Este fin de semana, Amsterdam estaba siendo anfitriona del festival Dekmantel, que como es costumbre viene armado de su propio escenario de Boiler Room. El pasado 5 de agosto, el turno fue de la jefa del sello Trip, Nina Kraviz, quien decidió hacer un DJ set solo con discos.
La sesión comenzó y de inmediato se hicieron sentir comentarios de muchísimos fans empedernidos de las redes e incluso del público asistente. Kraviz no tuvo el despliegue más prolijo a la hora de seleccionar y mezclar. Las críticas en general se inclinan a señalar que la transición entre canción y canción, esta vez, le quedó grande a la súper estrella, adjudicándole los tropiezos al hecho de estar mezclando en vinilos, lo cual requiere un nivel más alto de técnica. Sin embargo, aquí les dejamos el set para que juzguen a su propio criterio:
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Además, le consultamos a Lunate, referente de la escena capitlina y DJ que usualmente pincha con discos, un análisis sobre el tema. Esto nos contó:
Ver las reacciones de muchos sobre la presentación de Nina Kraviz en el Dekmantel fue una representación de muchas de las frustraciones que tengo con gran parte de la escena colombiana. Acá tres conclusiones que saqué leyendo los comentarios en Facebook:
1. La falta de solidaridad entre artistas se mantiene por debajo de la envidia
Lo primero que pensé es que muchos de los que se hacen llamar DJs, músicos, productores, etc, no tienen la mas mínima empatía con otros músicos. Parecen nunca haber pasado por momentos de fallas técnicas, las agujas siempre les funcionaron bien, jamás tocaron con unas tornamesas con feedback, y el monitoreo siempre fue perfecto cada vez que pasaron música. Eso sin contar las razones personales que puedan precipitar una mala noche para cualquiera, a las que la mayoría de críticos son inmunes.
La música es una profesión difícil, estresante, que muchas veces no sale como es esperado y que muchas veces se sale de las manos. Creo que cualquier artista con algo de experiencia ha atravesado por momentos similares y, si bien todos tenemos gustos y todos hemos criticado a otros músicos por no alinearse con nuestras preferencias particulares, considero que deberíamos pararnos unidos y apoyarnos en vez de destruirnos por Facebook.
2. Una falta de conocimiento básico frente a las variantes de la música que tanto decimos amar
De nuevo, cada uno profundiza en los géneros y artistas que prefiere, pero la falta de investigación de algunos sobre otras expresiones de la música electrónica (y en general) es algo desconcertante. Mucha de la música que puso Nina Kraviz, como “Work That Mutha (LJS Clean Mix)” de Steve Poindexter, son temas clásicos de Ghetto House que generalmente no se mezclan de la misma manera que el Tech House genérico, tan alabado por muchos DJs de nuestro país. El estilo de mezcla de Chicago y de muchos géneros relacionados y derivados del house de esta ciudad, como el Juke y el Ghetto House, se mezclan con transiciones rápidas y cortas, como las que estaba haciendo Nina Kraviz hacia la mitad de su set. Estos géneros tienen una composición y una estructura diferente, al igual que el contexto histórico y la intención de los DJs que los promovían, como Traxman y DJ Deeon. Mientras que en géneros como el House Progresivo la intención es el “viaje”, en el Ghetto House es la energía.
Es importante que investiguen un poco al artista que están criticando, si bien Nina Kraviz es reconocida por ser Dj de Techno, ella ha expresado muchas veces su amor por la música de Dance Mania. Si quiere profundizar escuche el set de Delroy Edwards para Boiler Room en el 2013, donde pueden encontrar muchos paralelos con el set de Nina.
3. Todo lo diferente es malo
No es la primera vez que propuestas diferentes, retadoras a la formula del Kick en negras y el sub bass eterno, son mal recibidas en nuestro país. Solo hay que ver el papelón de los auto-proclamados amantes y conocedores del techno cuando le vaciaron la pista al gigante del Electro Dj Stingray (tema cubierto por este mismo canal). Pasa lo mismo con el set de Nina Kraviz.
Todos aquellos que se hacen llamar amantes de la electrónica deberían investigar un poco más qué es lo que están escuchando, y no juzgar todo a través del filtro de la música que les gusta. Si quieren un set de un género específico, con todo lo que eso conlleva (como el tipo de mezcla), vayan ver eso, pero no esperen que Nina Kraviz alinee su set de Dekmantel para satisfacer sus expectativas. Los invito a escuchar el set de Nina con algo más de información y mente abierta y no se encontrarán ni la mitad de las tragedias que dicen.
Sí Nina Kraviz hubiera presentado un set de tech house genérico, en CDJs, con mezclas perfectas e imperceptibles, mejor dicho, que se sintiera como el mismo track por una hora entera (la agenda preferida de la mayoría de clubes y artistas locales) la gente la estaría aclamando. O probablemente estarían buscando algo más para criticarle: que baila mucho, que no vale todo lo que cobra, que es solo una cara linda. Todo desde la comodidad del sofá, sin aportar nada a la música, sin aportar nada a la escena.
Las publicaciones de muchos solo discriminan, destruyen, critican, y promueven actitudes que no son bienvenidas en nuestra escena. Esto prolonga las posturas que evitan que crezca nuestra música, evita que otras personas lo intenten por miedo a ser recibidos con comentarios como estos.
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