Difusor apasionado del ska, el músico argentino Hugo Lobo suma méritos al legado del sabor jamaiquino y va regando semillas de ska en cada paso que da, ya sea editando álbumes, girando por el mundo, en su festival itinerante Ska Unity, e incluso cuando da entrevistas. El trompetista y líder fundador de Dancing Mood, la banda argentina dueña del ritmo jamaiquino mejor ejecutado, es un portavoz local que se ganó el respeto de fundadores originales del género, y desde allí ha tirado hipervínculos y avivado el fuego caribeño.
Lobo acaba de estrenar su tercer álbum como solista, en el que reunió composiciones propias y rescató grabaciones doradas, y se hace acompañar de leyendas internacionales del reggae como Gaz Mayall, Lynval Golding, Hepcat o Ken Boothe. Para conocer a profundidad Neigboorhood Rules, nombre de la placa, Lobo nos invitó a su estudio-hogar Trovador Studio, lugar en el que registró, ensambló las partes y terminó de cocinar el guiso. “Estoy acostumbrado a trabajar así, soy medio kamikaze para grabar. Lo hago por partes: agarró un click, grabo el teclado, después la batería, después el bajo y los invitados meten su voz arriba de ese esqueleto básico que armé. Algunos vinieron a mi estudio, otros mandaron sus voces, a otros los grabé yo en sus lugares de origen: viajo siempre con mi computadora, la placa de sonido y un micrófono. Por último, voy juntando todo en esta consola”, explicó su método.
Videos by VICE
Como ha hecho desde DM (a partir del álbum triple Non Stop!, 2011) y en sus dos anteriores álbumes en solo (Street Feelin’ y Stay Rude), en Neigborhood Rules Lobo abarca a todas las generaciones del ska, reuniendo a un verdadero all-star del género en torno a nuevas composiciones y el rescate de grabaciones legendarias de Rico Rodriguez o Bob Andy. “Quizá suena un poco más jamaiquino que Stay Rude, porque es más maduro, más completo y más rústico. El álbum contiene los cuatro estilos del ska: early reggae o skinhead reggae, roots, reggae, y también hay ska tradicional. Además, elegí cantantes de todas las épocas”, define.
La fotografía de la portada se la tomaron en Brixton, zona londinense típicamente jamaiquina: “Me senté en un parque en el que paran los lugareños: algunos escuchan música, los mayores juegan al dominó, los pibes se juntan a fumar. No es un spot turístico al que uno va, se sienta y se saca una foto. ¡Te pueden cagar a trompadas! Pero esa gente, por más de que no le hables a nadie, sabe leer cómo sos. A eso me refiero con las reglas del barrio”, advierte antes de comenzar a diseccionar, canción por canción, de qué va Neigborhood Rules.
1. “Laba Laba Craven”
LOBO: El título está en patois, dialecto callejero jamaiquino, y se traduce en “jetón y traidor”. Es un llamado, una dedicatoria a la gente que traiciona y habla por atrás. Según los códigos del barrio, que son los míos, los problemas se arreglan de frente; no por una red social, no prendiendo fuego a alguien sin conocerlo. Hoy cualquiera puede defenestrar a alguien apretando un botón. Ante esa falta de códigos, va esta introducción.
En los temas del disco, toco casi todos los instrumentos yo: bajo, teclado, trombón, batería, trompeta obvio; pero la guitarra no. No la sé tocar, no me preguntes por qué. Así que convoqué a Kevin Fingier, de Los Aggrotones, que se animan a un estilo que acá estaba virgen: el skinhead reggae o el early-reggae. Como lo maneja a la perfección, lo invité para los temas que iban en esa línea. También está el saxofonista Sergio Colombo, con quien tocamos desde pendejos en un montón de bandas, tenemos mucha carrera juntos. En mis dos discos anteriores no había estado, aunque sí tocó conmigo en Dancing Mood por más de 10 años. Era una deuda que teníamos con él, de reencontrarnos musicalmente y la saldamos con un tema propio.
2. “Check It Out” con Lynval Golding
En este están Lynval Golding de los Specials, y Val Douglas, bajista de Skatalites. Fue una grabación increíble y se dio porque Lynval quería que yo le produjera su primer disco solista. Grabamos ocho temas acá mismo, en este estudio, de los cuales cuatro quedaron terminados: uno es este. Val justo estaba también en Buenos Aires y nos juntamos los tres acá en mi casa. La música que grabamos con Lynval la eligió a partir de lo que él escuchaba de pendejo, en las radios de Jamaica antes de irse a Inglaterra. Uno era este tema de Bob Andy, que tiene una letra muy particular que habla en contra de las multinacionales y las corporaciones. Y el bajo en el tema original lo grabó Val también. No sabés cómo flasheó Lynval con eso: se dio un encuentro muy zarpado entre ellos dos, por haberse conocido acá siendo jamaiquinos.
