Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.
El martes, un equipo de científicos de la Universidad Nacional de Australia anunció que había descubierto los colores más antiguos jamás vistos en el registro geológico. Los pigmentos, que variaron de rojo a púrpura y se ven de color rosa cuando se diluyen, fueron descubiertos debajo del Sahara en el norte de África.
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Es necesario advertir algo. Obviamente, las rocas ya existían en la Tierra hace más de 1.1 billones de años y las rocas tienen color. Cuando los científicos hablan de los colores más antiguos de la Tierra, se refieren a los pigmentos biológicos, es decir, al color más antiguo producido por los seres vivos.
Como se detalla en un artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los pigmentos se derivaron de fósiles moleculares de clorofila, que fue producida por organismos antiguos llamados cianobacterias. La clorofila es el pigmento verde que se encuentra en las cianobacterias y en todas las plantas vivas que absorben la luz solar y utilizan esta energía para alimentar la fotosíntesis. Los pigmentos se derivan de porfirinas fosilizadas, un tipo de compuesto orgánico que forma un anillo atómico alrededor de un ion de magnesio para formar una molécula de clorofila.
Los investigadores descubrieron la clorofila aplastando rocas milenarias y extrayendo los fósiles de porfirina molecular del polvo. El descubrimiento en sí mismo es bastante notable, dado que las fuentes de alimentos antiguos como las bacterias y las algas no dejan restos fosilizados fácilmente identificables. Entonces, en lugar de buscar las bacterias y las algas en sí, los investigadores buscaron sus biomarcadores fosilizados, como las porfirinas que indican la producción de clorofila.
El hallazgo es un paso importante para responder la pregunta sobre por qué los organismos grandes y activos no habitaron los océanos de la Tierra hace alrededor de mil millones de años. Una hipótesis sugirió que la razón era la falta de grandes partículas de alimentos, como las algas planctónicas. Aunque este tipo de algas es todavía bastante pequeño en el esquema general de las cosas, todavía es aproximadamente mil veces más grande que las cianobacterias que produjeron la clorofila descubierta por los investigadores australianos.
La nueva investigación proporciona una sólida evidencia de esta teoría al demostrar que los océanos de la Tierra estaban dominados por cianobacterias, que no habrían proporcionado suficiente energía para llevar a la aparición de una vida compleja y grande. Fue solo cuando el dominio de las cianobacterias en el océano de la Tierra fue reemplazado por fuentes de alimentos más densas en energía, como las algas planctónicas, que las condiciones fueron favorables para una vida más compleja.
“Los océanos cianobacterianos comenzaron a desaparecer hace unos 650 millones de años”, dijo Jochen Brocks, profesor asociado de ciencias de la tierra en la Universidad Nacional de Australia. “Las algas comenzaron a diseminarse rápidamente para proporcionar el estallido de energía necesario para la evolución de ecosistemas complejos, donde los animales grandes, incluidos los humanos, podrían prosperar en la Tierra”.