M.I.A. siempre ha sabido llamar la atención de maneras muy astutas. Desde las primeras veces que sonaba en los reproductores de la gente gracias al mixtape con Diplo, Piracy Funds Terrorism, la cantante originaria de Sri Lanka (pero en realidad más inglesa que el Fish & Chips) siempre ha logrado que algunos suban el volúmen y otros levanten la ceja.
En un principio le funcionó portar orgullosa la bandera de los Tigres Tamiles -organización a la que perteneció su padre- para“alborotar el gallinero y presentar su postura como una defensora del Tercer Mundo… aunque hay varios que no están seguros de si M.I.A. tomó esta bandera para realmente abogar por los menos afortunados o para “apropiarse” (término que todavía no sabemos si implica que alguien se chingó algo o que se lo chingó, pero está bien) de esta imagen y hacerse más rica (lo cual le permitirá residir en el Primer Mundo durante muchos años más).
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Luego viene la parte musical, la que todos conocemos y a la cual muchos de nosotros de inmediato nos hicimos un poco adictos. Su imagen para nuestros ojos –y oídos- era algo fresco, tan novedoso que resultaba como una bofetada bien merecida por no haber estado al tanto de M.I.A. antes, y –lo mejor de todo- tenía ese elemento punk que de alguna forma la validó en el mundo de la música rápidamente. Vamos, ¿quién más había escogido “Germ Free Adolescents” de X-Ray Spex como su canción ideal para un karaoke? ¡la mujer tiene contexto!
El problema en realidad fue cuando en vísperas de su esperadísimo tercer álbum la cantante se vio involucrada en una serie de “escándalos” que ni fueron buenos para su “imagen”, ni favorecedores para su disco, ya que /\/\/\Y/\ resultó ser un fracaso, y es ahí cuando empezó su declive. Después se casó con un millonario, tuvo un hijo, y de repente, la gente empezó a olvidar a M.I.A.
Tras resguardarse en su privacidad para lamerse las heridas de las inclemencias de sus “fans” y la prensa, este último par de años han probado ser fundamentales para M.I.A. quien asegura una y otra vez que está de regreso con “powa powa”, como bien lo apunta en el primer corte de Kala, “Bamboo Banga”, así que nos podemos tomar un momento para hablar de sus proezas para volver a coronarse como Reina de los Hipsters.
A principios del año pasado, M.I.A. estrenó “Bad Girls”, sencillo que anunciaría desde entonces una nueva producción. Más guapa que nunca y con más presupuesto que en algún otro momento, M.I.A. presentó el video el cual encendió la discusión de si estaba explotando o no la represión de las mujeres en Arabia Saudita para hacerse de unos cuantos billetitos más. Pero eso no nos importó porque el video es increíble.
Pasaron los meses y sucedió esto: una colaboración donde bien podría haber aparecido con un sello de “Vendida” en la frente. Pero bueno, ¿quién le dice que no a Madonna? Y sobre todo, ¿quién le dice que no a una aparición con Madonna en el medio tiempo del Superbowl?
Después de eso, M.I.A. nos tuvo un año esperando un álbum que nunca llegó, y justo cuando muchos empezaban a olvidarla de nuevo, llegó “Bring the Noize” con un video digno de un ataque de epilepsia magnitud Japón. Ésta no es, definitivamente, su mejor canción pero sí fue suficiente para emocionar a quienes le habían perdido la fe… Oigan, mínimo sonaba a lo que habíamos escuchado en sus primeros dos discos
Cuando todo parecía ir de nuevo navegando con tranquilidad, en julio a alguien se le ocurrió adelantar un teaser de un documental sobre M.I.A. en el que la cantante estaba trabajando. Esto mismo desató una cadena de mails entre el director del docu y Roc Nation donde el capitán se bajaba del barco de forma poco amistosa. Otra vez con sus dramas. Y por si no fuera suficiente un par de meses después, en septiembre, el enseñar el dedo de en medio en el superbowl (con Madonna…y Nicky Minaj) resultó en una demanda multimillonaria. Bueno, en su defensa, hace lo mismo en el video de la canción. ¿Porque nadie en la NFL pudo o quiso prevenir que hiciera lo mismo?
Si se perdieron ese momento:
Y aquí su contestación pública a la NFL:
Mientras todo esto sucedía, se estrenó “Come Walk With Me”, otro sencillo de su anunciado y muy retrasado Matangi, el cual tuvo reseñas positivas. Además de eso, ya se había anunciado el regreso de M.I.A. a la ciudad para el Corona Capital. Así que por lo menos, sus fans mexicanos se despabilaron y se pusieron al corriente para irla a ver. La presentación llena de luz negra y una escenografía.muy luminosa fue de las más comentadas del festival y también de las más bailadas. Punto para M.I.A., quien probó seguir siendo un acto en vivo por demás divertido y energético.
A pocos días del Corona, se anunció que la cantante había preparado una línea para Versace y, no solo eso, las fotos de la campaña fueron hechas por el mexicano Jaime Martínez; el mismo que se encargó de hacer unos gifs increíbles para el tercer álbum de M.I.A.. Ahora que lo pienso, puede ser que eso haya sido lo mejor de ese disco.
¡Otro punto para M.I.A.!
Y para seguir con la buena racha de noticias sobre M.I.A. está su presentación de “Come Walk With Me” en los recientes YouTube Music Awards (cuyo video fue dirigido por la francesa Fafi), y tener de telonero nada más a Julian Assange validádola como la artista más valiente de los últimos años.
Hace unos días empezaron a llegar adelantos de Matangi a ciertos blogs para reseñar. Yo no he escuchado el disco, y no he querido leer ninguno de estos textos porque, como la fan de M.I.A. que solía ser (hasta que me cansé de sus batallas contra el mundo entero), prefiero crear mi propio juicio. No se si todos estos cansados idilios hayan sido una estrategia de M.I.A. para probar que es fácil alborotar al internet y shockear a personas con ángulos conservadores. Lo que sí se y sí espero es que M.I.A. no resulte ser una de esas farsas generacionales que se van quedando en la carrera de la trascendencia musical. Otra cosa que es muy cierta, es que a pesar de que la carrera de M.I.A. esté un tanto atropellada, la cantante sigue nadando contra corriente pintando dedos a quien ose cuestionarla (no importa si son esos gigantes musculosos y chillones de la NFL), atributo que me parece admirable. Si ustedes tampoco han escuchado Matangi, aquí se los dejo, en espera de que la música hable por sí misma y podamos por fin olvidarnos de todas las pendejadas que nos encaminaron hasta este momento, y para que una vez que la última rola del álbum llegue a su fin, ustedes se pregunten y (espero que) se respondan honestamente si M.I.A. regresó para quedarse o más bien, debería colgar la toalla.
