Donald Trump con un machete clavado en la cabeza y la cara ensangrentada. Sobre sus ojos se puede leer: “Fuck you puto”. Así es el póster de la gira europea de Brujería, el supergrupo de metal extremo por el que han pasado Dino Cazares de Fear Factory, Jello Biafra de Dead Kennedys o Billy Gould de Faith No More. Este macabro cartel no sorprende a nadie, viniendo de una banda que se dio a conocer hace dos décadas con el disco Matando Güeros , que mostraba en su portada una mano sosteniendo una cabeza decapitada.
Koke Díez, técnico de sonido y productor salmantino, se ha pasado un mes entero conduciendo la furgoneta de esta banda de grindcore de Los Ángeles con raíces mexicanas. Ha trabajado noche y día con ellos, hasta convertirse en su conseguidor y “niñera”. Hablamos con él en su primer día de vuelta a Madrid para que nos cuente cómo ha sido esta convivencia tan intensa. Un viaje entre machetes, groupies, marihuana, dominatrix… y el bajista de Napalm Death haciendo Skype con su bebé por las noches.
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VICE: ¿Cómo surgió la oportunidad de irte de gira con Brujería?
Koke: Unai García, el tour manager, necesitaba un técnico que le ayudará a conducir en los trayectos largos. Cuando publicó la oferta surgieron 1.000 candidatos, pero tuve la suerte de que me eligió a mí. Yo me compré el Matando güeros hace 20 años y era uno de mis discos favoritos. Aunque reconozco que les tenía perdida la pista, en el primer concierto de esta gira ya era más fan que técnico. Sobre todo, teniendo en cuenta quién toca en la banda ahora. Son como un dream team del metal de los 90.
¿Cuáles eran tus funciones y tareas en el tour?
En teoría hacer sonido y ayudar en producción pero los del grupo me señalaban y decían “aquí tienes a nuestro técnico, backliner, niñera, psicólogo, madre y nuestro ‘señor lobo’ para los momentos especiales” . La coña del viaje era el “for the boys” (paga producción) porque todo el rato decíamos “food for the boys” , “weed for the boys” … No es tan fácil conseguir weed cuando viajas 800 km todos los días. Cada ciudad te propone nuevos retos. El primero llegar, el segundo llegar a tiempo, el tercero tener a todo el mundo contento, cuarto conseguir hacer el puto bolo y que la gente se vaya a casa con la polla bien gorda por haber visto un bolazo.
Cada uno de ellos tiene otros mil grupos. ¿Cómo hacen? ¿Los aparcan un mes?
No, están en la misma agencia de contratación todos y aprovechan. Algunos miembros van cambiando según la gira y sus compromisos con sus otras bandas, lo que complica todo bastante. Solo Shane Embury (Hongo) de Napalm Death ya tiene como cuatro o cinco bandas. Jeff Walker (El Cynico) está en Carcass y hace cosas en solitario. Los cantantes que acompañan al Brujo ahora tienen sus proyectos. El otro guitarra igual. Y Nicholas Barker (Hongo Jr.) de Cradle of Filth y Dimmu Borgir debe tocar en cuatro bandas ahora mismo.
Son una especie de Transformers del metal extremo.
Exacto. Y quieren tocar con sus otros grupos en sus días libres, lo que implica lidiar con las informaciones erróneas que nos pasan de hoteles y coordinar combinaciones de vuelos, trenes y furgonetas para que lleguen a tiempo. En realidad te pasas la gira intentando cubrir las necesidades técnicas y personales de la banda, que en realidad es una habitación individual y poco más, pero hacérselo entender a algunos promotores es lo más complicado del mundo. Hemos tenido que improvisar mucho sobre la marcha. Nos ha pasado de todo.
¿Qué quieres decir con eso de que os ha pasado de todo?
Pues que la furgo de gira murió en Alemania, por ejemplo. No había nada de alquiler cerca y Unai se tuvo que ir a Praga a buscar otra mientras yo me iba a Viena con la banda enlazando trenes hasta conseguir dar el bolo sin cancelar. En el último concierto hubo también momentos tensos porque los organizadores llevaban un rollo straigh edge y no querían drogas ni armas. El control de alcohol era tan exhaustivo que solo había cerveza. Y Brujería llevan machetes en el escenario y se pasan la mitad del bolo pidiendo marihuana al público. Pero al final todo bien.