3. “No Dread”
Hay mucha gente que cree que el reggae son las rastas, pero hay un montón de artistas pioneros de este género sin dreadlocks, como John Holt, Laurel Aitken, Prince Buster, Desmond Dekker, todos los tríos de la época, como Los Wailers, inclusive. Peter Tosh, Bunny Wailer y Bob Marley no tenían dreadlocks cuando empezaron. Los Skatalites tampoco. Salvando las distancias, yo [risas]. Y un montón de gente cree que si no tenés, no podés tocar reggae o no podés sonar bien. O que sí o sí tenés que tener la bandera de Jamaica y Etiopía en una camiseta. Entonces quise oponerme a eso, resaltando que hay artistas gigantes, pioneros, anteriores a que se pongan de moda los dreadlocks. De eso se trata.
4. “Master Plan” con Ken Boothe
Lo co-compuse con Ken Boothe. Fue un sueño increíble. Lo empecé a componer adrede sin voz, pero pensando utópicamente en Ken, sin saber si lo iba a poder concretar. Lo traje acá para que participara en mi festival Ska Unity, así que le comenté sobre el tema que tenía. Vino a mi casa, comimos pescado, y en la sobremesa le hice escuchar el tema. Al toque, sacó un papel, una birome y se las dio a su mujer: le empezó a dictar la letra y ella la iba anotando. Una vez que terminó, dijo: “Ok, vamos a grabarlo”. Y la cantó de una. Cuando estuvo listo, me dijo que quería que editemos el tema como simple, como un tema nuevo de él pero compuesto por los dos. Mi música y su letra. Nunca en mi vida pensé en conocer a Ken Boothe. Co-cocrear un tema juntos, menos.
5. “Ina De Graveyard” con Gaz Mayall
Esta tiene la participación de Gaz Mayall. Es un personaje increíble, que tiene mucho que ver con el revival del ska en su tercera oleada. Tiene un club en Inglaterra, el Gaz’s Rockin’ Blues, en el que todos los jueves, desde hace cuarenta años, tocan leyendas del ska que quedaron colgadas a medida que se fueron apagando las generaciones. Rescató a artistas muy grosos para que los más jóvenes los conocieran: Rico Rodríguez, Laurel Aitken, Prince Buster, Desmond Dekker… Es una persona muy importante para el género, muy querido por todos. Incluso su cara está pintada en varios murales del barrio Portobello. También fomentó el ska a través de compilados temáticos que editó. Es uno de los coleccionistas más grandes de simples jamaiquinos y con eso armó más de 250, que en su momento editó en cassettes de 90 minutos, aunque hoy ya se consiguen en CD. Dibujaba las tapas a mano, escribía las letras y los vendía: de rythm and blues, de rocksteady, de ska cantado por mujeres, con letras que hablan sobre los rude boys y así. Hace poco estuve tocando en Londres y fui a una muestra sobre Joe Strummer que se hacía en un local de Fred Perry. En una de las vitrinas estaba toda la colección de Joe y había como cincuenta de estos compilados, que le compró a Gaz.
Hice este tema a partir del leitmotiv de un tema clásico que se llama “Skinhead a Bash Them”, pero le cambiamos algunas notas y Gaz escribió esa letra. Estábamos escabiando en un bar y de repente sacó una servilleta y empezó a anotar mientras yo hablaba con otro. Terminó y me dijo: “Tengo la letra, es la historia de mi casa”. El vive en un lugar muy loco que queda en Portobello. Su habitación tiene un ventanal que es lindero al cementerio. O sea, vos mirás por su balcón y hay lápidas. Se mudó ahí a mediados de los años 80, pero antes de eso, en los 60 y 70, era un aguantadero de jamaiquinos al que le decían “graveyard” y ahí paraban, jugaban clandestinamente al poker, al pool, al dominó, habían gatos… Cuando la policía caía con sus redadas, los tipos saltaban para el cementerio y se escapaban por ahí. Gaz cayó ahí sin saber la historia y me contó que en los primeros meses después de mudarse, a la madrugada le tiraban piedras a su ventana. Salía y aparecían jamaiquinos que le pedían que les abriera, porque pensaban que el lugar había vuelto a activarse después de la última vez que lo clausuraron, pero no. La historia de la canción describe todo lo que pasaba ahí adentro, a partir de las anécdotas que le contaron sus amigos jamaiquinos.
