Fotos por el usuario de Flickr Bit Boy.
Lo primero que Sam Gutman explicó cuando le pregunté acerca de las sobredosis por consumo de drogas es que el término “sobredosis” es en sí mismo engañoso.
“La sobredosis implica que existe una dosis terapéutica que es eficaz y que has tomado más de la cuenta, por lo que cuando la aplicas a algo como una droga callejera, no hay ningún tipo de dosis efectiva”, relata Gutman, un médico de emergencias radicado en Columbia Británica y fundador de Rockdoc Consulting, una compañía que ofrece servicios de reducción de daño en los festivales de música.
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“Todas son malas y potencialmente mortales y peligrosas”.
“Es aún más complicado porque las drogas callejeras rara vez son puras”, dijo, “y todos respondemos de manera distinta a los químicos”. Además, las personas que presentan una sobredosis a menudo tienen una mezcla de sustancias en su cuerpo.
Dicho esto, las familias de fármacos causan síntomas específicos durante una sobredosis. Le pedimos a Gutman que explicara los síntomas y la forma en que podrían provocar la muerte:
Alcohol
El hígado puede metabolizar el alcohol a un ritmo de cerca de una onza (o una copa) por hora, pero muchos de nosotros le entramos al licor más rápido que eso.
Sobra decir que beber demasiado y muy rápido te hace vomitar, pero es realidad un signo de toxicidad, comentó Gutman.
“Es cuando alguien podría decir ‘Estás experimentando una sobredosis’. Ya que no te pones alegre y desinhibido y la pasas bien, sino que empiezas a sentirte con ganas de vomitar y acabas inconsciente”.
En ese momento, tu cuerpo pierde la capacidad para desintoxicarte del alcohol, explicó Gutman.
“Es un problema cuando eso se convierte en un riesgo para tu seguridad. Entonces vomitas y lo aspiras por tus pulmones. En cierto modo es la famosa muerte de un rockstar, cuando te ahogas con el vómito”.
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Si bien puede sonar como un cliché, Gutman comentó que la asfixia por vómito es en realidad el mayor riesgo para la salud cuando se trata de una sobredosis por alcohol, así como las lesiones que ocurren como resultado de caerse o conducir.
Fentanilo. Foto vía Twitter.
Opioides (heroína, codeína, fentanilo, oxicodona)
Hay receptores de opioides en todo el cuerpo, explicó Gutman, y cada sistema de órganos se ve afectado por la droga. En caso de sobredosis, el mayor problema es la depresión respiratoria.
“Ralentiza tu ritmo respiratorio hasta el punto en el que tu cerebro no recibe suficiente oxígeno… No hay suficiente oxígeno en la sangre y tampoco en los sistemas importantes del cuerpo”, aclaró.
La gente puede morirse de un paro respiratorio.
Con la heroína, es más común que los usuarios que se inyectan tengan una sobredosis porque no se filtra a través del hígado. La sustancia va directamente al torrente sanguíneo, a menudo en una dosis más potente de lo que serías capaz de obtener al fumarla.
Para revertir una sobredosis de opioides, Gutman dijo que lo primero que se debe hacer es ventilar a la persona y conseguir que entre y salga aire a través de sus pulmones, y luego usar un agente de reversión como la naloxona, que bloquea los receptores opioides del cuerpo.
Los efectos del fentanilo, que es hasta 100 veces más potente que la morfina, son más difíciles de revertir, añadió Gutman.
“Las personas necesitan una cantidad diez veces mayor de naloxona para revertirlo”, mencionó. “Podrían volver a experimentar un paro respiratorio debido a que el narcótico tiene una duración más larga que la de la naloxona”.
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Estimulantes (cocaína, crack, speed y metanfetamina)
Los estimulantes aumentan la presión arterial y el ritmo cardíaco, por lo que, como era de esperarse, pueden causar ataques al corazón.
“El estimulante hará que el músculo del corazón no reciba suficiente oxígeno y entonces te da un ataque al corazón”, dijo Gutman. El corazón también puede dejar de latir o hacerlo en forma irregular.
