Foto vía el usuario de Flickr Imagens Evangélicas.
La vida está llena de crueles verdades. Una de las más crueles es que solo puedes salir de fiesta durante un tiempo, después tu cuerpo comenzará a pedirte amablemente que te relajes y de todos modos probablemente se te irán juntando tantas responsabilidades que de pronto ya no te parecerá tan buena idea tomarte cinco cervezas y comerte un tripi cada fin de semana. Además, cuando decides que estás listo para la responsabilidad más grande —tener un hijo—, solo te queda esperar que tus genes no estén demasiado dañados por la droga como para causarle problemas médicos serios a tus retoños.
Videos by VICE
Pero, ¿qué pasaría si supieras el daño que le estás causando a tu cuerpo antes de que sea demasiado tarde? No intento sonar trillado pero le pedí a dos expertos en salud reproductiva —el Dr. Ricardo Yazigi del Centro de Fertilidad Shady Grove de Maryland y el Dr. David Nudell, urólogo especializado en salud reproductiva masculina— y a Fernando Caudevilla (también conocido como el Dr. X) que me explicaran el impacto negativo que las drogas provocan en el esperma. El consenso general es que el uso de cualquier droga ilegal daña a los testículos e impide la producción de testosterona, que es la sustancia que hace funcionar todo el sistema reproductivo masculino.
Para escribir ese artículo nos basamos en un estudio realizado en 2012 llamado “The Insults of Illicit Drug Use in Male Fertility” hecho por la American Society of Andrology (asociación que se especializa en la salud reproductiva masculina). El estudio ha sido publicado en la revista médica Journal of Andrology.
Marihuana
La marihuana es la droga más consumida en España, Estados Unidos y también en muchos otros países del mundo, lo que significa que probablemente todos vosotros tenéis problemas con vuestro esperma.
El cuerpo humano sintetiza los compuestos cannabinoides de la marihuana, eso significa que nuestras células tienen receptores naturales para estos compuestos. Si los cannabinoides se aferran a las células de los testículos o al mismo esperma, es posible que se presenten efectos secundarios que pueden ser un problema. Según el Dr. Yazigi:
“Cerca del 33% de los consumidores crónicos de cannabis tienen un número bajo de espermatozoides. Está demostrado que cuando los componentes y los metabolitos activos de la marihuana se adhieren a los receptores del esperma, pueden provocar que baje la tasa de movilidad. Lo que no está claro son los efectos en los consumidores menos frecuentes —no se han realizado estudios específicos, aunque se cree que estos hombres pueden recuperar su función espermática rápidamente si suspenden el consumo. Sin embargo, si intentan embarazar a su pareja, deben evitar el consumo”.
Cocaína
Por supuesto la cocaína es la legendaria “mata empalmadas”. Provoca vasoconstricción —estrechamiento de los vasos sanguíneos—, que a su vez provoca disfunción eréctil. Es difícil detallar qué más provoca porque los estudios realizados en seres humanos son complicados debido a que la cocaína hace que quieras divertirte más. Le pregunté al Dr. Yazigi por qué no tenemos más información acerca de los efectos de la cocaína y me respondió que las pruebas en los humanos no son buenas “debido a que la mayoría de las veces se combina la cocaína con alcohol, tabaco y otras drogas. Muy pocas personas consumen únicamente cocaína”. También me recordó que no puedes obligar a un grupo de personas a consumir cocaína para después follar. Es decir, no es ético.
Se han realizado pruebas en animales que demuestran que hay receptores de cocaína en los testículos y en el esperma. “Se producen anomalías en el tejido testicular. Muchas células se deterioran”, me dijo el Dr. Yazigi. Por otro lado, el Dr. Nudell fue más radical y dijo que las pruebas en animales revelaron que era posible que se trasmita la cocaína a través del esperma hacia el óvulo. “Los efectos de este fenómeno son desconocidos pero es seguro que puede causar un aborto espontáneo prematuro”.
