El Festival Antes es un evento DIY que nació debido a un viaje a un festival ocurrido en Monterrey, en vísperas del lastimero periodo del narco. Este suceso provocó, en varios jóvenes entusiastas del Distrito Federal, que se percataran de la vasta oferta musical independiente que en ese momento estaba efervescente en las alcantarillas y superficie del país. Cuestionaron que personas de otros países tuvieran que venir y organizar este tipo de menesteres culturales. Y no porque lo creyeran incorrecto, sino simplemente, ¿por qué no hacerlo nosotros? Personas obstinadas que creen en algo e intentan hacer algo al respecto, en vez de morir quejándose.
Es muy curioso, hace 4 años que sucedió la primera edición del festival, que íntegramente se llamaba Festival Antes De Que Nos Olviden. Como la canción de los Caifanes. Una noche memorable en la que tocaron proyectos que hoy no dejan de sonar en la radio y pueden, no sin poca dificultad, llenar foros con casi mil personas. Lo cual es considerado como un gran logro en este circuito destinado a llegar a máximo 500 o tal vez 1000 personas.
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El festival ha ido mutando en distintos formatos hasta llegar a lo que es hoy: una iniciativa y una querella que busca crear una comunidad en donde proyectos, promotores y amantes de la música independiente del género que sea, convivan en pro del crecimiento colectivo. Y con el paso del tiempo, todos estos elementos, hoy tangibles, puedan autogestionarse, promoverse y, en un futuro no muy lejano, autosustentarse. Manteniendo la esencia pura y desinteresada con la que fue creado en un principio, sin negar que en la mayoría de los casos, el cartel es un antojo personal en el que varios factores entran en juego.
Estuve platicando con Benjamin Ocaranza y Mauricio Cadáver, la mitad de los organizadores del Festival Antes, quienes me platicaron con mayor detalle la historia del festival, el formato de este año y algunos otros datos relevantes que tienes que leer para saber todo el trasfondo y esfuerzos que hay detrás:
¿Cómo empezó todo?
Benjamin: Todo empezó cuando íbamos en un camión al MtyMx, ahí fue donde surgió la idea de crear algo. Comenzamos a contagiarnos. Ahí entendí que podías llegar a un festival sin conocer. Que ibas al festival a eso, a conocer. Ese festival fue el catalizador. Antes de eso, todos ya habíamos convivido en Río55, una casa que los viernes convertíamos en un bar clandestino y se presentaban bandas. Era la casa de mi mamá.
Mauricio: La primera edición del festival estuvo bien chido. Había 3 escenarios y fue en un edificio, fue la única vez que ganamos dinero (risas). La neta checas el cartel de esa vez y muchas bandas siguen hasta ahorita, en un plan bien fuerte, por ejemplo Tino el Pingüino. Le cayó bastante banda ese día, de hecho ahí fue la primer tocada de Lorelle Meets the Obsolete en el D.F.
Después armamos A179, un bar efímero en Álvaro Obregón que nació en consecuencia de nuestro afán por llevar la música a los oídos de la gente.
Este año hay muchas actividades dentro del festival, ¿cómo crecieron de una fiesta hace cuatro años a un festival con tantos showcases?
Mauricio: El año pasado nos dimos cuenta de que teníamos 4,000 personas que confirmaban su asistencia y nada más iba la tercera parte. Hace un año llegaron mil personas. Nos dimos cuenta de que realmente no podemos hacer un festival tan grande a este nivel de la escena. Simplemente no hay ninguna banda que te junte 400 o 500 personas por sí sola. Y traer a alguien que sea capaz de convocar a esa cantidad de personas, no es la esencia del festival.
Nosotros somos una mínima parte de lo que está sucediendo en la ciudad, así que pensamos, ¿por qué no mejor invitar a los promotores y que cada quien exponga? Así nosotros nos dedicamos a organizar un día más relajado, sin aspirar a que van a llegar miles de personas. Este año hay en total 19 showcases. Desde el jueves pasado comenzó todo con una fiesta de NWLA que siempre se hace: El Antes del Antes.
