Una selección del mejor contenido que publicamos esta semana por si te perdiste algo.
Irene y Sheherezade son dos activistas racializadas y queer que crearon una campaña en GoFundMe para mudarse a Berlín a continuar tanto con sus vidas como con sus proyectos artísticos y profesionales. Los motivos de la campaña generaron durante días una tras otra polémica en internet, así que para ir más allá de las críticas y de la apología, quisimos hablar directamente con ellas para conocerlas mejor y que nos contasen de primera mano lo que les llevó a crear su campaña de financiación.
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Sonia es policía en Mallorca. Durante trece años todo transcurrió con normalidad hasta que poco a poco, algunas de las cosas extrañas de las que había sido testigo empezaron a cobrar sentido. Se evidenciaron ante sus ojos las malas prácticas por las que ahora existen investigaciones y juicios. Sonia denunció y desde entonces sufrió el acoso de los que hasta entonces habían sido sus compañeros.
aLos roles de género y las orientaciones sexuales predefinidas no son solo cánones de comportamiento, son también escudos que nos ayudan (o no) a relacionarnos a través de modelos ya construidos. Sabemos, más o menos, cómo serán nuestras relaciones afectivas y sexuales. En el caso de las personas no binarias, al no existir ningún tipo de canon ni estereotipo al que recurrir, esto es muy diferente y frente a la libertad y la fluidez a la hora de relacionarse, también aparece la inseguridad y el no saber qué va a pasar. Virginia Rovira habló desde su propia experiencia y con otras personas no binarias para explicar desde dentro cómo se vive el sexo y las relaciones desde una perspectiva no binaria.
Nuestros padres siguen diciendo que no hay nada como conseguir un contrato de trabajo indefinido y si bien es cierto que hoy en día se podría considerar casi un lujo, hay gente que opina que no hay nada más alienante que darle 8 horas de tu vida a una empresa y que esa seguridad no es más que una fachada bajo la que se esconde la indefensión frente a las empresas. Andrés Pérez Ortega acaba de publicar Monetízate, un libro en el que defiende el autoempleo, así que decidimos entrevistarle.
La Barcelona de antes de las Olimpiadas no tenía nada que ver con la actual. En aquella Barcelona cañí el juego no tenía lugar en un casino, sino en salas ilegales en las que las que se juntan personajes del más diverso pelaje, de toda condición y clase social, unidos por sus ganas de jugarse los cuartos. Adrián Crespo conoció a algunos de estos antiguos jugadores en el actual Casino de Barcelona y recopilo algunas de sus historias de los viejos tiempos para trazar una imagen de la escena de juego ilegal de la Ciudad Condal.
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