Llegar al gimnasio antes del amanecer. Sudar en el campo de prácticas dos veces al día. Vivir la vida como si fuera un comercial de Nike. Los atletas profesionales refinan su cuerpo como Adonis de la vida real, renunciando a los placeres del paladar para obtener proporciones de figuras de acción y un rendimiento óptimo.
Nos vendría bien a nosotros, simples mortales, seguir algunos consejos de salud de un atleta profesional. A menos que seas el pítcher de los Chicago Cubs, Jason Hammel, a quien recientemente le recetaron nada más y nada menos, que papitas fritas, grasosas y saladas.
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A Jason Hammel le pagan $9 millones de dólares este año por arrojar bolas a gran velocidad y de vez en cuando ejercitarse para subir a la base e intentar batear. Ahora, también tiene que comer muchas papas fritas, luego de que su médico le aconsejara consumirlas para ayudarlo a aliviar sus calambres. Una oferta muy jugosa (o más bien salada).
“Para mis calambres, si es algo crónico, [mi doctor] dijo, ‘Papitas’, porque tienen mucho potasio y obviamente la sal de mar ayuda a retener el agua”, comentó Hammel en una conferencia de prensa. “Así que me enfoqué en eso durante el descanso y comí muchas papitas, y ha resultado bastante bien. Intentaré seguir con la receta”.
Hammel ha tenido un pequeño resbalón, ganando solo seis de sus últimos 11 juegos. El pasado 7 de julio tuvo que abandonar un juego cuando su mano comenzó a acalambrarse, entonces recibió una llamada del doctor del equipo para atacar su problema recurrente. El médico le recetó la mejor medicina posible y, durante el descanso del Juego de Estrellas, empezó a comer grandes cantidades de papas fritas.
El sábado, después de una semana de comer intensamente, Hammel ganó su primer juego. Él asegura que la victoria se la debe a las papas fritas, mismas que estuvo comiendo entre sus entradas.
Para ser honestos, no todos los atletas profesionales son parangones de la comida saludable y tampoco siguen alguna dieta loca tipo Tom Brady. El nadador Michael Phelps, cuando entrenaba para los juegos olímpicos, comía 12,000 calorías todos los días en forma de kilos de pasta, pasteles de chispas de chocolate, pizza y miles de calorías en bebidas energéticas. Y el rapero Riff Raff, quien sigue trabajando para alcanzar su sueño de convertirse en luchador profesional, puede decirte un par de cosas acerca ejercitarte comiendo hamburguesas cuatro veces al día. Sin embargo, el mérito inusual de comer papas fritas debido a problemas de salud le pertenece a Hammel.
No se sabe cuál ha sido la marca escogida de Hammel, pero con suerte podrá hacer de esta situación una oferta de patrocinio. Papitas, dinero y sin calambres, es una situación ganar ganar.