Es una sombría noche de lunes aún en confinamiento, y estoy acostada en mi sofá viendo tutoriales sobre el “reino del viaje astral” en YouTube. Planeo visitar los sueños de mi exnovio esta noche, así que quiero asegurarme de que todo salga bien.
“Todo lo que vas a hacer es simplemente establecer una intención”, asegura Tiara Alicea, una YouTuber espiritual con apariencia de muñeca y un suave halo que la ilumina. “Visualiza [a la persona que quieres visitar] en tu mente y dale [al universo] una razón para visitarla”.
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Parece bastante fácil, así que cierro los ojos y pienso en cómo me gustaría lucir. No tengo nada qué decirle a este exnovio, y estoy segura de que no disfrutará mi visita; así que intento que mi mensaje sea optimista e inofensivo. Tal vez solo una aparición rápida; un saludo de paso y algunos genéricos buenos deseos.
“Universo”, le digo en voz alta, a la nada, “por favor transmite mis disculpas por ser una malcriada egoísta durante nuestra relación. También envía un saludo cordial por esos tiempos sin precedentes”.
Por un instante, me pregunto si meterse en la mente de alguien mientras duerme, sin su consentimiento, es un acto de abuso. Pero rápidamente desecho la idea. Después de todo, es solo un experimento: según un número cada vez mayor de influencers de YouTube, visitar los sueños de las personas es fácil e inocuo. Así que sigo adelante y le envío un mensaje a la mañana siguiente para averiguar si funcionó lo que hice. “Es un poco extraño, pero ¿tuviste algún sueño raro anoche?”, pregunto, lo más casualmente posible. Él no responde.
En los últimos años ha crecido el interés en el bienestar espiritual, y muchas grandes marcas e influencers han capitalizando la tendencia. Especialmente en Instagram puedes encontrar muchas mujeres (de cabellera seductora y piel hidratada) que defienden el poder curativo del tarot, los cristales, la magia y la manifestación. Se trata de una fantasía seductora en la que es fácil caer, especialmente cuando el mundo que te rodea se está desmoronando.
Pero esta tendencia ha sido llevada a extremos realmente sorprendentes en YouTube. Durante los últimos dos años, el sitio se ha visto invadido por un nuevo tipo de influencers espirituales, y todos ellos hacen grandes promesas sobre las capacidades de tu mente. Muchos de sus videos se centran en el tema del amor y la sanación de los corazones rotos. Si te concentras lo suficiente, argumentan, puedes manifestar instantáneamente un mensaje de texto de tu ex, enviarle mensajes telepáticos o visitar sus sueños. También podrías, si realmente quisieras, hacer que se enamoraran nuevamente de ti.
Esto de la “ley de la atracción” no es nuevo. Los videos sobre el tema han circulado en YouTube durante años. La única diferencia ahora parece ser su popularidad entre los principales influencers occidentales. Según Google Trends, durante el último año, ha habido un fuerte aumento en el número de personas que intentan “manifestar un mensaje de texto” de su ex y las búsquedas de la palabra “manifestación” han aumentado significativamente en el Reino Unido y Estados Unidos.
La recepción de estos videos también ha sido entusiasta. Muchos espectadores dejan comentarios, a menudo en mayúsculas, asegurando su efectividad. “Dios mío, esto funcionó al instante”, escribe un usuario en un popular video de manifestación de mensaje de texto. “FUNCIONÓ”, dice otro. “ÉL SERÁ MÍO❤”.
Confundida, me puse en contacto con Kayla Michelle, una YouTuber espiritual con más de 30.000 suscriptores y un millón de visitas. Además de ofrecer tutoriales sobre la manifestación de mensajes de texto, también comparte videos sobre la atracción del dinero, el cambio de “realidad paralela” y el cambio psíquico de la apariencia física. Como muchos influencers, parece una supermodelo con ojos de corderito y comparte su sabiduría con entonaciones suaves y relajantes. Quieres creerle; se ve encantadora.
“Manifestar un mensaje de texto funciona porque todo el mundo tiene un campo energético alrededor de su cuerpo”, explica Michelle. “Cuando tienes una conexión emocional con alguien, creas cordones energéticos y estos son como un vínculo con esa persona”. Entonces, llegar a alguien a través de la visualización y la meditación es como “tocarle el hombro”; es darle un recordatorio para que se acerque a ti. A partir de ahí, las cosas quedan fuera de tu control. “No te enviará mensajes de texto a menos que quiera”, enfatiza Michelle. “Todo el mundo tiene libre albedrío”.
Entrar en los sueños de los demás, supuestamente, también ocurre a razón de una conexión psíquica. “Somos más que nuestros cuerpos físicos”, dice Tiara Alicea, una influencer espiritual con más de 37.000 suscriptores. “Tenemos muchos cuerpos energéticos multidimensionales. Y con la práctica y los cambios de conciencia podemos sintonizarnos con ellos a voluntad”. Uno de estos cambios de conciencia ocurre cuando nos vamos a dormir, dice, lo que nos permite “explorar otros mundos, dimensiones y paralelos de la realidad con otros seres multidimensionales”.
