Primer acto de la coalición independentista que concurrirá a las elecciones autonómicas del próximo 27 de septiembre. 40.000 personas, según los organizadores, acompañaron a los candidatos de la agrupación electoral Junts pel Sí, una lista transversal que pretende convertir la contienda en un plebiscito por el ‘Sí’ a la independencia de la comunidad autónoma de Cataluña.
Esta singular apuesta ha sido posible gracias al acuerdo entre la formación de centro derecha de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) — el partido del presidente catalán Artur Mas — y el partido socialdemócrata Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
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A parte de miembros de estas dos fuerzas políticas, Junts pel Sí cuenta con políticos que proceden de otras formaciones, como es el caso del cabeza de lista Raül Romeva, ex diputado europeo ecosocialista, así como una gran cantidad de personalidades de diferentes ámbitos de la sociedad civil.
La tensión entre los gobiernos de Madrid y Barcelona tiene su origen en 2006 con la aprobación de un nuevoEstatuto autonómico para Cataluña por parte del parlamento catalán y el compromiso verbal del gobierno socialista de José Luís Rodríguez Zapatero para implementarlo.
El Tribunal Constitucional español declaró inconstitucionales algunos de sus puntos después de que el ahora gobernante Partido Popular (PP) lo impugnara. Este hecho provocó la primera gran movilización en Cataluña el 10 de julio de 2010. La llegada del PP y Mariano Rajoy al Gobierno en noviembre de 2011 tensó aún más la cuerda entre ambas administraciones.
De pedir una mejor financiación para la región, la formación de centro derecha Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) que gobierna la región autonómica ha pasado a abrazar las tesis independentistas como único camino para “tener un estado más justo”. La falta de diálogo entre Madrid y Barcelona ha provocado que desde 2012 miles de catalanes se hayan echado cada 11 de septiembre [día nacional de Cataluña] a las calles a favor de la independencia. Unas manifestaciones donde la sociedad civil ha jugado un papel muy importante más allá de las formaciones políticas.
El último gran episodio de esta pugna se vivió el pasado 9 de noviembre de 2014 cuando el gobierno catalán organizó una consulta no vinculante sobre la independencia como alternativa al referéndum que la justicia española consideró inconstitucional.
Desafío catalán al sistema constitucional español en las próximas elecciones. Leer más aquí.
El acto del viernes, celebrado en las inmediaciones del Arco de Triunfo, fue uno más en la campaña de la candidatura Junts pel Sí que tiene como objetivo llegar a los 100.000 “candidatos”, forma con la cual se refieren a aquellos a los que apoyan la lista de la coalición independentista. La velada contó con las intervenciones de los candidatos que encabezarán la lista en cada una de las circunscripciones y con la del actual presidente de la comunidad, Artur Mas, de CDC.
“Nos dijeron que el 9 de noviembre no pondríamos las urnas y hubo 2,3 millones que depositaron su voto; nos dijeron que era imposible que gente tan diversa fuera junta, que ‘antes se rompería Cataluña que España’… Pues nuestra respuesta es Junts pel Sí. Ahora nos dicen que es imposible que ganemos el 27 de septiembre. Pues se volverán a equivocar. El 27 ganaremos y tendremos la mayoría”, afirmó el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas.
“Ahora no votamos para reformar la Constitución de España. Votamos para decidir qué Constitución queremos para Cataluña. Cuando os digan que el 27 no es un referéndum, respondedles que votamos de la única manera en la que nos lo han dejado hacer. Cuando os digan que no son plebiscitarias, respondedles que todos los votos que no sean del ‘Sí’ serán contados como votos del ‘No’. La puerta de Europa se abrirá cuando tengamos la mayoría que el ‘Sí’ necesita, el mandato democrático que nos piden”, dijo Raül Romeva, quien va de número uno de la lista, a pesar que todo apunta a que se investirá a Artur Mas como presidente, si esta coalición política consigue formar gobierno.
Minutos antes de que comenzara el acto, la voz de un joven se elevó, amplificada por un megáfono y formuló una pregunta: “Estoy indeciso y querría compartir mis dudas con vosotros”, afirmó en catalán, “¿Es Convergència un partido corrupto?”. En un momento estallaron gritos de desaprobación y silbidos. Entre el barullo probó de preguntar: “¿Debo votar a la CUP [Candidatura d’Unitat Popular, un partido independentista de izquierdas] o a Junts pel Sí?”. Su voz quedó ahogada por los gritos, que luego se tornaron en consignas: “In-Inde-Independència!”.
De hecho, la jornada del viernes había comenzado con una operación policial en la que se registraron la sede de CDC, ayuntamientos gobernados y CatDem, la fundación del partido de Artur Mas. Según la policía, el objetivo es encontrar evidencias que demuestren el supuesto pago de comisiones que CDC habría usado para financiarse a cambio de facilitar contratos a empresas afines.
“Al presidente no le interesa que estemos hablando de los casos de corrupción que afectan a su partido, una muestra más de que lo que ha querido hacer [Artur] Mas con esta lista independentista es esconderse, no explicar lo que ha hecho y no tener que centrar el debate en lo que realmente indigna a la gente, que es la corrupción, o lo que preocupa, que es el empleo. Para hablar solamente de independencia sí o independencia no”, asegura a VICE News Inés Arrimadas, candidata a presidir el gobierno autónomo catalán por Ciutadans (C’s).
Los sondeos dan al partido de Arrimadas la primera posición entre los grupos que abogan por la preservación del ordenamiento constitucional español. La candidata define su partido como el que tiene “la posición más moderada, más centrada de todas las formaciones políticas que hay en España, y en Cataluña”.
“La lista es un artefacto político del presidente de hasta ahora de la Generalitat para no tener que dar explicaciones ante los medios ni tener que ir a un debate electoral y que no se habla de nada más que no sea de independentismo”, sigue Arrimadas. “Va de número cuatro pero dice que quiere ser presidente. De esto no hay precedentes en este país, en democracia”.
“Su planteamiento choca de frente con el actual sistema legal español y choca con la constitución española. Su propuesta está fuera del ordenamiento legal. La posición del Partido Popular, la posición del gobierno de España es muy clara: va a respetar la ley, va a impedir cualquier tipo de proceso secesionista de una parte del territorio nacional: de esto no hay nada que hablar”, declara a VICE News Antonio Gallego, tercero del Partido Popular (PP) en Cataluña, la formación que gobierna España.
“La constitución la impide [la independencia]. Establece que [España] es un conjunto indivisible. No existe un derecho ni poder de decidir si una parte quiere formar parte o no quiere formar parte. No puede decidirlo. Es ilegal. Cualquier tribunal dictaminará que esto es ilegal”, afirma tajante Gallego. “Ellos dicen que son unas plebiscitarias pero son unas elecciones autonómicas más. La constitución tiene instrumentos legales consagrados a la constitución que se activarían en el caso de que una comunidad autónoma hiciera tonterías”, acaba el candidato popular.
David Meseguer y Quique Badia han contribuido a este reportaje.