Comida

¿Qué tipo de alimentos come la gente cuando está deprimida?

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Artículo publicado originalmente por VICE en inglés.

Tenía 19 años cuando me diagnosticaron depresión clínica, en 2018. Además de mi falta de voluntad para vivir y las cancelaciones de citas de último momento, mi terapeuta estaba preocupado por mi terrible ciclo de sueño y lo poco que estaba comiendo.

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Mi “comida para la depresión”, o la comida a la que recurro cuando no estoy en un estado mental adecuado para preparar comida “normal” y nutritiva, siempre ha sido una mezcla caótica de carbohidratos y alimentos procesados. He comido un paquete completo de Oreos con una guarnición de pan tostado con demasiado queso, sopas enlatadas y macarrones con queso listos para servirse. Mi historial de trastornos alimentarios y una relación volátil con la comida han contribuido al deterioro de mi dieta a lo largo de los años.

Durante la cuarentena, mi comida para la depresión iba desde galletas saladas con queso hasta tristes intentos de preparar burritos. Recientemente he estado comiendo tofu condimentado con toneladas de hojuelas de chile mezclado con lechuga y mayonesa de ajo casera. No sabe tan bien como parece, pero me mantiene en marcha. Cuando un familiar cercano estuvo en el hospital el año pasado, lo único que consumí durante casi una semana fueron tazas interminables de café barato del hospital y sándwiches de pollo seco. Mi estómago y mi mente se sentían muy mal, pero no podía comer nada más.

“La comida para la depresión evoluciona en torno a no encontrar la energía ni la motivación para siquiera cocinar”, me cuenta Lilly Sabir, psicoterapeuta con sede en Oxford, Reino Unido. “Una persona que sufre de estados depresivos crónicos atraviesa oleadas de patrones como el consumo de alimentos saludables, alimentos poco saludables y comida chatarra, o comer muy poco: son patrones de alimentación inconsistentes que a menudo enmascaran los estados más profundos de depresión que un individuo está experimentando”.

La comida para la depresión es parecida a la comida reconfortante, pero sin la motivación para prepararla ni la emoción para degustarla. A menudo está compuesta de combinaciones de alimentos bastante extrañas que podrían provocarle asco a algunas personas. Sin embargo, también es un recordatorio de que comer algo es mejor que no comer nada.

El término “comida para la depresión” se hizo popular después de que surgieran comunidades dedicadas en internet durante años recientes. En los hilos de Reddit y grupos de Facebook, las personas se reúnen ahora para discutir lo que comen cuando sienten que no pueden seguir. Desde kimchi mezclado con pasta de dos semanas de antigüedad hasta las sobras de salami mezclado con ensalada de papas y queso, los hilos de la comida para la depresión de Reddit muestran que las personas mezclarán casi cualquier cosa cuando no tienen la energía para cocinar y comer. También hay una lotería de alimentos para la depresión en donde yo he consumido al menos la mitad de los “platillos” representados.

Yo misma encontré estos grupos en Facebook y Reddit apenas este año. Pero ha sido un alivio porque 1) la comida para la depresión es algo real. Pensé que estaba loca por comer así durante mucho tiempo. 2) Me di cuenta de que a la gente se le ocurren cosas más raras que a mí.

Como la mayoría de las comunidades en línea, ser parte de estos espacios ha sido catártico, aunque después de un momento comencé a preguntarme si sabía demasiado sobre la vida de aquellos extraños. “Reprobé un examen hoy, aquí hay un sándwich que preparé a las prisas para sentirme mejor”, dice una de las publicaciones. “Tuvimos que dormir a nuestro perro hoy y estoy llorando mientras como masa para galletas”, dice otra. También sigo a @depressionmealzchef en Instagram, que podrá tener solo unos 150 seguidores, pero es una cuenta honesta y cruda sobre cómo es vivir consumiendo comida para la depresión, especialmente cuando eres vegana.

“Mis roommates se burlaban de mí por ser una terrible cocinera”, me cuenta Charlotte Edgington, quien maneja la cuenta junto con su roommate Kitty Jackson. Ambas son estudiantes de la Universidad de Birmingham. “Juntas, teníamos tantas fotos horribles de nuestros platillos para la depresión que decidimos abrir una cuenta de comida y memes para compartirla con el mundo”.

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Estos grupos ofrecen espacios para que las personas se muestren vulnerables frente a miles de extraños. Sin embargo, los expertos advierten que también podrían ser detonantes para algunos. “En estos grupos puede prevalecer un sentido invisible de competencia. Muchos platillos se ven bastante extravagantes y raros, y pueden hacer que la gente crea que su comida tiene que verse rara para ser una comida para la depresión”, dice Sabir. “Estos grupos no siempre son catárticos; también pueden ser detonantes para quienes están recuperándose de los trastornos alimentarios”.

