Viajes

Los niños del “Hiroshima iraquí”

Por lo general no empezamos nuestros artículos con una advertencia, pero algunas de las imágenes de esta galería son increíblemente inquietantes. Hemos decidido omitir algunas por considerarlas demasiado perturbadoras, pero el resto las publicamos con pleno consentimiento, y porque sentimos que esta es una historia importante.

Quizá recuerdes a nuestro colaborador Karlos Zurutuza por sus fotos de insurgentes baluches, su guía de hoteles en zonas de guerra, o quizá, si te gusta leer las noticias y estar al tanto de lo que ocurre en el mundo, has visto su trabajo en otros medios. Durante sus últimos viajes a Irak, Karlos cubrió una historia que, incluso para el cenagal de depresión en el que se ha convertido Irak, sobresale por su brutalidad. Hablamos con él sobre las consecuencias médicas de la guerra en Irak, específicamente sobre sus efectos en los niños de Fallujah y Basora. Puedes leer su reportaje original aquí.

VICE: Hola, Karlos. Gracias por enviarme estas fotos, supongo. ¿Dónde estabas cuando descubriste esta historia?
Karlos Zurutuza:
La cubrí por primera vez en Basora el año pasado. Basora es el lugar más azotado por la guerra en los últimos 30 años porque se encuentra sobre una de las mayores reservas de crudo del país, y justo entre las fronteras con Irán y Kuwait. Estamos hablando de la guerra entre Irán e Irak (1980-88); la primera guerra del Golfo; la segunda… En cuanto a Faluya, Ya había estado antes pero no había tenido ocasión de visitar el hospital hasta el pasado marzo. Faluya es particularmente interesante porque ha sido llamado el “Hiroshima iraquí”; el pueblo fue reducido a escombros en 2004 por los americanos. Todo comenzó cuando encontraron los cuerpos de cuatro mercenarios colgando de un puente.

¿Eran los cuerpos de contratistas de seguridad?
Sí, hombres de Blackwater. Después de eso alguien decidió que Faluya era un bastión de Al Qaeda, así que usaron toda clase de armas. Al principio la coalición negó haber utilizado fósforo blanco. Luego dijeron que sólo lo habían utilizado “para iluminar objetivos”. El fósforo blanco se utiliza para derretir metales, munición, etc, así que te podrás imaginar el efecto que tiene en el cuerpo humano. También está la cuestión del uranio empobrecido pero Estados Unidos niega haberlo utilizado. Hay una relación evidente entre el incremento en el número de casos de cáncer y el uso de uranio empobrecido.

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¿Cómo fue, en términos de conseguir acceso? ¿Los doctores estaban interesados en que se supiera lo que estaba sucediendo?
Hay todo tipo de reacciones. Todos te quieren mostrar lo que está sucediendo pero muchos tienen miedo de perder su trabajo. Así que tienes que seguir un proceso burocrático; pedir permisos… ese tipo de cosas. Faluya es una localidad de mayoría sunita en una región sunita: Anbar. En Irak, los sunitas han sido olvidados por los chiítas en el poder, y parte de su sufrimiento se debe a las consecuencias de la guerra en Faluya sobre los niños del lugar.

Esta es la primera generación de iraquíes nacidos desde la más reciente invasión, ¿cierto? ¿Qué clase de problemas de salud se observan en el lugar?
Cáncer, leucemia, malformaciones congénitas, deformidades… Parece ser que el número de casos ha aumentado drásticamente y continúa al alza.

¿Y me imagino que los cuidados que reciben, incluso en los hospitales, son bastante reducidos debido a la situación que se vive?
Sí, por ejemplo en Basora, la esposa de George Bush, Laura Bush, impulsó la construcción de un nuevo hospital para estos niños. Tiene un aspecto increíble, puro diseño. No he visto hospitales así de bonitos en casa. Pero el año pasado todavía no había equipo de radioterapia. Llevaba un año en el puerto porque nadie se ponía de acuerdo sobre a quién correspondía pagar los costes de almacenamiento.

¿El equipo básico estaba en un almacén?
Sí, durante un año, mientras la gente moría. Este año me dijeron que tuvieron que esperar 16 meses para que llegara el equipo. Y una vez en el hospital, no tenían las herramientas para montarlo así que sigue sin funcionar. Ya han pasado dos años.

Supongo que sin ese equipo no hay mucho que los doctores puedan hacer por los niños.
Hay una ONG llamada Children’s Cancer Organization. Intentan financiar el viaje de los niños a Irán, Jordania y Siria. Irán es la opción más económica en términos de tratamiento aunque muchas familias tienen que dormir en la calle porque no se pueden permitir una habitación de hotel. El único lugar en Irak donde se puede recibir tratamiento es en Bagdad, pero la lista de espera es enorme y la gente no puede esperar. El que fundó la ONG también tiene un hijo con cáncer.



¿Fue por eso que inició su ONG?
Sí, eso fue lo que lo motivó. Según me explicaba, muchos padres llevan a sus hijos al hospital, pero muchos vienen de zonas rurales y no tienen medios para desplazarse a diario. Las mujeres se quedan en el hospital, pero los hombres tienen que seguir trabajando. La presión y la distancia hace que, a menudo, las familias se deterioren. Muchas de estas personas no pueden pagar un viaje diario de media hora en autobús. Es una tragedia bíblica; además del tema de la salud, la sociedad entera se deteriora por la situación y por la falta de recursos. Y no sólo eso, muchos padres se avergüenzan del estado en el que están sus hijos, se sienten culpables.
    
¿El gobierno de Estados Unidos niega haber utilizado esas armas?
Niega ambas cosas. No quiere admitir que están utilizando uranio empobrecido. Incluso a la OTAN se le ha solicitado una investigación sobre el uso de estas armas pero nunca ha dado una respuesta. Cuando estuve en Libia visitando lugares destrozados por las bombas era muy consciente de esto. Yo no tocaba nada, pero había personas saltando en los tanques para tomarse una foto y demás. Yo sólo pensaba que ese montón de chatarra podría estar envenenado. De ser así, niños como los de las fotos podrían nacer también en Libia.

FOTOS DE KARLOS ZURUTUZA