Brujería llevan machetes en el escenario y se pasan la mitad del bolo pidiendo marihuana al público. Pero al final todo bien.
Esos machetes os han tenido que regalar buenos momentos.
Cada día los perdían a última hora. Ver a un tío borracho con un machete en la mano de camino a la furgo siempre impone respeto. Teníamos que esconderlos para evitar que nos pararan porque tres hispanos y tres británicos melenudos y tatuados, dos españoles y un belga con nuestras pintas son un imán para la policía. Empiezan con los machetes y acaban metiéndote un dedo en el culo aunque no lleves nada. Como siempre llevábamos hierba en la furgo, nos tocó bordear toda Suiza para evitar atravesarla. Y al bajar del ferry en Inglaterra ¡pum! Control de aduanas. “Pase por aquí” . Y el tío siguiente que es el que echa el primer vistazo y te manda a proctología dice: “Sois una banda de metal, ¿verdad? Me flipa el metal. Pasad, pasad” .
¿Qué peticiones tienen en el rider? ¿Algo divertido? ¿Más armas?
Lo normal, nada del otro mundo. Jack Daniels y marihuana. En realidad no tienen que pedir nada, las cosas les llegan solas. Llevan girando más de la mitad de su vida y Brujo es como un profeta al que todo el mundo se quiere acercar, tanto los fans como las otras bandas. Sepultura, At The Gates, Nick Oliveri, Cradle of Filth… todos venían a verles. Brujo es especial, diferente. Por eso fue capaz de liar a músicos como Jello Biafra, Dino Cazares y muchos otros. Es un purista del hardcore-grind que prefiere mantener su autenticidad y vivir en el caos perpetuo a darle un carácter comercial y forrarse. No te puedes hacer a la idea de cuánta gente ha pasado por sus camerinos.
Háblame de esos visitantes del camerino.
Hay de todo. Fans que quieren a toda costa un autógrafo en las tetas, latinos borrachos queriendo ser sus mejores amigos porque son latinos y se convierten en lapas… Un redneck americano con su novia y un tío de Glasgow, los dos con su acentazo, intentando discutir con el Brujo de política mientras sus novias florero fumaban hierba a dolor e intentaban robar cerveza del piso/camerino, y el Brujo partiéndose la caja porque no entendía a ninguno de los dos. También nos visitaron una pareja de amigos israelíes. Él, ciego de speed, intentaba convencer a Brujo de la supremacía de su pueblo. Ella era una directiva de Nike que los fines de semana era dominatrix metalera, con body de cuero y látigo en mano. Nos contó que se había cepillado a los Dimmu Borgir al completo.
¿Tienen muchas groupies nuestros amigos de la Raza Odiada ?
Groupies a dolor. Pero intentar follar de gira es una puta odisea. Nunca tienes tiempo ni espacio y, después de las palizas que te pegas, lo único en lo que piensas es en dormir algo. Algunos son padres de familia y lo único que quieren es disfrutar de sus pequeños vicios tranquilamente. Shane, por ejemplo, todos los días hacia Skype con su bebé. Su niña es medio japo y están con los dos idiomas. Fue padre hace un año o así y dejo de beber. Es un padrazo y el de los pies en la tierra en Brujería. Ve todo con la perspectiva de un tío humilde que te quedas a cuadros. Él y Brujo son los únicos que quedan de las primeras formaciones.
¿Qué se siente al convivir 24 horas con una leyenda viva del grindcore?
Tío, no sabes lo que es estar en Birmingham y que te haga una ruta por los sitios en los que nació el grindcore y te explique de primera mano cómo surgió toda la movida. Enseñándote la casa donde vivían y te cuente cómo convivían. Un puto museo. Ver las portadas originales de todos los discos. Es una jodida institución. Nos enseñó el garito en el que dieron su primer concierto. La muerte de Jessy Pintado, del que habla como si estuviera vivo aún. Es súper cercano y accesible (si consigues entender su acentazo de Birmingham…). Y Jeff me regaló toda la discografía de Carcass en vinilo y el Heartwork autografiado por toda la formación original. Me dijo que si algún día necesitaba pasta esto en eBay vale una burrada.