Desde hace más de diez años, la industria discográfica comenzó a mostrar señales de un debilitamiento paulatino. El auge del internet y las plataformas como Napster se convirtieron en los principales enemigos de las compañías discográficas. Descargas ilegales, formatos digitales de audio y reproductores portátiles como los iPods, configuraron un escenario caótico para los dinosaurios de la industria musical.
A principios de los años ochenta surgió el disco compacto, el formato que desplazaría a los discos de vinil de los anaqueles de las tiendas. Ocupaban menos espacio y los costos de producción y distribución eran extremadamente menores. Durante casi veinte años, el disco compacto se convirtió en el formato predilecto de los consumidores de música. En casi todos los países del mundo cerraron las plantas de fabricación de discos de vinil, excepto en Estados Unidos y algunos países de Europa.
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Muy pocos imaginaron que los LP’s y las tornamesas volverían en algún momento. Sin embargo, según cifras de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica y Nielsen SoundScan, sólo en 2013 se vendieron más discos de vinil que en los últimos 20 años. Mientras las ventas del cd a nivel mundial disminuyeron un 14.5%, los discos de vinil aumentaron sus ventas 32%. De los 4.5 millones de discos vendidos en 2012, las cifras aumentaron a 6 millones en 2013.
En abril de 2014, USA Today reportó un aumento en las ventas del 91% con respecto al año anterior. Frente a esta situación, ¿existen las condiciones para un resurgimiento similar en México?
¿Un sello discográfico que sólo edita discos de vinil?
Light & Noise Records es una disquera independiente mexicana, dedicada exclusivamente a editar discos en vinil. Fue formada en 2013 por Mauricio Barrón, Bernardo Mancebo, Ariadna Montañez, Gustavo Farfán y Enrique García-Salgado. Todos ellos han trabajado profesionalmente en algún ámbito de la industria musical, ya sea como músicos, locutores de radio, fotógrafos o programadores.
La idea surgió hace varios años, entre 2005 y 2006. “Quería tener una tienda de discos y después hacer una disquera. Inicialmente tenía el plan con otros amigos y la disquera era de cd’s. Curiosamente, de esas primeras juntas surgió Lifeboxset”, dijo en entrevista Mauricio.
Él empezó a coleccionar discos de vinil hace 8 años. Durante ese tiempo, platicó con Farfán su idea de tener una tienda de discos y un sello discográfico. En enero de 2013 se juntaron por primera vez con Bernardo. A lo largo de ese año invitaron a Ari y a Quique a subirse al barco y así quedamos los cinco socios de la disquera.
“Cada vez se venden más viniles, nos dimos cuenta en algunos viajes que pudimos hacer. El vinil es un objeto de colección por la calidad y el arte. A pesar de que las disqueras entraron en crisis y el cd ya no se vende, las ventas del vinil se han multiplicado año tras año. En Estados Unidos, Virgin Records acabó quebrando por no hacer la transición de cd’s a vinil. Cuando la industria se vino abajo, ellos quebraron. En Estados Unidos y otras partes del mundo hay cadenas de tiendas de discos independientes que han sobrevivido así. Venden vinil, venden cd y de alguna manera, al no ser esas tiendas de discos monstruosas e impersonales, mantienen una relación más estrecha con sus clientes”.
Mauricio se da cuenta que la gente todavía no consume tanto vinil en México, pero es un proceso que está empezando y lo ilustra con su caso particular. “Compré mi primer vinil en 2006 pero mi primera tornamesa hasta 2008. Creo que eso es lo mismo que está pasando aquí, es un proceso de transición que se está dando lentamente”.
“El hecho de que más bandas locales estén editando en vinil y haya música nueva, irá acercando a más personas a este formato. Cada vez hay más tiendas y es más fácil conseguir tornamesas”.
El plan de Light & Noise Records es producir tirajes cortos y limitados. Ediciones especiales entre 200 y 500 discos. Buscan la mejor calidad de producción y de sonido, que suenen y se vean lo mejor posible, “al nivel de cualquier tiraje de disqueras internacionales. Queremos editar en los próximos doce meses, 5 discos”, menciona Mauricio, de manera optimista.
“Las tendencias son cíclicas. El vinil ya tuvo su época pero ahora está regresando. No creo que vaya a regresar el cd. Siempre somos un reflejo de lo que pasa en otros países, especialmente Estados Unidos. Nos tardamos un poco en reproducir las tendencias pero si seguimos así, claro que habrá un mercado más grande para el vinil en México”.
