El Pentágono anuncia un posible fin de la prohibición de soldados transgénero

Ashton Carter, secretario de Defensa de Estados Unidos. Fotografía por Michael Reynolds/EPA.

La prohibición de militares transgénero en el ejército de Estados Unidos puede estar llegando a su fin. El pasado lunes 13 de julio, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, anunció que el Pentágono realizará un estudio de seis meses para determinar si hay algún problema objetivo con permitir militares transgénero en el ejercito.

Carter declaro que la prohibición de militares trans por parte del ejercito estadounidense era “anticuada” y, algo aún más importante, dijo que el estudio del departamento partiría de la presunción de que las personas transgénero pueden servir a su país sin ningún impacto sobre su efectividad y preparación.

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Carter también ordeno que cualquier despido administrativo de algún individuos trans antes de que el estudio termine, se debe manejar por medio del jefe de empleados del Departamento de Defensa, el subsecretario Brad Carson.

Carson, además, será quien lidere el estudio de seis meses. Algunos militares le han dicho a la Associated Press (AP) de manera anónima que el estudio examina qué tipos de exámenes físicos deben hacerse los soldados trans, si el ejercito pagaría tratamientos médicos especiales, qué tipo de residencia y uniformes serian necesarios para acomodar las tropas transgénero y “si su presencia puede afectar la habilidad de unidades pequeñas para trabajar bien en conjunto”. También le dijeron a la AP que los jefes de las distintas ramas militares no expresaron ninguna oposición hacia levantar la prohibición.

“Durante los últimos catorce años de conflicto, el Departamento de Defensa ha demostrado ser una organización de aprendizaje”, dijo Carter a través de un comunicado, comparando la adaptabilidad del ejercito en el campo de batalla con su habilidad para cambiar sus reglas domésticas. “Hemos aprendido cuando revocamos la política “Don’t Ask, Don’t Tell” (que prohibía a los soldados revelar su orientación sexual); de nuestros esfuerzos para eliminar el abuso sexual en el ejercito, y de nuestro trabajo para abrir posiciones de combate terrestre para las mujeres. Durante todo este tiempo, hombre y mujeres transgénero han estado ahí con nosotros, aunque muchas veces debieron servir en silencio junto a sus compañeros en armas”.

“Tenemos soldados, marineros, pilotos y marines transgénero, estadounidenses reales y patrióticos, que sé que sufren por culpa de un argumento antiguo, confuso e inconsistente, que además es contrario a nuestros valores de servicio y merito”, dijo Carter. “Nos debemos asegurar de que todos los que estén dispuestos y listos para servir tengan una oportunidad completa y equitativa para hacerlo, y debemos tratar a todos los nuestros con dignidad y respeto”.

El ejercito ha estado trabajando en acabar con la prohibición de personas transgénero en sus filas desde que la política Don’t Ask, Don’t Tell fue revocada en 2011. En 2014, el entonces secretario de Defensa, Chuck Hagel, le dijo a The Week de ABC que la prohibición militar de soldados transgénero “debía ser revisada continuamente”.

Grupos que tienen como objetivo acabar con la prohibición, como el Palm Center, que promueve estudios de personas LGBT en el ejército, y SPARTA, un grupo conformado por veteranos trans, han incitado al Departamento de Defensa a revisar sus políticas.

Reportes del Palm Center y el Instituto Williams de la Universidad de California, un centro de estudios que se especializa en problemas de genero y sexualidad en el ejército, estima que hay mas de 15.000 soldados trans que ya sirven a las fuerzas armadas nacionales. El Palm Center encontró el año pasado que es “administrativamente posible y no es excesivamente complejo o grave” permitir miembros transgénero.

“El anuncio de hoy es muy bienvenido, no solo para los 15.500 empleados transgénero que están en servicio, sino también para todos los estadounidenses”, dijo el director del Palm Center, Aaaron Belkin, en un comunicado. “El proceso de revisión debe ser rápido y debe ser comunicado por investigaciones de ciencias sociales y a partir de las lecciones de 18 ejércitos extranjeros que ya han levantado la prohibición y han encontrado que las políticas incluyentes no son difíciles de formular o implementar”.

La veterana y directora de políticas de SPARTA, Allyson Robinson, celebró el anuncio de Carter como “un tributo al honorable servicio militar de miles de estadounidenses transgénero”. También mencionó que muchos individuos transgénero ya sirven junto a tropas estadounidenses en alianzas militares con otros países y como contratistas del Departamento de Defensa, así como en otras instituciones como la policía y el departamento de bomberos.

“Hay mucho más por hacer, pero la clara intención de la secretaría de tratar a los soldados, marineros, pilotos y marines con la misma dignidad y en una posición equitativa frente a otros empleados, es coherente con los valores centrales de las Fuerzas Armadas”, dijo Robinson en una declaración del grupo. “Estamos listos para proporcionar recursos al grupo de trabajo para los cambios en las regulaciones requeridos para encargarse de todas las tropas”.

“Mientras que mucha gente no entiende, muchos de mi compañeros me han apoyado”, dijo la Capitana del Ejercito, Jennifer Peace, una mujer transgénero que presta servicio en un Equipo de Combate de Brigada Stryker, a través de una declaración de SPARTA. “Este cambio me permite continuar haciendo mi trabajo sin la carga adicional de pretender ser alguien que no soy. Y eso me convierte en un mejor oficial y líder”.