CIUDAD DE MÉXICO – El renombrado movimiento indígena zapatista mexicano se está preparando para invadir España, o algo así, a manera de conmemoración por el 500 aniversario de la conquista española.
Los zapatistas escribieron “la invasión ha comenzado” en un comunicado difundido la semana pasada en 41 idiomas y código Morse, firmado por el Subcomandante Galeano, alias Subcomandante Marcos, el líder rebelde que fumaba en pipa, usaba pasamontañas y emergió a la escena mundial en 1994. Una delegación zapatista planea viajar a través del Océano Atlántico en barco y llegar a España antes del 13 de agosto, fecha en que la capital azteca de Tenochtitlán, que ahora es la Ciudad de México, cayó ante los conquistadores españoles en 1521.
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Galeano le dio al viaje un tinte mítico al nombrarlo La ruta de Ixchel en honor a la diosa maya de la fertilidad, quien, según la leyenda, se propagó por el mundo en forma de arcoíris. A lo largo de una serie de comunicados de prensa en abril, acompañados de música y fotografías, los zapatistas han descrito cómo construyeron un barco al que llaman La Montaña, que llevará a siete miembros en la expedición: cuatro mujeres, dos hombres, y una mujer trans a la que Galeano se refiere como “otroa”.
La delegación partirá el 3 de mayo de Isla Mujeres, ubicada frente a la costa de la península de Yucatán en el sureste de México, y cruzará el Atlántico hasta la ciudad costera de Vigo, en la región de Galicia en España.
Al llegar, tienen la intención de desplegar una pancarta que dice, ¡Despertad!
“Pero si logramos desembarcar y abrazar con la palabra a quienes allá luchan, resisten y se rebelan, entonces habrá fiesta, baile, canciones, y cumbias y caderas estremecerán suelos y cielos distantes entre sí”, escribió Galeano con su estilo extravagante.
En un comunicado de prensa anterior en el que los zapatistas presentaban a los viajeros, Galeano dijo que la mujer trans llamada Marijose sería la primera en desembarcar con un desafío audaz: “¡Ríndanse cara pálidas hetero patriarcales que persiguen lo diferente!”.
“Nah, es broma”, agregó.
En lugar de eso, escribió, ella proclamará en nombre de los zapatistas, “A nombre de las mujeres, niños, hombres, ancianos y, claro, otroas zapatistas, declaro que el nombre de esta tierra, a la que sus naturales llaman ahora ‘Europa’, de aquí en adelante se llamará: SLUMIL K´AJXEMK´OP, que quiere decir ‘Tierra Insumisa’, o ‘Tierra que no se resigna, que no desmaya’. Y así será conocida por propios y extraños mientras haya aquí alguien que no se rinda, que no se venda y que no claudique”.
Pero el subcomandante Galeano también reconoció que esta increíble fiesta podría no suceder y si no se le permite atracar a La Montaña, los viajeros tomarán cuatro canoas que construyeron para representar diferentes etapas de la experiencia zapatista, y remarán de regreso a “las orillas de la casa de Ixchel”, probablemente México.
Con una prosa exuberante, Galeano explica el significado de las cuatro canoas sin preocuparse por la dificultad y el peligro asociados con cruzar el Océano Atlántico en esas pequeñas embarcaciones de manufactura artesanal. De hecho, no está claro qué garantías podrían ofrecer los zapatistas sobre la navegabilidad de La Montaña antes de su inminente partida.
El 500 aniversario de la conquista española de México ha sido un tema de conversación constante desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió al Vaticano y al rey de España, Felipe VI, en una controvertida carta de 2019 que se disculparan por los abusos cometidos por los invasores españoles. El gobierno español se negó, todo pasó hace mucho tiempo y los valores han cambiado desde entonces.
Pero los zapatistas han dejado claro que no buscan una disculpa. Cuando anunciaron por primera vez su intención de viajar a Europa en octubre de 2020, los zapatistas escribieron, “Hablaremos al pueblo español. No para amenazar, reprochar, insultar o exigir. No para demandarle que nos pida perdón. No para servirles ni para servirnos”.
“Iremos a decirle al pueblo de España dos cosas sencillas: Que no nos conquistaron. Que seguimos en resistencia y rebeldía”.
Los zapatistas saltaron a la fama en 1994, después de un levantamiento de 12 días en el estado suroccidental de Chiapas para protestar por la implementación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y atraer la atención hacia la difícil situación de los pueblos indígenas marginados de México.
Liderados por el subcomandante Marcos, los zapatistas declararon la guerra al estado mexicano y ocuparon edificios en diferentes ciudades y pueblos de Chiapas. El gobierno envió al ejército para aplastar la rebelión y se convocó un alto el fuego después de 12 días, pero al menos 145 personas murieron en el levantamiento y los combates posteriores.
Los comunicados poéticos de Marcos centraron la atención del mundo en los siglos de opresión que tuvieron que soportar los mayas y otros grupos indígenas en México. Luego, los zapatistas establecieron sus propias comunidades autónomas en Chiapas, enfatizando la autosuficiencia y los derechos humanos. Ahora, su viaje promete reintroducir su activismo a una nueva generación.
“Es tiempo de nuevo para que bailen los corazones, y que no sean ni su música ni sus pasos, los del lamento y la resignación”, escribieron los zapatistas en su comunicado de octubre.
“Así, diversas delegaciones zapatistas, hombres, mujeres y otroas del color de nuestra tierra, saldremos a recorrer el mundo, caminaremos o navegaremos hasta suelos, mares y cielos remotos, buscando no la diferencia, no la superioridad, no la afrenta, mucho menos el perdón y la lástima. Iremos a encontrar lo que nos hace iguales”.