Artículo publicado originalmente por Munchies Estados Unidos.
El Melomys rubicola es un pequeño roedor que se cree es el único mamífero que vivió en la Gran Barrera de Coral de Australia. Al menos lo fue. Después de que no se avistara ni un solo Melomys durante varios años a pesar de las búsquedas exhaustivas de los conservacionistas, se declaró extinto en 2016. También se considera como el primer mamífero en extinguirse a causa del cambio climático.
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Tratar de determinar cuál de las especies de la Tierra podría seguir el camino del Melomys tiene que ser una tarea difícil, abrumadora y posiblemente aterradora. Según The Scientist, un análisis de más de 2,000 especies diferentes reveló que el 50 por ciento de los mamíferos terrestres amenazados y el 23 por ciento de las aves amenazadas “ya habían sido negativamente afectados por el cambio climático”. De acuerdo con una investigación aún más inquietante, uno de los estilos más antiguos de cerveza también podrían estar en riesgo.
La cerveza lámbica —una bebida belga que el productor danés Jeppe Jarnit-Bjergsø de la cervecería Evil Twin nos describió como “la perfecta y más pura de las cervezas ácidas”— se fermenta espontáneamente en contenedores al aire libre, y el proceso requiere temperaturas nocturnas de entre -7 y 7 grados centígrados. Si la temperatura aumenta más allá de los 21 grados durante el día, existe el riesgo de que la cerveza se arruine con “bacterias no deseadas”, según The Guardian.
Pero los científicos del cambio climático Mark y Asa Stone y el gurú de la información de la cerveza lámbica Adam Harbaugh estudiaron más de un siglo de datos meteorológicos, y han determinado que la ventana de preparación para esta bebida es ahora dos semanas más corta de lo que era a comienzos del siglo XX.
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De acuerdo con sus cálculos, hubo 165 días que fueron adecuados para la producción de cervezas lámbicas a principios del siglo XX, un número que desde entonces se ha reducido a alrededor de 140 días. A mediados del siglo XXI, se estima que el número se reducirá a sólo 120 días potenciales para elaborar la cerveza. “El cambio climático no sólo es real, sino que es una amenaza para nuestra forma de vida y nuestra identidad cultural”, le dijo Asa Stone a Brussels Beer City.
En noviembre de 2015, Brasserie Cantillon, con sede en Bruselas, tuvo que detener y deshacerse de su producción de cerveza lámbica, debido a temperaturas nocturnas anormalmente cálidas. Incluso entonces, el dueño de la fábrica de cerveza culpó a la actividad humana.
“Lo ideal es que se enfríe a entre -3 y 8 grados centígrados. Pero el cambio climático ha sido notable en los últimos 20 años”, le dijo Jean Van Roy a AFP. “Hace 50 años, mi abuelo elaboraba la cerveza desde mediados de octubre hasta mayo, pero yo nunca lo he hecho en mi vida y estoy en mi decimoquinta temporada”. (Un par de días después, Cantillon escribió que solo había dejado de hacer cerveza durante una semana y que no anticipaba ninguna disminución en su producción anual, que es de alrededor de 400,000 botellas al año).
Incluso si no te importa que el cambio climático pueda afectar a nuestras plantas y animales, piensa en la cerveza. De todos modos, debemos levantar un tarro de cerveza lámbica en memoria del Melomys rubicola. Ni siquiera tuvimos la oportunidad de decirle adiós.