?’. Creemos que los datos son la última rendición de cuentas. Me gustan esas palabras, pero lo que realmente me gusta es cuando se puede ver exactamente lo que quieren decir. No es ‘consciente’ porque se encuentra en una categoría, es ‘consciente’ porque una empresa tiene datos sobre su cadena de suministro, y porque están requiriendo ciertas cosas de su subproveedor, y puedes conocer y hacer un seguimiento de todo eso.

¿Tienes algún tipo de medidas inmediatas que las personas pueden implementar para detener la compra de productos que provienen de malas cadenas de suministro?

Pueden comprar a empresas que ya están en Made In a Free World. Tenemos una lista de estas empresas en nuestro sitio. Tenemos granola, medias, ropa interior, moda de gama alta, gafas de sol, mochilas, zapatos, collares, bicicletas. Son cosas que puedes no comprar todos los días, pero que la próxima vez que compres zapatos o gafas de sol, las opciones están ahí. La forma de aumentar estas opciones es mostrar que los consumidores compran empresas que comparten sus valores. Queremos ganar con el capitalismo. Realmente pensamos que esta batalla va a ser ganada en la caja registradora.

¿Hay algún producto cuya terrible cadena de suministro terribles te haya sorprendido?

Cualquier cosa que brille. Pintura automotriz, tarjetas holográficas, esmalte de uñas, cosméticos, brillo, todo viene de este mineral llamado mica. Entre el 50 y el 60 por ciento de la mica del mundo viene de una región en India donde es extraída por niños que utilizan unas herramientas prehistóricas y que bajan a las minas por unos huequitos que parecen ratoneras. Salen con destellos en su cara. India dice que esas minas han estado cerradas por dos décadas. Pero nuestro equipo de filmación vio algo diferente. Vivimos en un mundo donde los niños trabajan, pero hay una diferencia entre un niño trabajando porque quiere y porque tiene la opción, y un niño al que lo obligan a trabajar. Es algo doloroso de ver. Ahora veo las cosas que brillan de una manera muy diferente

Nunca voy a pensar sobre los burdeles de la misma manera.

¿Pensar sobre qué?

Las strippers siempre son muy brillantes.

[Risas] Los burdeles no son sostenibles.