La única planta de producción de discos de vinil en México
Retroactivo Records es una tienda de discos y una empresa dedicada a la maquila y producción de discos en formato vinil. Se encuentra localizada en Jalapa 125 en la Colonia Roma y es la única empresa en su especie en México.
Claudio Pérez y Alejandro Baeza se conocieron en la Facultad de Contaduría de la UNAM a finales de los años ochenta, desde aquella época compartían el gusto por la música. Coleccionaban e intercambiaban discos de vinil, el formato vigente en ese entonces. Casi veinte años después se asociaron para formar Retroactivo Records.
“Yo empecé buscando un disco para mi mamá en formato vinil”, comentó Claudio en entrevista. “Era un disco que le gustaba mucho y lo conseguí para ella en ese acetato. Entonces me di cuenta que había cosas muy interesantes y comencé a comprar y vender discos”. En diciembre de 2004 compró un lote de 400 discos y lo puso a la venta en una tienda de antigüedades. Ese fue el primer acercamiento de Claudio al mercado discográfico.
En 2006, Claudio y Alejandro viajaron a Utrecht, Holanda, a una de las ferias de discos más importantes del mundo, la cual se especializa en el formato de vinil y regresaron con más y mejor material para la tienda. Se dieron cuenta de que se estaban produciendo cosas nuevas y no sólo se comercializaba con los discos de la época dorada del vinil. “Fue entonces cuando dijimos: si se están fabricando discos, entonces debe de haber manera de fabricar en México”, menciona Claudio.
En una entrevista que les hicieron del Canal Mexiquense obtuvieron el primer contacto que les permitiría tener su propia planta de fabricación de discos de vinil en un futuro. “La persona que nos vendió las máquinas tenía un negocio de rocolas de las que funcionaban con discos de 45 rpm. Entonces él fabricaba esos discos para surtir sus rocolas en todo el país. Iba de lugar en lugar cambiando los discos. Cuando llegaron las rocolas de cd el negocio se vino abajo y dejaron de ocupar las maquinas. Antes de pertenecer a ese señor, las maquinas eran de un sello llamado Discos Gas”.
La otra parte de su planta la compraron a Discos Alegría, una disquera mexicana enfocada al rocanrol y la música popular. “Era una fábrica particular, ellos hacían todo. Fabricaban sus etiquetas, las suajaban, hacían sus portadas, cerraban los discos. Eran una fábrica integral y tenían unas máquinas hechas por ellos mismos, el señor era ingeniero”, comenta Alejandro.
Tras fusionar la maquinaria de Discos Gas y Discos Alegría, formaron su propia planta de producción de discos de vinil, Retroactivo Records. El 14 de mayo de 2009 prensaron la primera producción en la nueva fábrica, la única en su tipo en todo el país.
“El mercado de los discos de vinil es un mercado muy noble y va creciendo. Quisimos cerrar el círculo con la fabricación de discos de vinil. Ya existía la parte de la comercialización de los discos, pero faltaba esta parte”, menciona Alejandro.
Desde 2009 han fabricado discos para todo tipo de artistas. Desde Zoé hasta Massacre 68. Han maquilado para disqueras transnacionales como Sony, Universal, EMI y Warner.
“El tiraje más grande que hemos hecho fue el disco de Zoé, fueron 25 mil copias. El de Bunbury fueron 9 mil e hicimos una reedición de un disco de Luis Miguel que fueron 5 mil copias”, apunta Alejandro.
“Las disqueras están comercializando el disco de vinil no sólo como un formato musical sino como un souvenir, un objeto de colección”, menciona Claudio.
“Desgraciadamente la industria del vinil la siguen manteniendo los independientes y el underground. Para nosotros el 90% de las producciones de discos han sido independientes”, comentan Alejandro y Claudio. “Mientras no tengamos el empuje de las grandes disqueras, el mercado del disco de vinil se seguirá manteniendo así, pequeño”, apunta Alejandro.
Dentro de las tres fases de la industria discográfica (fabricación, distribución y comercialización) Alejandro ve muy sólida la parte del comercio y no cree que se detenga. “Incluso han abierto una especie de boutiques dedicadas a vender discos de vinil exclusivamente”, menciona. Sin embargo, la parte de la manufactura la ve más complicada pues, “mientras no exista el apoyo de las disqueras transnacionales, va a ser más difícil que exista un resurgimiento como tal. Me refiero a la producción de versiones mexicanas de los artistas internacionales del momento, como antes”, apunta.
