Imágenes: Ty Johnson
Si eres un ser humano como el resto de nosotros en Noisey, seguramente en algún momento has sentido escalofríos —y no sólo cuando te despiertas a mitad de la noche pensando que hay alguien más en tu habitación. Cuando te recorre ese sentimiento por la columna y estás escuchando una canción que te está encantando, sabes que ese momento que estás viviendo es extraordinariamente especial.
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Este año me ha pasado unas cuantas veces, quise averiguar por qué mi piel se ponía de gallina cuando escuché a Bowie en la radio, cuando vi a los Buzzcocks tocar “I Don’t Mind”, y escuché a Royal Headache romperla con “Another World”.
Para entender el fenómeno un poco mejor platiqué con el Dr. Freddy Vista, un experto que está mejor calificado que yo para hablar sobre el tema.
Noisey: Doctor, ¿por qué te dan escalofríos cuando la estás pasando bien escuchando música? ¿Qué onda con eso?
Dr Freddy Vista: Los escalofríos se deben a un fenómeno llamado piloerección, que es cuando tus vellos se paran (pilo = pelo, erección = erección). Esto es causado por pequeños músculos que se contraen alrededor de las bases de cada folículo de pelo. Puede ocurrir como respuesta al frío, como parte de la reacción del cuerpo a situaciones muy estresantes o amenazantes, o como respuesta a experiencias que son emocionalmente muy fuertes.
Así que nos convertimos en una enorme erección peluda, ¿por qué?
Los escalofríos probablemente sean un vestigio de mecanismos bastante viejos para controlar la temperatura. Los mamíferos cubiertos en pelo pueden retener el calor cuando hacen que sus pelos se paren de puntas (creando así una capa de aire insulada cerca a la piel). La piloerección es parte de la respuesta del cuerpo al liberamiento de adrenalina (junto con un ritmo cardiaco más veloz, una respiración más rápida, etc). Esto probablemente también sea algo derivado de nuestros ancestros mamíferos que tenían pelaje, porque tener tus pelos de punta te puede hacer parecer más grande en situaciones amenazantes.
Eso está súper padre.
Pero la experiencia placentera de tener escalofríos de la que estás hablando —cuando escuchas ciertos tipos de música, por ejemplo— viene de un lugar diferente.
Sí, no me sentía muy preocupado por mi vida.
Los estudios cerebrales han demostrado que esta experiencia está asociada con los senderos de la recompensa. No queda del todo claro por qué con ciertas experiencias sensoriales se activan los mecanismos por los que tu cerebro consigue gratificarse. Mediada por la liberación de dopamina, estas son las mismas áreas implicadas en la excitación y la adicción. También sucede una activación parcial del sistema nervioso simpático como resultado, que agrega adrenalina a la mezcla y es probablemente la causa directa de la piel de gallina. Esto explica la sensación de “rush”
¿Excitación? ¿Erecciones? Esto es un tipo de explicación más atractiva de lo que pensaba.
Resulta que algunas experiencias son mucho más propensas a causar piel de gallina en cierto tipo de persona (aunque sólo a la mitad de la gente le pase). La música parece ser el gatillo más poderoso, aunque los estímulos visuales y táctiles también pueden causarla. Concretamente, la música que provoca un determinado estado emocional, la que da esa sensación de “conmovido”, y que claramente está vinculada a sentir la piel de gallina.
Creo que eso resume bastante bien lo que sentía.
Algunos investigadores han sugerido que esta emoción es en realidad una subcategoría de la tristeza, y que la experiencia puede ser una reliquia evolutiva de la angustia de separación. Mientras que esto choca con la evidencia de la recompensa en las vías cerebrales, parece que hay un vínculo entre la piel de gallina y la música que evoca pérdidas – “My Heart Will Go On” se ha utilizado a menudo como un disparador en estudios controlados.
Oh no…
La próxima vez que escuches música sensible en público, vele los antebrazos a la gente que te rodea. No importa lo que te digan, si sienten algo al escuchar a Celine Dion, sus cuerpos no mentirán. Eso me parece bastante chistoso.
Me siento mucho más listo ahora. ¡Gracias!