Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
A lo largo de los años no ha faltado creatividad cuando se trata de encontrar nuevas e innovadoras maneras de minar Bitcoin. Hemos visto equipos de minado construidos en el maletero de un Tesla, otros impulsados por el viento o el aliento humano, e incluso algunos que captan el calor corporal.
El más reciente esfuerzo creativo para minar Bitcoin: reconfigurar una vieja computadora guía del Apollo para que funcione como equipo de minado, aunque sea poco eficiente.
El inventor e ingeniero de software Ken Shirriff tiene un rico y sorprendente historial de tomar sistemas arcaicos y devolverlos a la vida. Usualmente se puede encontrar a Shirriff restaurando y haciendo ingeniería inversa en sistemas del pasado —como ocurrió con el Sistemas de procesamiento de datos IBM 1401 y la antigua computadora Xerox Alto— para ayudarnos a comprender mejor el hardware y el software del presente y del futuro.
El último proyecto de Shirriff es la restauración de una Computadora de Navegación del Apollo (AGC, por sus siglas en inglés) de 52 años de antigüedad, utilizada a bordo del módulo de mando (CM) y el módulo lunar (LM) durante el programa Apollo, y sus aventuras a la luna.
Videos by VICE
En una publicación de su blog, Shirriff señala que después de poner en funcionamiento la AGC (la única actualmente operativa en el mundo, dice), decidió darle una tarea más moderna: minar Bitcoin. La implementación del algoritmo Hash de Bitcoin en el código de ensamblaje de una computadora de 15 bits de los años sesenta requirió algo de esfuerzo, dice.
La AGC en realidad no tiene un microprocesador, ya que fue construida años antes de que se desarrollaran los microprocesadores. Por lo tanto, no rivalizará pronto con, por ejemplo, el equipo de minado con costo de $120,000 dólares que se enfría por inmersión en aceite. De hecho, nunca va a minar ni un solo bloque.
“A 10.3 segundos por hash, necesitaría mil millones de veces la edad del universo para minar un solo bloque”, dijo Siriff sobre su maquina restaurada. “Aún así es más rápido que la minar a mano o con tarjetas perforadas”, señaló. Para ponerlo en perspectiva, un minero de Bitcoin USB de $70 dólares se desempeña a una velocidad de 130 mil millones de hashes por segundo.
La AGC, una de las primeras computadoras en emplear circuitos integrados, pesaba alrededor de 32 kilogramos y medía alrededor de un pie cúbico, algo revolucionario para la tecnología emergente de la era. Dicho esto, la computadora solo era capaz de hacer 40,000 adiciones por segundo; lo cual es lento pero era suficiente para lograr administrar la guía, la navegación y el control del motor.
En un video de Youtube, Shirriff muestra su programa de bitcoin corriendo en la computadora guía del Apollo, y los resultados se despliegan en un DSKY (pantalla/teclado) hecho por el mismo, pues nadie le pudo conseguir un DSKY original y funcional.
“A la computadora guía del Apollo le toma 5.15 segundos obtener un hash SHA-256”, lo que resulta en una velocidad de computo de 10,3 segundos por cada hash de Bitcoin, señala Shirriff.
“Actualmente, la red de Bitcoin está operando a alrededor de 65 EH/s (65 quintillones de hashes por segundo)”, dice. “Con esa dificultad, a la AGC le tomaría en promedio 4×10 ^ 23 segundos encontrar un bloque. Dado que el universo solo tiene 4.3×10 ^ 17 segundos de antigüedad, a la AGC le tomaría aproximadamente mil millones de veces la edad del universo minar con éxito un bloque”.
Shirriff señala que este no es su primer intento en lo que él llama “minado absurdo de Bitcoin”.
Documentó también sus esfuerzos por minar Bitcoin a mano, utilizando solo lápiz y papel, lo que resultó en una velocidad de computo de 0,67 hashes por día. Experimentó, además, con una tarjeta perforada de Sistemas de procesamiento de datos IBM (obteniendo una velocidad de computo de 80 segundos por hash), y con la computadora Xerox Alto de 1973, la cual le proporcionó 1,5 hashes por segundo.
Si bien Shirriff no se hará rico pronto con sus experimentos, los esfuerzos que realiza “porque puedo” tienen un valor incalculable en términos de preservación del software antiguo, de tener un archivo de la historia de la computadora y como recordatorio a los ingenieros modernos de que no den por sentado el poder de procesamiento actual.