Artículo publicado originalmente por Munchies Estados Unidos.
Mira, no tienes que ser el anticuado dibujo animado de un gato para saber que los lunes son absolutamente horribles. Todos afrontan el comienzo de la semana de trabajo de manera diferente: algunos mantenemos una sonrisa forzada durante ocho horas mientras simultáneamente gritamos por dentro, algunos más simplemente lo soportamos estoicamente, con las mandíbulas apretadas y una sombría determinación, y otros decimos: “¡Al diablo!”, ponle un pañal a nuestro mono mascota y llevémoslo con nosotros a comer pasta.
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Richard y Mary Van Houten son clientes frecuentes en Carrabba’s Italian Grill en Stuart, Florida, y disfrutan pasar los lunes por la tarde en el patio con su mono capuchino, JoJo. (Porque nada vuelve más satisfactoria tu orden de Fettuccine Weesie que tener que alejar a un pequeño primate de tu plato).
En uno de los lunes de pasta y mono capuchino de los Van Houten, Jaxson Ignelzi, de 8 años, y su padre, Joseph, estaban sentados a una mesa al lado de ellos. Joseph se acercó para acariciar al mono, al igual que Jaxson. Según TC Palm, los Van Houten le advirtieron al niño que JoJo era “hiperactivo” y que debía tener cuidado. Eso fue justo cuando el mono tomó el dedo de Jaxson y lo mordió.
Jaxson fue llevado a un hospital local, donde le limpiaron su dedo meñique mordido y le dieron un poco de acetaminofén. Mientras tanto, los Van Houtens descubrieron cuántas agencias diferentes tienen que investigar una mordida de mono, y probablemente se preguntan si la comida congelada podrían ser una mejor opción para ellos de ahora en adelante. La Comisión de Conservación de Peces y Vida Silvestre de Florida (FWC) y el Departamento de Salud del Condado de Martin tomaron parte en el asunto, mandándoles un citatorio y ordenando que el mono permanezca en cuarentena en la casa de los Van Houtens hasta que pueda ser examinado.
Un informe de la FWC reportó que los Van Houten le dijeron a los Ignelzi que el mono estaba al día con sus vacunas, pero eso no era del todo cierto. (Sin embargo, ese es el peor inicio de conversación que se puede tener con un extraño). A JoJo le faltaba una de sus vacunas contra la rabia, pero más tarde recibió un certificado de buena salud por parte de un veterinario.
TC Palm dice que la ciudad de Stuart tiene una ley llamada “comedor para perros” que permite a los perros estar junto a sus dueños en las áreas de asientos al aire libre en restaurantes y hoteles. La ley no menciona, ni restringe, a ningún otro animal que no sea un perro, y aparentemente nadie se preguntó si era una buena idea permitir que un mono “hiperactivo” acompañara a sus dueños dentro de un restaurante.
“La decisión de permitir que un animal que no sea de servicio ingrese a nuestro patio violó nuestra política y estamos tomando las medidas disciplinarias apropiadas”, le dijo Elizabeth Watts, vocera de la empresa matriz de Carrabba, Bloomin Brands, a MUNCHIES. “Detestamos que esto haya sucedido y así se lo expresamos a la familia involucrada, a la vez que reforzamos nuestra política en todas nuestras sucursales para asegurarnos de haber aprendido de este incidente”.
Los Van Houtens recibieron una serie de citatorios, incluido uno relacionado con la vacuna antirrábica que le faltaba a JoJo. El FWC también inspeccionó a los otros tres monos de la pareja y les hizo una advertencia por tener registros inexactos de uno de esos animales. En algún momento, tendrán que comparecer ante el tribunal del condado para responder a los citatorios.
Y tal vez lo mejor sea que JoJo ya no los acompañe a las próximas comidas de lunes en el Carrabba. Al menos hasta… nunca.