Este artículo fue publicado originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres en 2015.
Antier fue el aniversario número 44 del lanzamiento del pacífico y esperanzador álbum de John Lennon Imagine, en el que suavemente gime por la paz mundial y la armonía sin fronteras. La canción titular fue descrita por la revista Rolling Stone como “el mejor regalo musical que Lennon le hizo al mundo”, y fantasea con una humanidad sin las cualidades de maldad y sufrimiento, y sin cosas como las posesiones, la codicia, el hambre y la guerra. Tal vez un sueño menos ambicioso sería el de un mundo en el que la gente no sea tan monstruosa como John Lennon.
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Es difícil condensar la variedad y el alcance de falsedad de Lennon en un artículo tan corto, y más aún cuando las vagas letras de este abusador mujeriego se tienen clavadas en la cabeza como el mayor regalo musical. A partir de su primer matrimonio, con Cynthia Powell, a quien embarazó mientras ella estaba alquilando su dormitorio en Liverpool durante los años de los Beatles en Hamburgo, Lennon hizo muchas cosas que sólo pueden ser calificadas como clásicamente malas. De acuerdo con la ama de casa de Lennon, Dorothy Jartlett, en una carta recientemente descubierta escrita hace 50 años, en los años posteriores su nacimiento, Julian vio a Lennon como un padre ausente que lo criticaba e incluso golpeaba por cosas como tener malos modales en la mesa. (En realidad Jarlett dice, “Los modales de Julian en la mesa eran mejores que el promedio”). Durante todo el matrimonio, Lennon se acostó con otras mujeres y dejaba drogas “por toda la casa”. Las cosas llegaron al punto crítico que un día Lennon borracho le contó a Cynthia sobre su romance con la artista japonesa Yoko Ono. Poco después Ono reveló que estaba embarazada y el divorcio de Lennon terminó para finales de 1968.
A pesar que el embarazo de Ono fracasó, su relación con Lennon floreció mientras protestaban juntos por la Guerra de Vietnam y, como lo dijo en la entrevista que dio a Telegraph en el 2012, “arruino” la carrera de los dos. Aunque Ono fue aborrecida y despreciada por supuestamente destruir la camaradería de los Beatles, era Lennon quien hacía que lo acompañara a las prácticas de la banda y también al baño. Lennon tuvo otro famoso romance durante su matrimonio con Ono con la asistente de la pareja, May Pang, pero Ono dice que la aventura de 18 meses fue simplemente un merecido descanso dentro de su relación intensa y “no hizo daño”.
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Eso de que Lennon soportó un intenso sufrimiento mental es innegable; en su entrevista con Playboy en 1980— la cual fue publicada dos días después de que Lennon fuera asesinado a balazos frente al edificio de su departamento al noreste de Manhattan—describe su “período de Elvis gordo”, 1965, durante el cual estuvo “gordo y deprimido” y escribió la canción “Help!” como, sí, un grito de ayuda. Él y los demás Beatles “fumaban mariguana para el desayuno”, hasta que periódicamente Lennon dejó de soportar las “depresiones profundas en donde le hubiera gustado saltar por la ventana”. Incluso él admite golpear mujeres— “cualquier mujer”—, y explica: “Es por eso que siempre estoy en paz. Es la gente más violenta la que busca el amor y la paz”. Más adelante en la entrevista justifica su hábito de fumar con su dieta macrobiótica, diciendo, “la gente macrobiótica no cree en la gran C. Ya sea que ustedes tomen eso como racional o no, en la macrobiótica no creen que fumar es malo para la gente”. Esto no es necesariamente perjudicial para nadie más que para sí mismo, pero es una evidencia de su gran complejo de Dios, así como su egocentrismo en general.
Foto vía Wikimedia Commons.
Las posibles explicaciones sicoanalíticas sobre los problemas de Lennon incluyen su relación tumultuosa con sus padres. El padre de Lennon lo abandonó —lo que Lennon nunca le perdonó, a pesar del arrepentimiento de su padre— y en una confesión grabada en audio, Lennon reveló que cuando era adolescente desarrolló deseos sexuales por su madre. De lo que más tarde se lamentó no haber hecho nada diciendo: “Era de suponer que ella lo habría permitido”. También ha habido rumores sobre Lennon teniendo romances homosexuales con Paul McCartney y con el manager de los Beatles, Brian Epstein, que podría haber creado tensiones dentro de la banda por Lennon, pero por supuesto, estos no son ejemplos de la maldad de los Beatles, excepto en la medida en que probablemente ocurrieron más durante sus años juntos.
Toda está información está ampliamente disponible, y mucha de ella salió incluso de la propia boca de Lennon, aún así nuestra fascinación cultural por el martirio de este hombre persiste. Me duele admitir que he sido culpable de la complacencia, entre los 12 y los 15 años aproximadamente abracé esa versión de Lennon portando una camiseta con su rostro estilo Nueva York muy en onda bajo el cielo azul. El hecho de que la camiseta la compré en una tienda de descuento y probablemente no contribuí a su rentabilidad calma un poco el grito de culpabilidad que hay en mi conciencia, pero me tranquilizo a mí misma con el hecho de que por lo menos yo nunca puse el White Album durante mi turno barista en un café. Me gusta el típico hombre británico con nariz puntiaguda y buenas gafas tanto como mujer millennial, pero no es para tanto.