6. “Who Makes It, Pay It” con Kenrick Rowe
Mi amigo el baterista Kenrick Rowe aparece acá. Tocó con un montón de leyendas del ska y hoy en día está con PJ Harvey. Vino para Buenos Aires a tocar con ella, el año pasado, pero se vino unos días antes porque yo justo estaba grabando el disco. Tenía este tema ya con la batería grabada, pero se la hice tocar a él arriba y quedó mejor. Tenemos dos versiones de ese tema: una es la que salió en el disco, y la otra es un dub que sacaré más adelante. Después, Kenrick me armó la banda para las fechas que hice en Londres este año, me eligió unos músicos increíbles. En esta canción hay, además, un gran solo de guitarra tocado por Flor Crocci, una guitarrista increíble que tocó con Charly García y un montón más.
7. “Feeling Soul” con Carroll Thompson
Canta Carroll Thompson, la reina del reggae lovers. Ella grabó con Dancing Mood antes, la traje a tocar un par de veces. Una vez craneamos sacar juntos un EP tributo a Alton Ellis y uno de los temas que interpretaba él (que en realidad es de Bob Andy) es este. Es uno de los cuatro temas que ya tenemos terminados, que también lo quise meter en este disco para completar cronológicamente una historia del género: hay un poco de todas las épocas de los 50 años de ska.
8. “Ska Is The Way” con Publik Report y Natty Frenchy Metsch
Invité a Nathy Frenchy Metsch, guitarrista de Skatalites, y a los Publik Report, un dúo jamaiquino en el que uno de los cantantes, Kemar Williams, es además corista de Alborosie. Con el italiano lo conocí, porque el año pasado compartí una gira con él, abriéndole los shows. Así que pegué onda con Kemar y se me ocurrió que hiciera una pequeña parte cantada como si fuera el solo de un instrumento. Después inventó la letra a partir del título del tema y le agregó las voces de su compañero, Nerry Brissette. El ska es el camino o el ska es la manera, para mí, de la música. Me gustaría que los músicos más jóvenes tuvieran un poco más de reconocimiento, que se le preste atención a las cosas que se están haciendo en el under. Lamento que el ska sea un género muy marginado, aún habiéndose inventado antes que el reggae. Quizás porque muchas bandas sin talento se dedicaron a que la gente crea que es una mierda o una pelotudez del estilo, de ponerse un sombrerito, pegar saltos, tocar cuatro acordes y decir “boio, boio”. Pero está muy lejos de eso, quizás es un género más difícil que el reggae, porque nació siendo instrumental, está muy emparentado con el blues y con el jazz.
9. “Rest Yourself” con Hepcat
Es un tema de Lord Tanamo, un tremendo cantante jamaiquino que falleció hace dos años. Este tema lo eligieron los Hepcat. Conocí a Greg Lee, uno de los cantantes, cuando estuve de gira por México el año pasado; pegamos onda y le regalé Stay Rude, que era el disco que estaba presentando. Estuvimos en contacto, le mandé este tema porque quería que me grabara una voz y me dijo: “lo voy a grabar con mi banda”. En los años 90, Hepcat rompió todo porque era una banda espectacular, novedosa y muy exitosa: norteamericanos que tocaban como jamaiquinos. Después se separaron, estuvieron como 15 años sin grabar. De hecho, siguen sin grabar. Así que esta es la primera grabación de ellos en su vuelta. Greg me dijo: “Quiero que nuestra primera grabación sea en un disco tuyo. Nosotros tocamos, cantamos, vos ponele los caños. Pero esto es para tu disco, no es un simple de Hepcat”. Yo no le creí mucho, me pareció que no lo estaba entendiendo bien, pero fue así: me mandaron el tema casi terminado para que yo le agregara los brasses (trompeta, flugelhorn y trombón).
10. “Lumumba”
Este es otro homenaje para Rico Rodríguez. Tiene un aire a marcha fúnebre, sí, como a despedida. Es un tema que originalmente tenía letra, en la que contaba que a Lumumba lo mató la CIA. Pero después lo grabó instrumental y esa es la versión que tomé. Rico me enseñó muchísimo en todo sentido: musicalmente, artísticamente, personalmente. Tuve la suerte de tocar con él cuando yo hacía solo tres años que tocaba la trompeta. Para mí fue re grosso. Me enseñó mucho dentro del estilo, la manera de tocar, el idioma del ska. Fue mágico porque lo conocí tres meses antes de grabar el primer disco de Dancing Mood. Dentro de mi cabeza tenía una idea, que se transformó en otra completamente diferente después de conocer a Rico. Muy diferente. También le debo mucho que me haya abierto las puertas y haya facilitado vínculos con otros músicos legendarios. Es palabra mayor tener la venia de Rico. Y eso siempre se lo retribuí, lo traje mil veces a la Argentina para que toque. También tengo un vínculo con sus hijos, su mujer, los veo cada vez que voy a tocar a Inglaterra. La última vez, su mujer me regaló la boquilla de su trombón.
Conéctate con Noisey en Instagram.