Este artículo fue publicado originalmente en VICE News, nuestra plataforma de noticias.
Este fin de semana una ola de violencia dejó 22 muertos en Veracruz y Tamaulipas. En este último, una confrontación entre la policía y civiles armados resultó en las muertes de nueve personas, mientras que en Veracruz se encontraron trece cuerpos en diferentes partes del estado.
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La violencia comenzó la tarde del sábado cuando agentes de la policía estatal Fuerza Tamaulipas que patrullaban entre los municipios de Río Bravo y Valle Hermoso se encontraron con un grupo de hombres armados.
De acuerdo con un comunicado de las autoridades, los hombres armados abrieron fuego contra la policía para evitar ser detenidos. La policía dijo que “al repeler el ataque, abatieron a nueve de los delincuentes”. Las autoridades dijeron que los atacantes fallecidos aún no han sido identificados y que portaban nueve armas largas, cartuchos y dos vehículos.
Al sur de Tamaulipas, Veracruz también experimentó un violento fin de semana con trece muertes reportadas en tan sólo 36 horas. Esta ola comenzó el sábado en la tarde con el asesinato del coordinador de Atención a los Derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado (ISSSTE). José Manuel Valencia Zárate murió después de que dos hombres armados entraran a su casa y lo atacaran, al mismo tiempo que le causaron heridas serias a su esposa.
El mismo sábado fueron encontrados los cuerpos de tres supuestos traficantes de personas en la cajuela de un taxi en una carretera del municipio de Yanga. Según los testigos, los agresores dispararon al taxi donde viajaban las víctimas, aunque permitieron que el taxista saliera del coche antes de que el tiroteo iniciara.
El domingo se encontraron los cuerpos de cinco jóvenes con signos de tortura en la capital del estado. Otros dos cuerpos lacerados fueron encontrados en diferentes carreteras; uno de ellos le pertenecía a Julio César Reyes, de 29 años. Las últimas dos víctimas se encontraron en Tlacolulan y Xalapa.
Tamaulipas y Veracruz se consideran parte del territorio de los Zetas o del Cártel del Golfo. Ambas son organizaciones criminales que en los últimos meses han recibido algunas bajas a manos del gobierno mexicano.
Este incremento en la violencia llegó tan sólo dos semanas después del escape de una cárcel federal de Joaquín El Chapo Guzmán. El Cártel de Sinaloa, que dirige Guzmán, es considerado el principal rival de los Zetas o de sus grupos remanentes.
En todos los incidentes ocurridos este fin de semana, las autoridades no revelaron ninguna potencial asociación de las víctimas con el crimen organizado.
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