Otro signo de una sobredosis por estimulantes son las convulsiones provocadas por la sobreestimulación del cerebro o el sobrecalentamiento del cuerpo.
Y luego está la buena y vieja psicosis.
“Alguien que está psicótico, que corre por todos lados, ve cosas, o se pone agresivo o empieza a alucinar, que salta de un puente porque cree que puede volar”.
Cuando le pregunté si algunos estimulantes son más peligrosos que otros, Gutman no se anduvo con rodeos.
“La cocaína es el peor de todos en lo que a mí respecta”, comentó. “Debido a que la gente tiene una falsa sensación de que es segura, ya que ha estado presente desde hace un tiempo y es muy común, pero causa convulsiones, ataques al corazón, dolor de pecho; puedes ponerte muy psicótico y paranoico”. También dijo que los malos juicios causados por el alcohol aunados al exceso de confianza de la cocaína pueden llevarte a tomar pésimas decisiones.
Tacha/MDMA
La tacha o MDMA es técnicamente un estimulante alucinógeno, pero en términos generales, “realmente no tienes idea de lo que está tomando”.
“Las tachas que encuentras en la calle rara vez son MDMA puro”, contó Gutman. “Frecuentemente están adulteradas con otros estimulantes u otras cosas, algunas de las cuales tienden a provocarte efectos nocivos, como elevar la temperatura de tu cuerpo o causarte convulsiones”.
Una de las formas más terribles de morir al consumirlas es por beber demasiada agua, según Gutman.
La droga te provoca sed y cuando combinas esto con la creencia de que debes mantenerte hidratado cuando tomas MDMA puede provocarte una condición llamada hiponatremia, que es cuando la sal de tu sangre se diluye.
“Tu cerebro se hincha y puedes morir a causa de esto”, puntualizó.
“El cerebro está en tu cráneo y éste tiene un volumen fijo. Si el cerebro que está dentro de ese volumen fijo comienza a hincharse, empezará a aplastar su parte inferior, literalmente… y provocará una lesión en el tallo cerebral y luego la muerte”.
Si tomaste una tacha también puedes morir de hipertermia (que es cuando tu cuerpo se sobrecalienta).
LSD. Foto vía el usuario de Flickr Farmer Dodds.
Alucinógenos (LSD, hongos)
Las sobredosis de estas drogas por lo general implican psicosis, es decir alucinaciones y paranoia. Aunque no son mortales, pueden ser “muy malas”, comentó Gutman.
“A veces los efectos tienen una duración que va más allá de la vida media de la droga. Así que las personas pueden tener malos viajes y quedar afectados psicológicamente a largo plazo como resultado”.
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Otros (ketamina, GHB)
Al igual que el licor, ambas sustancias pueden hacer que el usuario pierda el conocimiento y se ahogue con su vómito.
La ingesta de ketamina, que por lo general hace que los usuarios se sientan como si estuvieran disociados de sus cuerpos, por lo general no provoca la muerte en la gente, aunque “podrías quedar con cicatrices psicológicas”, dijo Gutman.
Gutman dijo que el problema con el GHB es que es impredecible y en cuanto a una dosis, hay una línea muy fina entre qué tanto quieres drogarte y el nivel tóxico. “Podrías estar drogado un minuto y al siguiente estar en un coma profundo que va y viene. Así que estarías en coma y luego semiconsciente y luego otra vez en coma”.
La gente oscila entre el coma y estar despierta de manera impredecible, entre tres y 12 horas después de tomarlo.
Gutman dijo que en los conciertos donde su compañía ofrece servicios médicos, el personal revisa a las personas que parecen estar dormidas, pero que en realidad podrían estar muy intoxicadas.
“Ellos van y los despiertan para asegurarse de que se mantengan alerta. Porque de lo contrario no podrías saber”.
Mariguana
Sólo bromeo, la hierba nunca ha matado a nadie.
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