Benjamin: Exacto, buscamos hacer algo más congruente al tamaño de las cosas.
¿Cuál es la genuina intención detrás festival?
Benjamin: Yo diría que cambiar cada año (risas).
Mauricio: Yo quiero que se haga de la gente. Que neta, ellos sólo se organicen, que lo hagan suyo. Que nosotros nos dediquemos a ayudar, ayudar en todo lo que nosotros podamos pero que todos traten de exponer, de esto se trata.
Parece que les está gustando mucho esta modalidad.
Benjamin: Sí, claro. La neta sí. Está más chido que el festival sea algo más que un solo día, pensar 5 o 6 meses en algo que va durar un solo día es desgastante y el mero día se pasa en corto. Ahora todo está siendo más gradual, es una atmósfera distinta, conoces nuevos proyectos y a mucha gente. Nosotros lo único que les gestionamos fue el espacio y si necesitaban ayuda con audio o alguna otra cosa, los asesoramos con proveedores. También me encargué de las fechas, hice un calendario y acordé los lugares. Comencé a acomodarlos, dándoles sus horarios y demás. Como si fueran bandas. Todo lo demás ellos lo conceptualizaron y decidieron.
Mauricio: Y logramos algo que nos interesa bastante que es que las personas vayan a escuchar cosas diferentes y que no sean tan cerrados.
¿Y el Festival Antes donde queda dentro de esta dinámica?
Mauricio: El sábado tenemos nuestro showcase. En el Bahía Bar y en Ayuntamiento 145. Cuesta $150 y son un poquito más de 12 hrs de música contínua, en 2 locaciones que están a 3 cuadras de distancia. De las 5 pm a las 6 am que termina todo en Ayuntamiento 145. Habrá propuestas nuevas y las propuestas de siempre (risas). El venue de Ayuntamiento esta muy cabrón, son 3 pisos, va a ser toda una experiencia.
¿Quién elige las bandas?
Mauricio: Entre todos. Yo habré elegido unas tres, Benjamín unas cuatro y Ashauri fue el que se atascó este año.
Benjamin: Llegaba un punto en el que la gente se enojaba por no estar en el festival. Se lo tomaban muy personal, cuando en realidad deberían de entender que las decisiones del cartel, son muy personales, decidimos que esté quien esté, será porque nos gusta y nada más. Así como cualquier otra persona a la que le preguntas lo que le gusta, seguramente elegiría a sus bandas predilectas y ya. No es más que eso.
Mauricio: Si no nos gusta no lo vamos a poner, sería muy hipócrita.
¿Qué pasa con los patrocinadores?
Mauricio: No hay.
Benjamin: Lo más cercano que tenemos a un patrocinador es la Ex Capilla de Guadalupe, la cual nos la van a prestar para la clausura del festival. Realmente vamos a aprovechar el lugar. Está todo pintado de blanco y hay unos páneles de madera. Se trata justamente de reducir los gastos em rentar lugares y producciones gigantescas, te da chance de dedicarte a la experiencia, a hacer cosas más padres. Enfocarte no sólo en caminar de un escenario a otro, sino en algo más profundo.
Después de cuatro años, ¿qué les ha dejado el festival?
Benjamin: Unos años bien chingones (risas). Esperamos que en un futuro, no muy lejano, la gente lo entienda y que siga expandiéndose. De hecho el equipo ha crecido, ya no sólo somos cuatro necios, ya somos más necios (risas).
Mauricio: Ya tenemos algo, ahorita. Tenemos retoños y hay que saberlo llevar, es un buen momento para México y para todos. El D.F. esta cabrón. Hay que perfeccionar el formato.
Mauricio, Benjamín, Ashauri y Jorge, organizadores del Festival Antes
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Mientars llega el día, disfruta este mixtape que Siete Catorce preparó para que vayas probando los beats que te esperan dentro de esta cuarta edición del festival.
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