Hace quince años, el minúsculo país himalayo de Bhután perdió un partido de fútbol 20-0 contra Kuwait en la fase de clasificación para la Copa Asiática. Probablemente se tratase de uno de los momentos más embarazosos de la corta historia futbolística del país. Al fin y al cabo, sin embargo, el deporte nacional es el tiro con arco.
A nadie en Bhután parece importarte demasiado el fútbol. A los jugadores apenas les pagan 140 euros al mes, y la gente ni siquiera podía ver fútbol en televisión hasta los años 90, cuando la televisión dejó de estar prohibida en el país.
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El rendimiento de la selección nacional tampoco ha ayudado a hacer crecer la afición al fútbol en el país. Hasta el jueves, Bhután solo había ganado tres partidos en su historia, y la FIFA le ubicaba en el puesto 209 de la lista de combinados nacionales – el último de todos.
Pero en el primer día de la fase de clasificación para el Mundial de 2018 en Rusia (sí, ya ha empezado a pesar de que solo hayan transcurrido 242 días desde la victoria de Alemania frente Argentina en la final de 2014), Bhután sorprendió al mundo del fútbol endosándole un 0-1 a domicilio a Sri Lanka, la selección número 175 de la clasificación global.
El presidente de la FIFA Sepp Blatter dijo en Twitter que se trataba de un momento “maravilloso, histórico”.
El futbolista bhutanés Tshering Dorji anotó el único gol del encuentro en el minuto 84. El equipo celebró la victoria yéndose al KFC de al lado del hotel de concentración.
El partido de vuelta de la eliminatoria se jugará el 17 de marzo en Bhután.
