De acuerdo a la casa de subastas responsable por su venta, el álbum del Wu-Tang Clan Once Upon a Time in Shaolin, el opulento objeto de arte de $5 millones de dólares, del cual sólo existe una copia, namás no encuentra un comprador.
En un mundo en el que temerarios niños tailandeses de 12 años le hacen hoyos a piezas maestras de arte, uno pensaría que un objeto cultural creado con plata moldeada a mano sería algo de gran interés para los coleccionistas a los que cinco millones de dólares no les representa una cantidad substancial, pero no, este álbum del Wu-Tang permanece huérfano.
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Todo ha sido un poco un desastre desde que la subasta empezó en marzo, causando controversias incluso entre los integrantes del grupo: Method Man lo criticó en una entrevista con XXL, y cuando a Ghostface Killah le pidieron su opinión, simplemente dijo no explicarse su existencia. Los fans también se enfurecieron por el hecho de que una banda a la que han admirado toda sus vidas creara un álbum que sólo puede ser adquirido por el 1% de la población mundial, esos que tienen un juego de ajedrez de Charles Hollander y una mansión en St. Tropez. Y el hecho de que no se pueda vender es simplemente un leño más dentro de esta fogata de decepción.
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Entonces, ¿qué sigue para el álbum más caro en la historia de la humanidad? Bueno, según Flavorwire, la casa de subastas, Paddle8, “continúa trabajando con el vendedor para conseguir ofertas de coleccionistas serios potenciales.” Lo cual significa, según Google Translate: “Esto normalmente no sucede. Ni siquiera pasó con esa madre horrible de Banksy en la que le pintó un rayo tipo Ziggy Stardust a la cara de la Reina. Y perdón, pero eso estuvo terrible. ¿La viste? Espantosa. En fin, no sé qué sigue para esto del álbum. ¿A lo mejor esto fue una mala idea?”
Un gran número de proyectos de crowd funding creados por súperfans de la banda, los cuales buscaban recaudar el suficiente dinero para comprarlo, han fracasado, al igual que una campaña de Kickstarter que buscaba comprar y destruir el album. A lo mejor si todos esos kickstarters se unen para crear un conglomerado de fans que buscan comprarlo, subirlo en línea, como se hizo con el Caustic Window de Aphex Twin, y luego quemarlo como un sacrificio y una advertencia para que los músicos del futuro no vuelvan a hacer este tipo de álbums, entonces a lo mejor esta trágica historia por fin tendría una conclusión.
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