Me considero una persona muy mesurada, que no es propensa a tener explosiones acusatorias o pensamientos violentos, pero eso fue mucho antes de pasar casi dos horas escuchando a alguien MASTICANDO OCHO MIL TROZOS DE HIELO durante la función de A Quiet Place. No tiene idea lo cerca que estuvo de participar en mi primer arresto violento; además, le hubiera arrancado los cacahuates al resto de la audiencia mientras los policías me sacaban de la sala.
No soy la única que ha notado que es imposible comer algo durante esa película en particular, protagonizada por John Krasinski (también director), Emily Blunt y algunos monstruos ciegos Demogorgonianos que rastrean a su presa basándose en los sonidos que hacen. Hay muy poco diálogo en la película y un soundtrack escaso e intermitente, lo cual significa que cada sonido que la audiencia haga, se amplificará a niveles insoportables. (En una de las primeras escenas, los estantes de una tienda abandonada están vacíos excepto por una bolsa de papitas, o sea la última clase de comida que uno hubiera comido cerca de esas criaturas).
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Desde el estreno de A Quiet Place, Twitter se ha visto inundado tanto de personas que clasificaron cada trozo individual de chocolate que su compañero de asiento comía, como de gente que se arrepintió de haberse detenido en la dulcería antes de la función. “ A Quiet Place”, tuiteó un usuario, “O ‘Cuán consciente podemos hacerte de cada ruidito que haces en el cine junto a 100 desconocidos mientras tratas de comer palomitas al mismo tiempo?’”
[Tratando de comer palomitas durante A Quiet Place fue agotador.]
[Cada vez que intentaba morder un trozo de chocolate viendo A Quiet Place, sentí que estaba arriesgando la seguridad del cine.]
[“A Quiet Place” o “O ‘Cuán consciente podemos hacerte de cada ruidito que haces en el cine junto a 100 desconocidos mientras tratas de comer palomitas al mismo tiempo?’]
[En los primeros 15 minutos de A Quiet Place todos están demasiado aterrados de comer dulces.]
[Yo en el cine viendo ‘A Quiet Place’]
[Yo toda gorda tratando de abrir mi botana durante “A quiet place”]
Después de tener su propia experiencia en A Quiet Place interrumpida por envolturas de dulces, Nick Grimshaw, presentador de Breakfast Show de la BBC Radio 1, sugirió que los cines deberían tomar medidas desesperadas para próximas proyecciones. “Sé que nos gusta picar algo en el cine y que es el 50 por ciento de por qué vamos, pero en esta película, no puedes comer”, dijo. “No puedes hacer ningún ruido. Creo que los cines necesitan prohibir botanas en esta película. Si vas a ver […] cualquier otra cosa, come lo que quieras, pero en esta película no se puede”.
Grimshaw dijo que sí compró una bolsa de palomitas, pero en lugar de masticar, las “chupaba hasta que se deshacían”. Si vas este fin de semana, ya tienes una opción. Otra sería lo que dijo un usuario de Twitter, la única botana aceptable: “una bolsa de tela con gomitas de gusano”.
Y ni siquiera intentes morder el hielo. Es posible que la vuelva a ver y tal vez nos toque en la misma sala…