Opiáceos
Para que quede claro, con opiáceos me refiero a la heroína, la oxitocina, la hidrocodona, etcétera. El Dr. Nudell explica que si se consumen opiáceos durante un periodo prolongado pueden provocar problemas en el sistema reproductivo debido a la inhibición de la hormona GnRH, la cual “segrega el hipotálamo (órgano que controla la glándula pituitaria)”. Esto quiere decir que la glándula pituitaria reduce los niveles de producción de la LH (hormona luteinizante) y la FSH (hormona folículoestimulante) —una manera sofisticada de decir que el cuerpo no produce el esperma necesario para hacer un bebé. También hay pruebas de que la adicción a los opiáceos puede provocar la fragmentación del ADN del esperma y por lo tanto, una gran disminución de la tasa de fertilidad o un incremento en la posibilidad de aborto espontáneo.
Metanfetaminas
Ni siquiera es necesario decir que si consumes metanfetaminas con regularidad, el hecho de reproducirte está muy abajo en tu lista de prioridades. Arreglarte los dientes y pagarle a tus padres todo el dinero que les robaste de su fondo de pensiones deberían ser las más urgentes. Si de todos modos quieres un bebé, debes saber que te estás provocando un “daño directo en los túbulos seminíferos”, que son el sistema de apoyo de los testículos. De nuevo, eso significa que produces niveles bajos de testosterona. Además, es posible que el esperma esté dañado por la constricción vascular y la mala circulación. El Dr. X asegura que “el problema más grave de la anfetamina y sus derivados es el riesgo que corren los bebés de sufrir alteraciones cardiovasculares (deformidades en el corazón)”.
LSD
¿Qué tal si hacemos un bebé… de ácido? Tal vez no es un gran plan pero nunca se sabe. El Dr. Nudell me dijo que “la mayoría de los estudios sobre el LSD no muestran que cause ningún efecto en el esperma. Se han realizado muchos estudios para ver si hay cambios en el ADN de los espermatozoides y en otras células pero no se han obtenido resultados concluyentes”. El Dr. X incluyó a las setas alucinógenas y a la ketamina cuando dijo que las drogas psicodélicas no afectan la reproducción. En otras palabras: adelante, tómalos, simplemente hazlo con precaución.
MDMA
Si tienes suerte y consigues MDMA de verdad en lugar de un montón de mierda como la que le compras a un tipo detrás de los baños portátiles de algún festival, que sepas que vas a tener problemas con tu semen. Las investigaciones que se han realizado acerca del MDMA no han dado resultados concluyentes. Sin embargo, el Dr. Yazigi me dijo que puede afectar la producción de testosterona (igual que casi todo lo de esta lista). Me dijo que “Probablemente dañe el ADN del esperma y deteriore el tejido en los testículos. La movilidad del esperma (la capacidad para nadar de manera eficaz hacia el óvulo) no disminuye pero sí es posible que baje el número de espermatozoides. Básicamente solo afecta la producción de esperma”.
Eso significa que el espermatozoide se sigue moviendo como lo haría normalmente, solo es menor la cantidad de espermatozoides. Esto disminuye las probabilidades de embarazo. Al igual que con las metanfetaminas, el éxtasis puede causar anomalías en el corazón del bebé.
Si procesaste la información de manera adecuada y aun así no puedes deshacerte de tu hábito pero quieres darle a tu pareja un esperma de buena calidad, el Dr. Yazigi explicó que se necesitan tres semanas para expulsar de tu cuerpo el esperma dañado:
“En teoría, si un hombre que perdió esperma se somete a un tratamiento de testosterona, se espera que su espermatogénesis vuelva a la normalidad en unos 3 o 6 meses. Es decir, el esperma volvería a ser normal. Aunque la realidad es que a muchos hombres les cuesta años volver a tener un conteo normal de esperma”.
O sea que si te apetece mucho tomarte algo de lo de la lista anterior y esperar unos años la bendición de la paternidad, adelante. Pero si no es así y quieres empezar pronto a cambiar pañales, mejor que pases de todo eso.
Puedes seguir a Dave Schilling en Twitter.