Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.
Hay una escena en Jaws que muestra al Jefe Brody y a su hijo imitando los gestos y las expresiones faciales que hacen ambos. Esta interacción es un gran ejemplo cinematográfico de un fenómeno de la vida real llamado mimetismo facial, una habilidad vinculada con la inteligencia social que se ha observado en humanos y algunos simios grandes, y ahora, en osos.
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Como se informó en un estudio publicado el jueves en Scientific Reports, los científicos han observado por primera vez un mimetismo facial altamente preciso en una especie que no está domesticada o en un primate: el oso malayo. Estos osos viven en los bosques tropicales del sureste de Asia y son los osos más pequeños de la Tierra, que suelen pesar entre 27 y 65 kilos.
De acuerdo con el estudio, lo que no tienen de peso lo compensan con sofisticación social. Tienen la capacidad de corresponder expresiones con un grado sorprendente de precisión, especialmente una cara con la boca abierta que parecía popular entre los osos observados.
Los científicos dirigidos por investigadores de la Universidad de Portsmouth, Marina Davila-Ross, psicóloga comparada, y Derry Taylor, estudiante de doctorado en comunicación animal, observaron interacciones entre 22 osos malayos alojados en el Centro de Conservación de Osos Malayos de Bornean en Malasia.
El equipo fue testigo de cientos de combates juguetones entre los osos que involucraban imitación y mímica facial. Los osos muchas veces intercambiaban la expresión de boca abierta, utilizando dos variantes principales que revelaban los incisivos superiores o los mantenían ocultos debajo del labio superior. Esos gestos sutiles fueron copiados por otros osos la mayoría de las veces, lo que sugiere que pueden reconocer y replicar las expresiones exactas hechas por sus compañeros.
“Este estudio proporcionó evidencia de que los osos malayos producen expresiones faciales para comunicarse de manera eficiente, efectiva y exacta”, dijo el equipo en el documento. “Tal complejidad en la comunicación facial no era conocida anteriormente para una especie no domesticada, no primate y, además, que no puede explicarse por las adaptaciones evolucionadas a un entorno social complejo, ya que estos osos son principalmente solitarios en la naturaleza”.
La principal conclusión del estudio es que el mimetismo facial puede ser mucho más común en la naturaleza que lo que se asumía anteriormente. Igual de importantes son todas las adorables imágenes que el equipo capturó de los osos mientras luchaban y hacían muecas burlonas.