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Uno más. Otro exgobernador mexicano, salido de las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), está en prisión por el mal uso de recursos públicos.
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Cerca de las 3:30 de la madrugada, Rodrigo Medina, exmandatario del norteño estado de Nuevo León, ingresó al penal de Topo Chico, después de que un juez le dictó prisión preventiva —o temporal— para evitar que huya del país mientras se le investiga por los delitos de peculado y daño contra patrimonio del Estado.
Medina es acusado de haber desfalcado las arcas de su estado por 3.128 millones de pesos, que supuestamente usó para dar estímulos económicos a una armadora automotriz, cuando en realidad se benefició personalmente con ese dinero.
En el país de los escándalos, este gobernador mexicano es ‘el Rey’. Leer más aquí.
Ahora, Medina pasará hasta 144 horas en una celda, mientras el juez determina si hay elementos suficientes para dictarle una orden de formal prisión y comenzar a evaluar su sentencia. Su nueva casa es una prisión donde apenas en junio pasado hubo un motín de reos, muchos de ellos exintegrantes de los cárteles de Los Zetas y El Golfo, quienes dejaron 3 muertos y 14 heridos.
De acuerdo con el juez, la prisión preventiva es lo idóneo para un político con el perfil de Medina, pues —según un reporte de la Agencia Estatal de Investigaciones— el exgobernador ya no tiene propiedades en Nuevo León cuyo valor iguale o supere el monto de lo que se le acusa.
Medina se une así a una larga lista de exgobernadores priistas en problemas con la justicia, que han sido aliados en algún momento del presidente Enrique Peña Nieto: Javier Duarte, exmandatario de Veracruz, está prófugo y hasta con ficha de Interpol, después de que se liberó una orden de aprehensión en su contra por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
César Duarte, exmandatario de Chihuahua, también priista, lleva un complicado proceso penal en su contra por desvío de recursos y enriquecimiento ilícito, lo que lo ha llevado a abandonar el país. Y lo mismo pasa con el exmandatario de Quintana Roo, Roberto Borge. Todos ellos fueron presentados como los rostros de “nuevo PRI”, cuando Peña Nieto era candidato presidencial.
Sin embargo, no sólo el PRI tiene “ovejas negras” en sus filas de exgobernadores. El conservador Partido Acción Nacional es responsable de postular a dos exmandatarios que hoy duermen en prisión: en noviembre pasado, el exmandatario de Sonora, Guillermo Padrés, fue encarcelado por lavado de dinero y delincuencia organizada; y el exmandatario de Aguascalientes, Reynoso Femat, fue sentenciado este mes por los delitos de peculado y uso indebido del ejercicio público.
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