En un intento de censura, la Diócesis de Mexicali exigió que se alterara ilegalmente el mural del artista JM Gómez, ya que consideraban ofensivo el símbolo de media luna integrado por el artista. El párroco que interpuso la queja manifestó que dicho ícono era impropio para la ciudad y de connotación violenta para una ciudad de mayoría católica.
El mural de la discordia pertenece a un proyecto que reunió a varios artistas para intervenir espacios urbanos de la capital de Baja California. Fueron coordinados Colectivo Tomate en conjunto con el Ayuntamiento de Mexicali y Comex, logrando sumar 21 artistas nacionales e internacionales para intervenir la zona centro de la ciudad.
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JM Gómez, artista mexicalense, fue uno de los elegidos por su boceto que mostraba una ciudad mexicalense futurista. Su estilo remonta a las historietas de Moebius y otras clásicas tiras cómicas, además de una gama de colores neon en clara referencia a las caricaturas de Nickelodeon La Vida Moderna de Rocko y Hey, Arnold! de Nickelodeon. Gracias a su boceto, se eligió una pared de gran formato para la elaboración del mural. Los bocetos de JM Gómez fueron aprobados tanto por el Instituto de Cultura de Mexicali, como por el dueño de la pared en la zona centro de la capital bajacaliforniana.
Después de 25 días de trabajo, para el cual se requirió el apoyo de un andamio de cinco niveles y varios voluntarios para tareas como el rellenado, el artista cachanilla dio el último trazo de su obra. Al culminar, ésta fue presentada ante los medios de comunicación y la comunidad, con presencia del alcalde de la ciudad, Gustavo Sánchez Vázquez. Después del cierre, el artista tomó un vuelo al sur de México para continuar con su trabajo.
Fue hasta el tercer día que inició la presión. Entonces el artista recibió una llamada proveniente de su representante, donde le comunicaba que el párroco de la Iglesia había interpuesto una queja por el uso del símbolo de media luna que JM Gómez había integrado en la obra. El sacerdote exigió que este fuera eliminado del muro, ya que promovía una religión no afín a la cultura local. El Ayuntamiento decidió dar seguimiento a la queja interpuesta, y exigió al Colectivo Tomate eliminar dicho símbolo, ya que de no hacerlo, ellos mismos harían el cambio. Ante la negativa de JM Gómez, el Colectivo instruyó eliminar dicho elemento, aun sin tener el permiso del autor.
Al enterarse sobre la situación, JM Gómez decidió hablar con su abogado para tomar una decisión legal al respecto. Fue entonces cuando se hizo público el tema con esta publicación en redes sociales:
“La alteración del Mural del artista Mexicalense JM Gómez, fue un acto deliberado y con la intención de censurar una obra de arte que embellece nuestra ciudad. Esta firma profesional como representantes del artista en materia de Derechos de Autor actuó de manera inmediata para investigar y encontrar a la o los responsables. También nos pusimos en contacto con autoridades del Ayuntamiento de Mexicali quienes son los responsables del mantenimiento y cuidado de dichas obras, esto por convenio celebrado con el Colectivo Tomate y quienes de inmediato mostraron su disposición para resolver este asunto que ofende al artista y a la sociedad en general, y que violenta los Derechos de Autor. Agradecemos a las autoridades municipales su disposición y su respeto al artista”. Escribió en sus redes sociales el abogado defensor Jaime Davila.
Inmediatamente después del acto, inició una campaña en redes sociales en apoyo al artista, tanto de otros artistas como de la ciudadanía no convencida con el intento de censura por parte de la Iglesia y los modos de actuación en la alteración de una obra pública. De acuerdo con el abogado especialista en protección intelectual, Jaime Dávila, la obra en todo momento pertenece al artista, y la pared pertenece al dueño del inmueble. Esto significa que si bien la obra es vulnerable a ser vandalizada, esta no puede en ningún momento ser alterada por alguna institución sin antes obtener la confirmación del artista. Por esto, su alteración es consideraba ilegal ante derechos de autor.
En charla con el abogado defensor del artista, comentó que el artista es poseedor de derechos patrimoniales de la obra, por lo cual, nadie más que el artista es el dueño legítimo de la obra. Y que ciertamente, el artista pudo ceder temporalmente los derechos de difusión tanto a Colectivo Tomate como al Ayuntamiento de Mexicali, quien al final es el responsable de proteger la obra en beneficio de la comunidad.
Considerando la gravedad de la situación y la presión ejercida desde el Ayuntamiento de Mexicali para intentar mitigar la controversia, el artista decidió continuar con su campaña, ofreciendo una serie de entrevistas a medios locales y nacionales para dar a conocer el tema , pues en todo momento el consideraba que actuaba en total conformidad a la ley.
Simultáneamente comenzaron a surgir pintas de otros artistas utilizando la misma luna y el búho censurado, en diferentes partes de la ciudad. Estas manifestaciones eran en un claro apoyo de los artistas hacia la situación de JM Gómez. Un de los actos de solidaridad más notables fue ejercido por el artista Jonathan Rivera Valdez, quien aprovechó una maceta en otro sector del Centro Histórico, para hacer un tributo a la obra censurada del artista. Curioso efecto Streisand, un fenómeno encontrado en Internet que se da cuando alguien intenta eliminar o borrar cierta información, pero generando mayor atención y notoriedad al evento.
Fue tanta la presión en redes sociales y el silencio de la Iglesia, que finalmente el Ayuntamiento de Mexicali decidió cambiar su postura, y apoyar al artista JM Gómez para que restaurara la obra cubriendo los gastos de pintura y maquinaria para hacer el trabajo. La restauración requirió el apoyo de una grúa del municipio, y un total de cinco horas para la preparación de los colores y el delineo en la parte alta del muro.
Finalmente toda esta situación generó un aprendizaje para JM Gómez, quien prefiere dar otra lectura sobre el evento, ya que considera que el tema real es el éxito del proyecto de “Ciudad Mural”, ya que la zona poco a poco se ha reactivado por personas que desean recorrer y conocer las obras de arte. De igual manera, JM hace un llamado a la comunidad artística a ser responsables de su obra, y conocer plenamente el significado de su material, y principalmente saber defender su obra cuando la situación lo amerite.