Hoy los ecuatorianos van a la urnas y hay de dos: continuidad o portazo al ‘Correísmo’

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La presidencia de Rafael Correa llegará a su fin después de un largo mandato de diez años. Entre una sociedad dividida y un alto porcentaje de indecisos, Ecuador celebra elecciones presidenciales y legislativas este domingo. Hoy, cuando los ecuatorianos acudan a las urnas, deberán decidir si continúan con la ya conocida ‘Revolución Ciudadana’ o si dan pie a la alternancia. Correa, quien encabezó el gobierno más prolongado en la historia moderna del país, no figura en las boletas por primera vez en las últimas tres contiendas.

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Un total de 12,8 millones de ecuatorianos habilitados para votar, podrán elegir entre ocho candidatos, siendo Lenín Moreno, candidato de Alianza País, el más fuerte hasta ahora. Moreno, ex vicepresidente de Correa de 2007 a 2013, ocupa el primer lugar en preferencias según la mayoría de las encuestas [Cedatos, Market Opinión Pública, entre otras] sacando hasta diez puntos de ventaja en algunas de ellas.

Sin embargo, son estas mismas mediciones las que señalan que existe entre un 35 y 45 por ciento de indecisos, lo cual podría desembocar en una segunda vuelta electoral en abril e inclinar la balanza hacia su principal contrincante, Guillermo Lasso, de tendencia derechista.

Lasso, candidato por el partido Creando Oportunidades (CREO), cuenta con una larga trayectoria política y empresarial que respalda su segunda postulación por la presidencia. Su experiencia como presidente del Banco Guayaquil y como gobernador de la provincia de Guayas lo colocan como uno de los candidatos más preparados para asumir el cargo. Pese a esto, Lasso fue derrotado por Correa en las elecciones de 2013.

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Por su parte Lenín Moreno, es un hombre muy cercano a Correa, administrador público, con estudios de medicina y psicología. De joven sufrió un intento de asalto que lo dejó en una silla de ruedas, situación que ha afrontado incluso con humor. Se considera que tiene un mejor talante que el de Correa y a finales de 2013 fue el Enviado Especial de la Naciones Unidades para Discapacidades en Ginebra, puesto al que renunció en octubre de 2016 para aceptar la candidatura de Alianza País.

Esta situación generó una polémica pues los opositores criticaron que fuera el gobierno el que corriera con los gastos de la permanencia de Moreno en Ginebra.

En entrevista con VICE News, Rosa García Chediak, Doctora en Ciencias Políticas e investigadora del Centro de Estudios Latinoamericanos, habló sobre las próximas elecciones, las críticas al correísmo y sus logros.

“El espectro de votantes indecisos es muy amplio, existe un contingente importante vinculado a los movimientos sociales, por lo cual considero que favorecerá en forma masiva a Lasso”, dijo.

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Sobre una segunda vuelta electoral, Chediak cree que esta terminaría incrementando las opciones del candidato de oposición: “Lasso se vería beneficiado por una segunda vuelta, ya que buscaría aliarse con otros candidatos, especialmente con Cynthia Viteri”.

El 24 de mayo será el último día de Correa en la presidencia. Una vez llegada esa fecha, habrá gobernado Ecuador durante tres periodos presidenciales: el primero de ellos comenzó en 2007 y debió haber concluido en 2011. No obstante, uno de los hitos de su legado, la Constitución de 2008, introdujo la cláusula de reelección que le permitió extender su mandato por dos periodos más. De 2009 a 2013 y de 2013 a 2017.

Tras la muerte de Hugo Chávez y el fin de mandato de Lula da Silva, Correa reafirmó su figura como uno de los principales líderes de la izquierda latinoamericana, junto con Evo Morales de Bolivia. Su llegada a la presidencia trajo consigo una década de estabilidad política, ya que de los 6 presidentes que han ocupado el Palacio de Carondelet en los últimos veinte años, sólo él ha logrado concluir con el tiempo establecido de mandato.

