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Ya habían cruzado: lo hicieron por la frontera que divide México de Laredo, en Texas. El tráiler se había encaminado por la carretera interestatal 35, que corre por un paraje de vistas despobladas, cruza el Río Bravo y llega hasta San Antonio, una de las ciudades más importantes de Estados Unidos.
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Sin embargo, el chofer tuvo que frenar cuando inesperadamente vio que se aproximaba un retén de la Patrulla Fronteriza. Se detuvo y fue ahí cuando los agentes detectaron que algo raro estaba pasando.
La inmunidad hacia los agentes de la Patrulla Fronteriza de EEUU está en juego. Leer más aquí.
Le preguntaron de dónde era originario. Era ciudadano americano y sus nervios lo delataron, por eso decidieron realizar una inspección al camión. Cuando abrieron la caja del tráiler vieron que dentro había varias hieleras de tipo industrial.
Al abrirlas fue que los encontraron: decenas de personas con las rodillas flexionadas y la barbilla recargada sobre ellas. Otros iban afuera escondidos entre los pequeños pasillos que quedaban entre las hieleras blancas.
Las autoridades descubrieron el pasado 2 de junio a 48 migrantes que intentaron cruzar dentro de las hieleras, y eran originarios México, Honduras y Guatemala.
Actualmente los migrantes se encuentran en un centro de detención y probablemente serán deportados. Mientras que el chofer, que era ciudadano americano, fue encarcelado.
“El desprecio por la vida humana y las condiciones inhumanas a las que fueron sometidos demuestra lo insensibles y crueles que pueden ser estos contrabandistas”, dijo el Jefe del Sector de la Patrulla Fronteriza de Laredo, Gabriel Acosta.
Gabriel Acosta reveló que esa semana en otros eventos también fueron “rescatados” otros 11 migrantes en la zona de Laredo, todos ellos hacinados en carros y con rumbo a varias ciudades de Estados Unidos.
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