Así son los problemas psicológicos de los superdotados españoles

Vivimos en tiempos convulsos. La depresión ya afecta al 5 por ciento de la población española y la ansiedad está tan extendida como una epidemia, pero si para una mente corriente la inestabilidad emocional y laboral, la perdida de referentes y la crisis de valores en un contexto hiperindividualizado provocan cada vez más problemas psicológicos sin apenas cumplir 20 años, ¿qué le ocurrirá a los superdotados?

¿Tendrán más problemas, menos o los mismos? ¿Se obsesionarán con el físico y estarán enganchados al móvil? ¿Su capacidad superior les puede perjudicar? Todas estas preguntas y muchas más surgieron a raíz de hablar con un grupo de jóvenes superdotados que explicaron cómo es crecer con esta capacidad y qué tipo de inconvenientes o ventajas se van encontrando hasta alcanzar la madurez.

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Una de las deficiencias en materia educacional en España —por nombrar una de tantas— es el bajísimo porcentaje de identificación de personas con altas capacidades intelectuales. Para ponerte en situación, hay algo más de 8.100.000 de jóvenes escolarizados en nuestro país y, potencialmente, más de 160.000 son superdotados. Algo muy mal se está haciendo cuando solo 23.000 son identificados y ninguno de ellos recibe una educación específica.

Muchos de estos superdotados, algunos identificados y otros por identificar, acuden a El Mundo del Superdotado, centro especializado en apoyo, orientación y terapia psicológica especializada en personas con Coeficientes Intelectuales (CI) por encima de la media.

Me he puesto en contacto con Carmen Sanz Chacón, psicóloga experta en superdotación y altas capacidades y directora de El Mundo del Superdotado para hablar sobre los principales problemas de los jóvenes con altos CI.

Ella misma lo ha vivido en primera persona. Después de recibir durante toda su vida las buenas críticas del profesorado y licenciarse en Física, a los 30 años se hizo las pruebas de superdotación y obtuvo 168 de CI. Desde entonces, se dedica íntegramente a los problemas, a la orientación y la adaptación de superdotados.

Rechazo, exclusión y aislamiento

Los intereses de los niños con altas capacidades son totalmente distintos de los demás niños de la misma edad, cosa que provoca bastantes problemas para relacionarse y son señalados como un agente anómalo, una especie de fallo de Matrix que les repercute de inmediato.

Por ejemplo, un niño de 8 años tiene una mentalidad de uno de 11, así que mientras lo normal sería que aprendiese a sumar y a jugar con coches de Fisher Price, su capacidad le pide multiplicar o dividir y comenzar a leer novelas juveniles, como poco. No tiene por qué adaptarse mal, pero si no es identificado ni por su familia ni por su entorno, puede afectarle directamente.

“Las niñas superdotadas están más expuestas al rechazo y la soledad, que hace más daño psicológico”

“Es una ley social que cuando ves algo diferente se rechaza por naturaleza. Los niños identifican al intruso y puede ocurrir que ‘las víctimas’ incluso lleven regalos para que les acepten, pero incluso así algo falla y la mala integración afectará a su autoestima”, comenta la experta, que resalta las diferencias entre niños y niñas en cuanto a la forma de provocar rechazo.

“Tenemos el rechazo explícito o implícito. El explícito es aquel donde el pequeño superdotado es el objeto de las burlas colectivas e, incluso, agresivas; lo que viene siendo el abuso escolar, que está más presente entre los chicos. Después está el implícito, donde entra la exclusión y el bloqueo social, ‘no juegues con este’, la manipulación, ‘¡este no te conviene’, y lo que tiene que ver con el rechazo psicológico. También te quedas solo, pero es menos visible. Este último está más presente en las niñas y hace más daño psicológico”.

¿Cómo afecta el rechazo en la infancia?

La mala adaptación en la infancia provoca tres reacciones que afectan a su adolescencia y madurez: la primera reacción es la pasiva, que ocurre cuando ves el rechazo pero lo aceptas; el problema es suyo y se resigna, dando lugar a una autoestima baja. “Vemos que estos superdotados se aíslan en el patio, no se relacionan en el colegio y son solitarios. Cuando llegan a la adolescencia se encierran en sí mismos y, a lo mejor, con suerte, se tiene uno o dos amigos”.

“A su vez, como se encierran en sí mismo, no desarrollan las habilidades sociales que te hacen ver, por ejemplo, que el otro te engaña, te hace una broma o cómo obtener de la otra persona lo que necesitas. Por eso muchos de los superdotados llegan a los 18 sin habilidades sociales y les acompaña durante toda su vida. Son tímidos e introvertidos, se especializan en su campo, como el gran ingeniero o la gran bióloga, pero son solitarios”, expone la psicóloga.

La segunda reacción es responder al rechazo con más rechazo, y muchas veces suele ser de forma agresiva. “Si me pegan, pego, si me insultan, insulto. Aquí sería el chico rebelde que se defiende con conducta desafiante. Son así tanto con los compañeros como con los profesores, provocando, incluso expulsiones o problemas familiares.

