Toallas tejidas con cabello de bebé, prostitutas de una isla remota con unicornios, botellas de orín de angelitos rubios, cocaína fluorescente sin gluten… son las extravagantes peticiones que ponen en sus riders los supergrupos de estadio. Y es que la realidad supera a aquel documento fake en el que Arcade Fire pedía ositos de gominola y un rincón para pintar.
Pero las bandas de Madrid son harina de otro costal. Son rudas, no van de nuevos ricos. Bajan a la mina a pulmón, silbando la canción de los siete enanitos. No necesitan una piscina olímpica cubierta de agua salada en el camerino (igualmente, nadie se la concedería). En la hoja de ruta de sus giras solo piden a los promotores que les recomienden tiendas de discos y se llevan consigo objetos de los más mundanos. Hemos hurgado en sus maletas y esto es lo que nos hemos encontrado.
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THE PARROTS
Alex (bajo): A ver, lo más importante es llevar unas chanclas y la toalla. La pasta de dientes y champú es algo mas secundario, depende de cada país, el pelo se te queda mejor o peor si no usas champú. Siempre llevamos calzoncilllos para cada día. Pares de calcetines yo llevo tres como mucho, voy repitiendo. Llevamos condones, cables, pedales, instrumentos y siempre ibuprofenos para la resaca, unos diazepams para la ansiedad (bueno, eso solo yo en realidad), el sobre de la pasta, lectura, tabaco, la Oyster…
Diego (guitarra): Si hay vuelos yo me uno a los diazepams, por placer lúdico. Y hay una cosa que llevo siempre que se llama anginovag, es una cosa para calmar mi hipocondría y sabe a piña. Lo uso indiscriminadamente y luego siempre llevamos al Gsus que nos cuida como si estuviésemos en un kindergarten para menudas estrellas.
Siempre comentamos las cosas que representan la marca España en la carretera: putis, restaurantes fachas y esas cosas. Y, como nos liamos, ya ha habido dos veces que de vuelta de Barcelona acabamos en Valencia. O el otro día que íbamos a Granada y acabamos en Málaga. Todo por ver más estepa, Cheste o Port Aventura.
Nunca hemos parado a comprar miguelitos ni nada de eso, pero una vez en La Mancha uno se pilló un queso que ponía (todo con tipografía con los colores de la bandera) que era el mejor de España, certificadísimo. Nos lo comimos al volver tomando para asentar algo antes de salir.
Larry (batería): La maleta, la cámara y la precaución. El perfume. Yo suelo llevar bálsamo del Tigre y aloe vera (nunca sabes que te puede suceder), la llave de la batería y unos principios. Los cinco principios del Reiki.
TEETHING (Luis, cantante)
Parches de batería (yo los llamo dumbheads)
Álvaro me dona sus parches reventados para que yo pueda pasarme horas satanizando, infectando y pintando cada uno de ellos. Sorprendentemente, se venden bastante en la mesa de merch. Ese dinero me lo agencio yo personalmente, concretamente para comprar vinilos.
Cajas de cartón de 12″ y 7″
Unos cuantos miembros de Teething hacemos turismo de tiendas y distris de vinilos. En exceso. En la hoja de ruta que tienen que rellenar los promotores de cada concierto, hay un apartado de “Best record store in your city”. Antes de llegar a la ciudad, sabemos por donde hay que pasar. Está muy bien comprar vinilos pero mucha gente no cae que hay que protegerlos como se merecen. Batimos nuestro record el verano pasado, cuando compramos más de cien vinilos en una gira europea de tres semanas.
Pantalones cortos
Me da igual que en Finlandia esté nevando o que en Holanda haga -4 grados. Los pantalones cortos son pura comodidad. En los últimos cinco años, solo he usado estos dos pares. Te diría que son de la suerte pero no. Es que me da mucha pereza comprar ropa. Eso y que soy un cerdo.
JUVENTUD JUCHÉ
Esta foto es un amuleto que nos acompaña en cada viaje y —cuando el camino se pone cuesta arriba— verla es como el ibuprofeno. El café de aquel bar era igual de malo que en todos, el salmorejo regular y la tortilla una mierda; pero al fondo aparece una persona que, a priori, ha cambiado la vida de nuestro batería: Fernando Tejero. Es lo que tiene España, que te permite conocer a tus ídolos en los lugares más insospechados.
La Cuore
¿Qué podríamos decir de ella? Esa guía escondida de la cultura moderna, el mapa que ilumina nuestro camino, nuestra lectura más recurrente. No hay un viaje sin ella, nuestra revista favorita. Algunas veces casi caemos en la tentación, cambiarla por una Rockdelux, pero, ¿habéis visto ese titular? “Culo Morfosis”, un conjunto de palabras que al principio no entiendes, y que luego te sumergen en un mundo de fantasía totalmente etílico. ¿Manel o Jennifer López? Apuesto a que todos conocemos la respuesta.
