Fue arte. Fue el mismo impulso que hace decenas de miles de años llevó a nuestros ancestros a observar de otro modo las paredes de roca de sus habitaciones, y dejar un testimonio de su semejanza, un mecanismo para conectarse con la realidad intersubjetiva que daba sentido a su universo, y así volverse inmortales. El mashup comenzó como una idea humilde, pero una idea que le hablaba a una parte profunda de la psique humana. La palabra “inspiración” viene del latín inspiratio y del verbo inspirare, que refiere el fenómeno mediante el cual, el hombre ha sido tocado por la divinidad. Girl Talk fue impulsado por los dioses.
The Magic iPod, con el que llevamos como una hora jugando aquí en la redacción de Noisey en un cuasi estado de éxtasis, es un sitio que te permite asumir esta conexión con la divinidad, sin importar que seas un ciudadano común y corriente. Puedes arrastrar las mejores vocales de rap del 2007 y mezclarlas con los mejores tracks de pop punk de ese año y crear de inmediato maravillas que antes no existían. Las posibilidades son casi infinitas.
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Resulta que, por ejemplo, “Touch The Sky” de Kanye West siempre se escuchó mejor encima de “Hey There Delilah” de Plain White T. De hecho, “Touch The Sky” funciona de maravilla sobre “A Thousand Miles” de Vanessa Carlton. A ese Rick Rubin se le fue un truquillo en “99 Problems” cuando decidió no llamar a Rivers Cuomo; “Island in the Sun” es su verdadera base. “Crank” de Soulja Boy encima de “I Write Sins, Not Tragedies” de Panic! At The Disco es algo mágico.
Te exhortamos a crear, pues. Anda y diviértete. Siente a la divinidad fluyendo a través de ti. Puedes poner “Real Slim Shady” encima de “Take Me Out” de Franz Ferdinand y descubrir el poder de los dioses, anda y vívelo.