Suena impresionante. Desafortunadamente, no he tenido suerte con la manifestación de los mensajes de texto a pesar de mis múltiples intentos, y mi visita a los sueños de mi exnovio fue un vergonzoso fracaso. Sin desanimarme, lo intenté de nuevo durante las siguientes noches, experimentando con amigos, familiares y viejos amores con los que aún tengo una relación civilizada. No tuve éxito, aunque todos parecieron darme su apoyo (y estar sorprendentemente impasibles) ante mi experimento de entrar en sus sueños. “Eres bienvenida si quieres intentarlo de nuevo esta noche”, me dijo alguien amablemente.
Lo más cerca que estuve del éxito fue cuando intenté visitar a una amiga para felicitarla por sus recientes logros profesionales. “No sueño”, dijo, cuando le pregunté si recibió mi mensaje. “Pero podría haberlo sentido en mi conciencia. Me desperté sintiéndome bien hoy”.
Entonces, ¿por qué muchos de nosotros recurrimos a estos métodos? ¿Qué nos ha traído hasta aquí? Cuando le planteo estas preguntas a Petra P. Sebek, autora de Spirituality in the Selfie Culture of Instagram [Espiritualidad en la cultura de la selfie de Instagram], ella señala una “crisis de autoridad religiosa”. Gracias a los poderes de concienciación de internet, es más probable que seamos escépticos hacia las religiones institucionales más grandes y también que estemos más expuestos a las alternativas esotéricas. Nuestros teléfonos inteligentes facilitan la experimentación con nuestros propios rituales personales —como la visualización y la meditación–, de forma privada y en los horarios que más nos convienen. Esto hace que la espiritualidad se trate menos sobre la adoración comunitaria y más sobre la elusiva búsqueda del crecimiento personal.
Y, por supuesto, está la pandemia. “El COVID ha despertado muchos miedos en nosotros, pero también la necesidad de consuelo y alivio”, dice Sebek. “La gente ha comenzado a hacer más yoga, practicar la conciencia plena, hacer ejercicios de respiración; cualquier cosa que puedan hacer en casa y que los ayude a relajarse, liberarse de sus miedos y ‘estar más en el momento presente’”.
Michelle concuerda: “La gente tuvo que detenerse, reducir la velocidad y estar consigo misma [cuando llegó el COVID]. Y cuando haces eso, es posible que llegues a cierto entendimiento acerca de la vida o de ti mismo con el que no te sientas cómodo. Y creo que mucha gente deseaba tener algo de estabilidad y sentir una conexión”.
Este aumento del interés en la espiritualidad del “crecimiento personal” no es positivo del todo. En el caso de los “sanadores de corazones rotos” de YouTube, incluso podría ser perjudicial. Como te dirá cualquier experto en relaciones, no puedes forzar, o “manifestar”, que alguien te ame. Si estás obsesionado con recuperar a alguien a través de la telepatía, la intrusión en sus sueños o las manifestaciones de mensajes de texto, es probable que estés atrapado en un ciclo de pensamientos muy poco saludable, obsesionado con cambiar una situación que deberías dejar atrás.
Este tipo de espiritualidad también es criticada por simplificar en exceso las luchas de la vida. No todo el mundo puede salir de los problemas con “buenas vibraciones”, y perpetuar esta idea sólo refuerza algunos de los mitos más nocivos del capitalismo. No todo depende de tu individual forma de pensar; a veces la sociedad y la suerte actúan en tu contra, en formas que están completamente fuera de tu control. Como resultado, los críticos de este movimiento lo han bautizado como “positividad tóxica”: felicidad forzada y poco auténtica que niega la complejidad de la experiencia humana.
“Los videos que se enfocan solo en fomentar la positividad y las emociones positivas pueden hacer que parezca que las emociones negativas deben reprimirse u ocultarse”, argumenta la Dra. Katherine Dale, profesora asistente de comunicaciones en la Universidad Estatal de Florida. “Aunque a menudo son desagradables, algunas emociones negativas pueden jugar un papel importante en nuestro bienestar. Las emociones negativas pueden llamar nuestra atención hacia los aspectos que debemos abordar en nuestras vidas y también ayudarnos a crecer”.
Independientemente de las implicaciones, no se puede negar el atractivo de estos videos. Acudimos a ellos en masa porque estamos en busca de respuestas, incluso si son tóxicas, locas o se basan en poca o ninguna prueba científica. Para Michelle y Alicea, la respuesta abrumadoramente positiva a sus videos habla por sí misma. Si funciona para algunas personas, ¿por qué no dejar que lo disfruten?
Pero para los escépticos como Sebek, se trata de un alivio temporal. “Las personas que piensan que pueden obtener lo que quieren solo con pensar positivamente, tarde o temprano se sentirán extremadamente decepcionadas”, dice. “La auténtica espiritualidad no se trata solo del crecimiento personal, sino también de la relación con otros humanos, con nuestra sociedad. No es posible experimentarla por completo en una burbuja personal”.