El concepto más reciente de una base en Marte es un iglú gigante en el Polo Norte marciano

Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.

El sueño de establecer una colonia humana en Marte se remonta a décadas, y probablemente pasarán al menos varias décadas más antes de que algo de eso se haga realidad. Pero el inmenso desafío técnico que significa la exploración humana de Marte no ha disuadido a los científicos de diseñar estrategias óptimas para habitar a largo plazo en el Planeta Rojo.

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La última versión de la larga tradición de bases especulativas para Marte se encuentra actualmente en desarrollo en la universidad suiza Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL). Este concepto se enfoca en la construcción de una estructura tipo iglú en el polo norte del planeta. La siguiente investigación en Acta Astronautica dirigida por Anne-Marlene Rüede, una estudiante del Centro de Ingeniería Espacial de la EPFL (eSpace), describe cómo el hielo y el polvo en los polos de Marte podrían aprovecharse como suministro de agua, combustible y materiales de construcción para una futura base.

“Los polos podrían plantear más desafíos al principio, pero son la mejor ubicación a largo plazo, ya que albergan recursos naturales que podemos usar”, dijo Rüede en un comunicado.

Las estructuras modulares del diseño de la EPFL —núcleo, cápsulas y cúpula— serían previamente construidas por robots con materiales del propio lugar. El domo sellado a presión estaría recubierto de una capa de hielo de tres metros de espesor para aislarlo y protegerlo de la radiación y los impactos de meteorito, que son comunes en la superficie marciana.

Image: EPFL

Una vez que los espacios habitables y los sistemas de soporte vital estuvieran en su lugar, el equipo de la EPFL prevé que una tripulación humana de seis personas viaje al planeta durante los seis meses del verano marciano, cuando la luz solar es abundante para la producción de energía solar (el calendario marciano tiene estaciones más largas que el calendario terrestre, porque el año marciano dura 687 días terrestres).

La tripulación pasaría unos nueve meses más desarrollando el hábitat artificial. Algunos suministros tendrían que ser enviados desde la Tierra, y serían interceptados en la órbita de Marte por una nave espacial local impulsada con recursos marcianos.

Al igual que el diseño del campamento base de Marte de Lockheed Martin o el concepto de colonia en Marte de SpaceX, el hábitat de la EPFL pretende anticipar los mejores procedimientos para establecer una presencia humana a largo plazo en Marte. Sin embargo, el que alguno de estos conceptos finalmente sea probado en Marte aún no es algo seguro, así que mejor no te encariñes demasiado con la idea de estar en Marte como un Santa Claus marciano dentro de un iglú en el polo norte de ese planeta.