La mala adaptación en la infancia provoca tres reacciones que afectan a su adolescencia y madurez

Estos chicos lo que buscan son entornos en los que se sientan adaptados, y vemos que ciertos adolescentes se meten en círculos dañinos, conductas inadecuadas, drogas, etc. Pueden acabar en el fracaso escolar o la exclusión social en la vida adulta”.

Estas dos conductas se verían representadas en Los Simpson: Lisa (superdotada) es el primer caso, donde acepta su condición y se aísla, y Bart (también superdotado pero sin diagnosticar) es el segundo, que explota su potencial para llamar la atención e integrarse a base de trastadas.

El tercero estaría en medio: la asertiva. Son los niños que de forma natural tienen habilidades sociales con un comportamiento asertivo. Desde pequeños se dieron cuenta de su potencial o están en un entorno donde los aceptan y pueden manipular al resto. Es la menos mala, pero no es fácil tener este tipo de habilidades.

“Al final si te sientes rechazado, sientes que el problema es tuyo y da lugar a la depresión, y en muchos casos provocan fobias de todo tipo. En el comportamiento agresivo acaba en agresión y exclusión social porque puedes terminar entrando en círculos dañinos que conllevan más problemas, como las drogas”, concluye la directora de El Mundo del Superdotado.

Y si fracasas, ¿qué pasa?

Si has fracasado, necesitas apoyo psicológico. En El Mundo del Superdotado, por ejemplo, tienen un gran porcentaje de jóvenes que necesitan estructurar su personalidad.

“Vienen con problemas de ansiedad y enfadados con el mundo, por lo que hay que hacer que la autoestima mejore, ayudarles a identificar qué quieren hacer con su vida y apoyarles. Ten en cuenta que tienen gran sensibilidad y empatía, por lo que a las complicaciones de la adolescencia, como el físico, el entorno o las hormonas, se le tiene que sumar el agravante de no pertenecer a un colectivo. Es como si todo se multiplicara por dos”.

“Siempre pongo de ejemplo que estudié Física, pero con 30 años estudié Psicología”, continúa la experta. “Te puedes plantear empezar, aunque sea a distancia, pero para eso tienen que estar bien mentalmente porque si no es muy difícil. Messi no puede jugar si tiene la rodilla mal, aquí pasa lo mismo con la cabeza. Si no crees en ti y has coleccionado fracasos, no puedes enfrentarte solo. Necesitas apoyo. Aquí en seis meses conseguimos que estén mucho mejor y retomen su vida”.

“Tienen gran sensibilidad y empatía, por lo que a las complicaciones de la adolescencia, como el físico, el entorno o las hormonas, se le tiene que sumar el agravante de no pertenecer a un colectivo”

También es cierto que aunque no hayan estudiado, la inteligencia les ayuda a desarrollar sus capacidades de otras formas, como emprender empresas, las dirigen, y pueden ser líderes mundiales, como Steve Jobs, que no acabó su licenciatura. La universidad no es imprescindible, sino sentirse bien e identificar lo que te gusta.

“Tengo un paciente que tuvo que dejar los estudios de Ingeniería. Ahora hace una FP de lo que le gusta. Eso no quiere decir que cuando lo acabe no vaya a la universidad, pero ahora está mucho más motivado. Si te sientes bien, puedes hacer una carrera siempre que te guste y se sepan organizar. La organización es otro de los problemas. Nunca han necesitado aprender a estudiar ni organizarse porque con su capacidad ya han tirado, así que una de las cosas que enseñamos es esta”.

La mujer lo tiene peor

El rechazo en la mujer, generalmente, es más sutil. Aunque socialmente se desarrollan mejor, acaban disimulando el talento para encajar.

“Los prejuicios sociales les llevan a estudiar un tipo de carreras y a seguir el modelo social de pareja e hijos. Quizás una adolescente podría dedicarse a las ciencias, pero los estigmas hacen que se quede en los ámbitos típicos, como la comunicación.

“Un hombre está socialmente bien visto que sea más inteligente y cobre más que ella. Al revés no pasa”

También provoca ansiedad encontrar pareja”, continúa la psicóloga. “Un hombre está socialmente bien visto que sea más inteligente y cobre más que ella. Al revés no pasa. Hay un grave problema social y de autoestima si el hombre es el menos inteligente de la relación, cosa que reduce el campo de actuación. Para un hombre, el éxito vital está asociado al ámbito profesional y para las mujer está asociado en el ámbito familiar”.

Si quieres saber más sobre el tema, puedes informarte sobre la fundación o leer el libro de Carmen Sanz, La maldición de la inteligencia, para entender las características especiales de los superdotados, tanto niños como adultos, donde plantea medidas de apoyo para familiares, educadores y profesionales de la salud. Recuerda que es cosa de empatía, así que dedícate un minuto para reflexionar sobre ello y si localizas estas pautas en alguna persona cercana, actúa en consecuencia. Sobran demasiados cretinos como para seguir siendo uno.