Críticas y Retrocesos

Para muchos, el correísmo personifica un autoritarismo exacerbado, uno que no acepta críticas y que ha abierto diversos frentes con Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) y medios de comunicación. Correa, gracias a un decreto presidencial emitido en 2013, ha clausurado ONGs como Fundación Pachama, bajo el argumento de que desviaron “los fines para los que fueron creados” o que “comprometen la paz pública”.

El mismo año, la promulgación de la Ley Orgánica de Comunicación le otorgó el marco legal para regular, y en muchas ocasiones censurar, a medios que el Ejecutivo considera como deshonestos e imprecisos. Esta polémica ley fue duramente criticada por la oposición y por los periodistas, quienes la tildaron como una violación a la libertad de expresión y un acto que fomenta la propaganda gubernamental.

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A esto hay que añadir que Ecuador no se ha visto exento de los recientes casos de corrupción en Latinoamérica. Jorge Glas, compañero de fórmula de Lenín Moreno y actual vicepresidente, ha sido acusado de cohecho en el caso Petroecuador. Asimismo en medio del escándalo por el caso Odebrecht en el continente, se sabe que esta empresa pagó 33.5 millones de dólares en sobornos a funcionarios para obtener contratos en Ecuador. Correa ha dicho que este caso son “distorsiones de campaña”.

En resumen: la debilidad económica de los últimos dos años generada por la dependencia a los ingresos del petróleo, sumada al creciente desempleo —actualmente en los niveles del año 2008— y a los escándalos de corrupción, tienen a la opinión pública dividida de cara a las elecciones de este domingo.

“Es cierto que Ecuador todavía padece de una petrolización de sus finanzas públicas, pero también debe mencionarse que la intensificación de los vínculos comerciales con China ya está incidiendo en la redefinición de la economía ecuatoriana. No sólo por sus inversiones en el campo del petróleo, sino también por la activación de campos como la minería”, dijo Chediak.

Logros

Los logros de Correa son varios y se pueden observar en distintas áreas. A pesar del retroceso económico del último par de años, sus avances en la lucha contra la pobreza son significativos. Según el Reporte de Pobreza, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, 16,95 por ciento de la población a nivel nacional se encontraba en la pobreza extrema en 2007. Para marzo de 2016, esta cifra había bajado poco más de seis puntos porcentuales hasta llegar al 10,05 por ciento.

De la misma forma, la pobreza extrema en el ámbito rural vio un decrecimiento de casi catorce puntos porcentuales, al pasar de 33,34 por ciento en 2007 a 19,53 por ciento en 2016. La pobreza urbana también descendió, pasando de 24,33 por ciento en 2007 a 16,33 por ciento en 2016.

“Una imagen sintética del saldo positivo de este gobierno lo aporta el comportamiento de los flujos migratorios. De 1999 a 2002, alrededor de 2 millones de ecuatorianos salieron del país por la crisis del Feriado Bancario (el mayor escándalo de corrupción que ha tenido el país). De 2011 a 2012 una cifra similar de ecuatorianos regresó a Ecuador”, afirmó Chediak.

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Otras áreas como la educación y la economía también han visto avances. De acuerdo al balance presentado en el año 2015 por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Ecuador creció a un ritmo constante del 3,9 por ciento anual entre 2007 y 2015, comparado con el 2,9 por ciento de Latinoamérica. Esto le permitió invertir más de mil millones de dólares en educación superior que se tradujeron en nuevas universidades, como la Universidad de las Artes y la Universidad Regional Amazónica.

“El nivel de institucionalización alcanzado y los indicadores de desarrollo dan testimonio del saldo positivo de este gobierno. Como siempre, no habrá objetividad en la historia y la lectura del pasado estará influenciada por las pugnas políticas del presente”, concluyó Chediak.

Rafael Correa, hombre que internacionalmente será recordado por no ceder a la presión de Estados Unidos para extraditar al fundador de Wikileaks, Julian Assange, esperará su turno para ser juzgado con el tiempo.

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