Lo siento, tu perro ha sido decapitado

Si existe alguna regla de oro para la gente que trabaja cuidando perros seguro que es esta: “No dejes que se ataquen entre ellos”. Montreal Dogs, una guardería para perros, recibió hace poco un aluvión de críticas porque dos perros se destrozaron el uno al otro mientras estaban en su guardería. Y encima los cuidadores lo negaron.

En febrero, un cocker spaniel monísimo llamado Chestnut fue mutilado mientras su dueña estaba de vacaciones. Ese mismo mes, Stanley, un shih tzu, fue decapitado y devorado por perros más grandes. En lugar de asumir que la habían cagado, los cuidadores de la guardería le contaron milongas a sus dueños.

Los cuidadores del centro Montreal Dogs, Mina y Cesare Carbone, intentaron colar la típica mentira: “No sabemos nada, vuestros perros se escaparon”, pero semanas después la verdad salió a la luz cuando un servicio de rescate animal hizo una investigación (a petición de la familia de Stanley). Los dueños del perro llamaron a la Sociedad de Prevención de la Crueldad Animal en Montreal y organizaron manifestaciones para que todos supiesen de la muerte de sus animales.

Parece que Stanley y Chestnut fueron al cielo de los perros por una negligencia, no por crueldad animal. Susan Briggs, fundadora de Crystal Canine, una consultora y negocio de recursos para la industria del cuidado de mascotas, dijo: “La gente que tiene varios perros en casa cree que es un trabajo divertido y fácil, pero no entienden que eso es muy distinto a controlar a un grupo de perros que no se conocen y no están acostumbrados a estar juntos”. Puede que ocurran accidentes mientras uno está ocupado solucionando el caos de cada día de un negocio pequeño. Y continúa: “Yo tengo una guardería para perros y he de admitir que cometemos errores. Los perros juegan con la boca; aunque alguien los esté vigilando, pueden causarse heridas. En estos casos es difícil ser honesto, pero tienes que verlo con perspectiva y aceptar que has cometido un error, hablar con el dueño y hacer lo que sea para arreglar la situación. No siempre se trata de una negligencia, los perros son imprevisibles. Son animales. Y es muy caro que estén completamente a salvo. Tienes el servicio por el que pagas —al menos casi siempre— pero si te hacen un descuento o una oferta en una guardería para perros, realmente deberías preguntarte por qué”.

¿Qué hemos aprendido de esto? Para empezar, que la reputación de tu negocio vale más que un par de chuchos mutilados. En segundo lugar, que es lógico que algún perro muera, eso pasa y ya está. Así que, ¿por qué no abrir un negocio que se ocupe de las necesidades de quienes han perdido a sus mascotas? Uno que ofrezca impresión de carteles, detectives privados, incineraciones, urnas, ataúdes, lápidas, etc. Creo que estaremos de acuerdo en que Montreal Dogs ha perdido una buena ocasión de hacer negocio.