“Si editaran las versiones mexicanas de los discos de Daft Punk o de David Bowie, que ya nos han venido a cotizar, claro que les saldría más barato y sería negocio, pero no han logrado conseguir las licencias de las disqueras transnacionales para editar esos discos en México”, menciona Claudio.
“El cd sí mató el vinil en una época, pero ahora el cd está muerto en cuestiones comerciales. Si sigue vivo es por lo barato que sale producirlo”, afirma Claudio.
“Si están aumentando las ventas de discos de vinil exponencialmente en Estados Unidos es porque todo el mundo les compra a ellos. Son discos que se fabrican allá. Sería interesante conocer estadísticas de las ventas de vinil en México, de discos producidos en México. Aún son rastreables todos los discos que se producen aquí”.
Otra ventaja del vinil por encima del cd, más allá de la calidad de audio o los gráficos, es la imposibilidad de fabricar piratería, por los costos de producción y la carencia de plantas de fabricación.
Luis Miguel, Maná, Café Tacuba, Los Auténticos Decadentes, Babasónicos, Julieta Venegas, Jesse & Joy, Bunbury, Hello Seahorse, Los Bunkers, Carla Morrison, Juan Cirerol, Comisario Pantera, Rebel Cats, Austin TV, son más ejemplos de los artistas que han editado sus discos en formato vinil en México, en los últimos años.
La primer tienda de discos de vinil especializada en un género
Diego y Fernando son los dueños de Carcoma Records, la primera tienda especializada en vender discos de vinil del género punk en México. Su primer acercamiento con el negocio comenzó hace casi 10 años, pues Diego manejaba una distribuidora de discos junto a su hermano Cesar. Vendían cd’s, viniles y casettes por correo, en internet y en tocadas de punk a nivel nacional.
“Siempre quisimos convertir la distribuidora en algo más serio, el paso obvio era tener un lugar físico en el que pudiéramos vender nuestros discos”, menciona Diego. “Después de tantos años vendiendo discos, nos dimos cuenta que el cd se dejaba de vender pero los viniles no. A la gente le dejó de interesar el cd, en cambio, el vinil siempre tuvo ese valor agregado para los coleccionistas”.
Diego afirma que en casi dos años han vendido casi 2,000 discos de vinil en la sucursal de Carcoma Records en la Colonia Roma. A partir de mayo de este año, abrieron una sucursal en Guadalajara. “Comenzamos con un pequeño mueble y no muchos discos, pero creemos que puede crecer poco a poco, es un experimento”, comenta.
“Por cuestión de costos de producción, el cd eliminó al vinil en países como México, pero en Estados Unidos y Europa el formato se mantuvo vigente, bajaron los niveles de producción durante muchos años pero las plantas jamás cerraron”, afirma Diego.
Un disco de vinil siempre va a ser parte de una producción limitada, los artistas buscan que cada tiraje sea especial por lo que producen ediciones de diferentes colores, tamaños y formas. Hay discos de vinil transparentes, con forma de corazón, cuadrados, fluorescentes y de cualquier color imaginable. “Además ahora las disqueras independientes se dieron cuenta de éste fenómeno y están comenzando a apoyar a sus artistas con ediciones que incluyan mucho más que una simple descarga digital. Ese tipo de ediciones le gustan a los fans, está empezando a funcionar en México”, comenta Diego.
Además de Carcoma Records, Diego fundó No Visión Discos en Agosto de 2012 junto a su amigo Carlos. “Es una empresa que ofrece servicio de maquila de vinil a bandas y disqueras. Mandamos a maquilar a Estados Unidos y República Checa para mantener los altos estándares de calidad que exige la industria hoy en día”, menciona.
Han maquilado 16 discos hasta ahora entre los que se encuentran producciones de Café Tacuba, Austin TV, Da Punto Beat, Comisario Pantera, entre otros.
“Cada año son más las bandas mexicanas que quieren editar en vinil. Desde hace 4 años para acá han aumentado las producciones. Por lo mismo de que sus cd’s ya no se vendían, buscaron nuevos formatos que les dieran ingresos. El vinil se ha convertido en un formato predilecto de las bandas independientes. En Estados Unidos no hay bandas independientes importantes que no hayan editado algo en vinil”.
Diego se muestra optimista con respecto a Carcoma Records y a No Visión Discos, sin embargo cree que aún no existe la demanda suficiente como para que se abran más plantas de producción de discos de vinil en México. “El día en que las disqueras transnacionales se den cuenta de que el vinil sí les va a dejar ganancias, quizás cambien las cosas…”
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