Aquí la realidad
La cruda verdad de una mañana triste, dolorosa, con la luz de la habitación encendida, y la prisa por abandonar la habitación de un hotel que no te ha dado tiempo ni de paladear. Has dormido dos horas, tienes que volver de un pueblo de Málaga a 600 kilómetros de tu casa, es domingo, y en la mesilla hay un móvil, un paquete de tabaco, unas lentillas, una chapa de algo que no se ve porque seguías ciego como para enfocar, unos euros, y algo negro que aún no hemos conseguido encontrar de nuevo. La vida, una mierda.
La vida, una mierda sí, pero cuando quien está a tu lado esa dura mañana de domingo es tu batería, aún se pone peor.
Metáfora
Aunque a priori la foto sea una mierda, aquí va una metáfora de toda banda que se precie. Imagina que tienes que recorrer en un fin de semana 2.000 kilómetros por las amables carreteras de nuestro país (a 40 grados) y el jueves antes de salir un taxista te da por detrás con su coche jodiendo la apertura de tu maletero. Entonces das a gracias a Dios por que seamos un trío y que, gracias a eso, hayamos podido hacer este bodegón para VICE.
TOUNDRA
Esteban (guitarra)
Películas. El Padrino. Siempre la llevo porque te puede resolver alguna jornada de 12 o 14 o 17 horas para volver a casa (un Luxemburgo-Madrid, por ejemplo). Y documentales de música porque no exigen mucha concentración y te pueden dar ideas para el grupo.
Ordenador. Cuando estamos de gira suelo aprovechar las horas que pasamos en furgoneta para ir trabajando. No se me da bien dormir en movimiento, así que aprovecho el tiempo y puedo seguir con el curro (como autónomo que soy).
Ibuprofeno. Para los dolores de espalda (el pino-puente no sale gratis) y para los dolores de cabeza.
Abridor de botellas/llavero. Me suele tocar el papel de abrir todo lo que bebemos en gira…. o la mayoría. Sobre todo las botellas que nos tomamos en la prueba de sonido. Hace un año les regalé a mis compañeros un llavero de estos a cada uno, pero sólo Alberto lo lleva encima.
Púas. Porque suelo perderlas todas. Solemos llevar un montón de gira.
Gafas de sol. Suelo llevar un par porque siempre, al menos una, las pierdo. Suele pasar por dejarlas en algún hueco del escenario, porque se te caen mientras montas el equipo. Y hasta luego gafas.
Limas de uñas. Llevo las uñas de la mano derecha largas y es algo que a la gente le suele dar bastante asco. Intento mantenerlas limpias y limadas… Aunque lo primero es bastante difícil, sobre todo al final del día.
Macón (guitarra)
Almohada. Lo más fundamental en toda gira. Los viajes en la furgo pueden llegar a ser un auténtico viaje en el tiempo si tienes la gran capacidad de dormirte durante todo el trayecto.
Ordenador. Para el curro. Cuando estás mucho tiempo fuera es bastante normal que tengas que hacer alguna cosa de tu trabajo. En mi caso, algunas demandas o recursos siempre caen. (Ayuda a dormir en la furgo).
Cómics. Siempre es bueno leer y ver dibujos para entretenerse durante el viaje o en los tiempos muertos. (Ayuda a dormir en la furgo).
Pantalla DVD. Viendo pelis y series conectados a los altavoces de la furgo, se pasan los kilómetros volando. (Ayuda a dormir en la furgo).
Papel de fumar. Por si acaso… Por lo general fuera de España “los pomelos” los hacen con papel largo y a mí me gustan clásicos de aquí. Por cierto, esta vez no me detienen. (No sólo ayuda a dormir en la furgo, es prácticamente una consecuencia).
Alberto (bajo)
Cómics. Para el viaje en furgo, cuando todavía hay luz. Intento que tengan mucho texto para que cundan lo suficiente, cargar con cómics que te lees en 20 minutos para una gira de más de 20 días no es muy gratificante.
Gripmaster (ejercitador de dedos). Para calentar antes de tocar, desestresarse o simplemente ejercitar la mano. También está bien para pasar las horas muertas mientras miras por la ventanilla y comes Cheetos con la otra mano.
Consola portátil. Lo que más cunde. Ponerse a mirar cosas con el móvil es imposible, por culpa de las tarifas roaming, por lo que llevar videoconsola es el mejor entretenimiento si viajas de noche y el resto van dormidos o trabajando con sus portátiles. Suelo llevar RPG densos que den muchas horas de juego y clásicos incombustibles (ahora mismo llevo el Earthbound y el recopilatorio de Megaman).
Cepillo de pelo. A las primeras giras fui sin peine de ningún tipo y acabé con el pelo hecho un estropajo, lleno de nudos. A este cepillo le recorté parte del mango para que cupiera en mi neceser y desde hace ya unos años me acompaña a todas nuestras giras.
Camisetas blancas baratas. De unos 2 euros cada una, perfectas para maltratarlas o tirarlas a la basura si están sucias y hay que hacer sitio en la maleta. Las puedes ir sustituyendo por camisetas que te regalan o compras a otros grupos y siempre son mejor opción que ponerse una camiseta de tu propio grupo.