Detalle de la chaqueta “punk” que estaba disponible por el módico precio de 375$
Hace unas semanas, Urban Outfitters, la tienda de ropa favorita de las blogueras americanas e inglesas, puso a la venta una “chaqueta vintage punk para hombres” por 375 dólares. La chaqueta tenía logos pintados a mano de algunos de los grupos punk más famosos de los setenta: The Clash, Sex Pistols y Crass. Estamos más que acostumbrados a que cualquier tienda para chonis y modernos venda camisetas de The Clash y los Sex Pistols, pero vender una chaqueta con el nombre del grupo anarco-punk más famoso a un precio que ningún anticapitalista podría pagar parece algo problemático (la chaqueta era una pieza única y, sí, alguien la compró).
Videos by VICE
Esperando tener una discusión, llamé a Penny Rimbaud, uno de los fundadores de Crass. Penny aprovechó la oportunidad para decirme cuánto le disgusta la nueva ola de punks DIY.
VICE: ¿Conocías la existencia de la chaqueta antes de que te hablara de ella?
Penny Rimbaud: No había visto la chaqueta en cuestión, pero sí, ya me habían hablado de ella. Personalmente, no tengo ningún problema. Me parece gracioso que en la chaqueta Crass sea como el cabeza de cartel y los Sex Pistols y The Clash los teloneros. Pero de hecho no han utilizado el logo de Crass, así que no es un uso inaceptable; es más una especie de arte caduco que un intento de vender una chaqueta de Crass.
Si los ricos quieren gastarse 400 dólares en una chaqueta de piel anticuada e ir a presentaciones de libros, galerías y hacer todas esas cosas que hacen los ricos, está bien porque quiere decir que estamos llevando el nombre de Crass a lugares a los que es muy difícil llegar. De hecho me gusta cuando gente como Angelina Jolie y David Beckham se ponen camisetas de Crass.
¿Crees que los fans de Crass pueden enfadarse?
Sé que muchos punks y anarcopunks dirán o habrán dicho, “¡Menuda puta estafa!” Pues bien, no les están robando nada. Los anarcopunks nos llevan robando desde hace siglos, haciendo reproducciones malas de nuestra música y nuestro arte. Para mí, sólo están ahí para apropiarse de lo que puedan y eso es laissez-fare en su máxima expresión. El mundo ha cambiado mucho en 30 años y mi trabajo consiste en buscar los mejores puntos de venta, las mejores oportunidades para promover ideas.
¿Entonces la escena anarco-punk ya no es DIY?
Parte de la ética DIY se ha ido a tomar por culo porque no pueden ver más allá del “hazlo tú mismo.” A menudo, DIY significa no hacerlo de la forma que otros pueden. Mi experiencia es que los llamados distribuidores comerciales hacen el trabajo más rápido, mejor y frecuentemente de una forma más amigable. Una gran parte de los DIY no paran de quejarse de tonterías éticas, a las cuales, casi siempre, siguen apegados porque no les queda otro remedio. Y apostaría hasta mi último centavo que si tuvieran la oportunidad, se expandirían.
Obviamente no voy a decir, “ojalá una marca cara de ropa haga un modelito completo de Crass.” Joder, si eso pasara yo mismo me las arreglaría a mi manera para encontrar una solución. Lo que la gente haga con su dinero no me importa; lo que me interesa es lo que la gente hace con sus ideas. De una forma graciosa, eso se relaciona más con una marca de ropa haciendo una chaqueta de Crass que a alguien más haciendo otra imitación mala de la música de Crass, que era relevante hace 30 años y apenas importa ahora.
No esperaba esta reacción por tu parte. Especialmente por las asociaciones financieras y políticas que tiene Urban Outfitters.
Bien, bueno, ¿y a mí qué me importa? El dinero es mierda de cualquier forma. Si realmente voy a tocar ese tema, la verdad es que no hay dinero limpio. Tampoco estoy diciendo que me hace feliz que quien dirige esa compañía pueda estar financiando actividades derechistas.
A mí me interesa promover ideas y cualquier cosa que ayude o impulse a que la gente encuentre estas ideas, especialmente ahora que todo el mundo tiene internet y la gente puede poner en Google “Crass” y tener un montón de información. Éramos una banda y una red de información; bueno, la red de información aún existe, la banda no, ya tuvo su época. Realmente creo que la información que impartimos, tanto política como personal, es muy valiosa y cualquiera que apoye a que la gente la conozca tiene mi voto.
¿Cuál crees que es el equivalente moderno al movimiento anarcopunk del que tú y Crass fuisteis parte en los setenta y ochenta?
Creo que el equivalente moderno es probablemente el rap negro. De alguna forma, los dientes de oro y el “que te follen, blanco” están más cerca del punk que cualquier otra cosa en el mundo de la música. A mí me da un poco de miedo, pero a la gente le asustaba el punk. Esos tíos están diciendo las cosas tal y como son.
¿Te puedo preguntar qué música escuchas actualmente?
Pues lo mismo que he escuchado toda mi vida, la verdad. Una mezcla de jazz y música clásica moderna. Prefiero la clásica del siglo XX y música coral. Me encanta Benjamin Britten. Desde que era niño, una de mis grandes influencias fue “Requiém de Guerra” que creo es el más grandioso grito contra la guerra que se ha escrito. También me gustan mucho los cuartetos de Beethoven. Hay algo muy reafirmante en este tipo de música. Hace que uno se de cuenta que no hay mucho por lo que preocuparse y que merece la pena vivir la vida.
Más Crass: