Las cadenas de comida rápida se dedican a estandarizar sabores, ingredientes y recetas. Las pizzerías no son la excepción, es por eso que no es nada extraño encontrar pizzas “marinera”, “de carnes frías” y hasta “mexicanas” con más o menos la misma combinación de ingredientes y nombres. Sin embargo, hace poco Pizza Hut Bélgica decidió añadirle más sabor a esta fórmula cuando cambió el nombre de la pizza mexicana por “El Chapo”. Sí, nuestra fama de narcotraficantes ha llegado hasta la cocina.
La promoción dice, “Para atrapar a los maleantes, se necesita ser rápido”, ya que ha estado vigente desde el 29 de agosto y hasta el 16 de octubre de este año, periodo en el que podrás ordenar la pizza especial (por desgracia sólo si resides en aquel país europeo).
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Por si tienes curiosidad y no vives en Bélgica, te decimos los ingredientes de esta creación según lo que publica el sitio web de la cadena: “maíz, carne de res picada y enchilada, frijoles, y nachos crujientes sobre una base de salsa de tomate mexicana espolvoreada con queso mozzarella”. Todo por un precio de €6.95 en mostrador y €8.95 euros con envío a domicilio (entre $150 y $190 pesos mexicanos).
Las reacciones en internet, por supuesto, no se dejaron esperar. Como siempre polarizadas, pero incluso hubo quien realizó encuestas para conocer la opinión de los mexicanos.
Me parece que las empresas toman decisiones basándose en las probabilidades que tienen de obtener mayores ganancias. En este caso eligieron a la figura nacional más famosa de los últimos años; te guste o no, él nos representa a nivel internacional, porque nadie se ha hecho más notable. OJO: no estoy afirmando que no haya personajes más notables; sólo que no han llegado a obtener la fama y reconocimiento a nivel internacional que Joaquín Guzmán Loera. Quizá valdría la pena preguntarse, ¿por qué le hemos dado más importancia a un narco que a los científicos mexicanos que han logrado entrar a la NASA (por decir algún ejemplo)?
El narcotráfico es una realidad que vivimos día a día, como consumidores, como dealers, como cárteles, como víctimas, como fuerzas del orden… Y para quienes se sienten ofendidos y dicen cosas como: “¡Qué insensibles son! Es culpa de Trump, no es una representación de México”, les pediría que nombraran a algún colombiano más famoso que Pablo Escobar. No me parece que todos y cada uno de los miles de televidentes que miran sin falta los capítulos de ‘El Patrón del Mal’ en Netflix sepan que Gabriel García Máquez también es colombiano y que fue Nobel de Literatura. No es obligación saberlo, pero ahí se nota en dónde estamos enfocando nuestra cultura. Y alguien se sentirá orgulloso de esta pizza, puedo apostarlo.
¿Que si es triste o vergonzoso?, claro. Pero en México no nos gusta escuchar nuestras verdades. Que “El Chapo” nos sirva para reflexionar sobre nuestro bello país y su gente, mientras podrías ordenar una pizza.