Como sobreviviente de un trastorno alimentario, yo también siento a veces que no puedo manejar el contenido de algunos grupos. Por fortuna, la opción de “silenciar” funciona de maravilla en esos momentos.

Además de enterarme de los platillos para la depresión que preparan los extraños, el hecho de que las personas que conozco también tengan sus propias versiones me reconforta. “A veces, mi comida para la depresión es la misma que mi comida de confort: khichdi (un platillo indio hecho con arroz y legumbres en una olla) y calabaza frita. Es muy fácil de cocinar y me trae buenos recuerdos”, dice Ayushi Aishwarya, un joven de 22 años de la ciudad de Patna, en India, y compañera de clase de mi época universitaria. “Pero en los días que no puedo levantarme de la cama, termino ordenando lo que mi presupuesto me permita. Hubo un tiempo en que comía McDonald’s casi todos los días de la semana. Cuando me quedo sin dinero, termino haciendo huevos y fideos, junto con algo que tenga queso”.

Un sinfín de tazas de café parece ser otra “comida” predilecta. “Necesito algo que me haga sentir un poco de confort y calidez, por eso suelo preparar café con leche y tomarlo con chocolates”, dice Aila Dutt, una estudiante universitaria de 21 años de Nueva Delhi. “También me encantan los nuggets de pollo de McDonald’s, pero mi presupuesto no me permite comerlos todos los días”.

La cafeína y la depresión tienen una relación indirecta: demasiada cafeína puede causar problemas para conciliar el sueño y empeorar la depresión. El azúcar también puede hacer que la depresión empeore. Entonces, si bien es reconfortante comer o beber este tipo de alimentos cuando atraviesas un episodio de depresión, también pueden empeorar la situación.

“La comida para la depresión generalmente consiste en niveles altos de azúcar y cafeína que pueden causar una alteración en los niveles de dopamina del cerebro”, me dice el psiquiatra Alexander Lapa. “Con el paso del tiempo, el cerebro se acostumbra a una dieta alta en azúcar. Si alguien en esta posición intenta eliminar el azúcar de su dieta, experimentará reacciones intensas pero a corto plazo como irritabilidad, ansiedad y fatiga”.

Si bien la depresión puede llevar a una persona a no comer nada durante períodos prolongados, la comida lista para servirse puede ser un salvavidas. “Me abastezco de comida preparada que puedo echar en una sartén o en el microondas con un poco de arroz y col rizada”, cuenta la profesional en marketing Jesse Jan Dreisse, quien vive en Reino Unido. “Se tarda unos dos minutos en calentar y es bastante nutritivo. También puedo vivir de tortas de arroz para siempre”.

Si bien no todos entenderían por qué la gente arma combinaciones tan extrañas, es importante recordar que la depresión a menudo puede arrebatarte la capacidad para realizar tareas básicas como levantarte de la cama o ducharte. Preparar un platillo, entonces, parece extremadamente difícil algunos días. En ese sentido, comer algo, aunque sea una idea asquerosa para algunas personas, es mejor que morirse de hambre. Internet está lleno de guías sobre cómo comer de manera más saludable con un presupuesto limitado o cómo alimentarte dependiendo del nivel de depresión en el que te encuentras. Ordenar comida a domicilio también podría ser una opción.

“Los estudios han encontrado que la dieta mediterránea puede reducir las posibilidades de trastornos depresivos, ya que es rica en Omega-3 y vitamina B12”, dice Lapa. “Es probable que una dieta rica en hojas verdes, bayas, frutos secos y pescado te ayude a obtener todas las vitaminas necesarias para reducir las posibilidades de padecer condiciones depresivas”.

Honestamente, vivir en un país donde la pandemia continúa con tanta fuerza significa que mis niveles de estrés también son inusualmente altos, así que no veo un final próximo para mis platillos raros. Sin embargo, el hecho de no estar sola en este proceso es extrañamente reconfortante.

Por supuesto, estos grupos no son sustitutos de la atención de la salud mental o lugares donde puedes buscar ayuda. Tampoco enmascaran el hecho de que la comida para la depresión puede ser un revoltijo caótico y poco saludable de alimentos procesados. Pero lo que sí ayuda es hablar sobre la realidad de vivir de la comida para la depresión y tener un espacio para acercarte a otras personas. Estas comunidades me han enseñado que la comida para la depresión no es nada de qué avergonzarse. A menudo, quiere decir que al menos lograste sobrevivir el día. Y en ese momento, es suficiente.

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