Artículo publicado por VICE México.
La probabilidad de que una persona consiga una sustancia psicoactiva que desea en la Ciudad de México es de 50 por ciento. Es decir, de dos pastillas de MDMA que consigue una persona, una tiene MDMA y la segunda, otra sustancia diferente. Conseguir la sustancia deseada y que no tenga algún adulterante o sustancia no deseada en el mercado negro y bajo la prohibición es verdaderamente difícil en esta ciudad, y en el mundo.
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Un adulterante se define como una sustancia no deseada en algún producto terminado, ya sea un medicamento, producto alimenticio o una droga. Puede o no tener consecuencias negativas al ser ingerida por una persona, pero no debería estar presente porque carece de una funcionalidad al ser consumida o durante la preparación del insumo. Por lo tanto, la pastilla de MDMA (éxtasis) no adulterada es aquella pastilla que tiene MDMA y sustancias necesarias para la elaboración de la pastilla, pero que no tienen un efecto psicoactivo ni dañino.
Por otra parte, cuando se habla de una sustancia sustituida, se habla de una pastilla, cristal, polvo, etcétera que no contiene la sustancia que se esperaba, y en su lugar, tiene una sustancia que puede o no tener un efecto en la persona que la consuma. Continuando con el ejemplo de la pastilla de MDMA, hay pastillas que se venden y no tienen éxtasis, y más bien tiene metanfetamina o anfetamina. Estas pastillas de MDMA han sido sustituidas por un estimulante más potente, con riesgos a la salud más altos y con efectos no deseados.
La política de drogas prohibicionista de los últimos 12 años ha generado que el mercado negro desarrolle nuevas sustancias psicoactivas y utilice nuevos adulterantes para potencializar efectos o aumentar el tamaño y volumen de las dosis. Esto ha aumentado los riesgos a la salud de las personas que usan drogas; por lo tanto sobredosis y problemas de salud pública han aparecido en diferentes regiones del mundo. Por ejemplo, las sobredosis que ha causado el fentailo a poblaciones usuarias de heroína en Canadá y Estados Unidos.
Para poder identificar si una pastilla tiene o no tiene MDMA, si una dosis de heroína está adulterada o no adulterada con fentanilo se necesitan ensayos químicos que permitan identificar adulterantes o sustitutos en las sustancias psicoactivas. Los Servicios de Análisis de Sustancias desarrollan intervenciones y modelos de intervención para poder detectar estos adulterantes y sustitutos en las drogas que se venden en el mercado negro, gris, deep web, para reducir los riesgos a las personas que desean usar estas sustancias.
En México, el Programa de Análisis de Sustancia (P.A.S.) ha identificado durante los últimos tres años que el 50 por ciento de las pastillas, cristales, secantes y otras presentaciones en las que se encuentran las drogas, están sustituidas por otras sustancias que las que esperan lasa personas que las adquieren. En un estudio más específico que se realizó con muestras de cocaína se identificó que el 75 por ciento de éstas estaban adulteradas con alguna sustancia no deseada.
Para explicar mejor los riesgos a la salud que tienen los diferentes adulterantes y sustitutos presentes en las drogas que circulan por la Ciudad de México y sus alrededores los agruparé de acuerdo con la presentación más frecuente en la que se encuentran.
Pastillas (MDMA, Metanfetamina)
Una de las presentaciones más comunes que se encuentran en festivales, eventos o antros son las pastillas. La mayoría de estas son vendidas, regaladas o conseguidas como si tuvieran éxtasis; sin embargo, la mayoría de las pastillas no tienen MDMA. Las pastillas son unas de las presentaciones en las cuales el MDMA es sustituido por metanfetamina o anfetamina.
La metanfetamina y la anfetamina tienen una dosis tóxica menor al MDMA. Es decir, hay mayores riesgos de sufrir un problema de salud con estas dos sustancias que con el éxtasis. Estas dos sustancias propician riesgos cardiovasculares al usarlos como taquicardia, aumento abrupto de la temperatura o de la presión arterial. También es muy probable que con la metanfetamina una persona tenga bruxismo (tensión excesiva en la mandíbula) mientras dura el efecto de la sustancia.
Por otra parte, las pastillas también son una de las presentaciones más adulteradas del mercado. Se han encontrado pastillas con tres o cuatro adulterantes, los cuales son utilizados para potenciar los efectos estimulantes de la sustancia psicoactiva o dar un mayor volumen. La cafeína y el paracetamol son dos de los adulterantes más utilizados en esta presentación; sin embargo, estas no son sustancias que representen un mayor riesgo para la salud de las personas que consumen. Una pastilla adulterada con metanfetamina puede prolongar los efectos estimulantes hasta ocho horas, cuando el MDMA sólo tiene un efecto estimulante por cinco horas máximo. Mezclar estimulantes es una de las prácticas más riesgosas de utilizar este tipo de drogas.
Por lo tanto, un comprimido que es vendido y contiene MDMA puede estar adulterado con metanfetamina y cafeína (para aumentar los efectos estimulantes) y con paracetamol (aumentar el tamaño del comprimido). Esta sustancia puede producir insomnio, arritmias cardiacas y efectos psicológicos no deseados como desorientación, paranoia y ansiedad durante el tiempo de efecto, mientras que al día siguiente puede provocar dolores musculares, encefálicos y gastrointestinales, así como depresión o irritación fuerte.
Cristales
Si bien el MDMA puede estar en pastillas, también puede aparecer en cristales de color gris, café o en ocasiones incoloros. Generalmente esta presentación contiene menos adulterantes, aunque no es una afirmación, debido a que la síntesis de este compuesto produce este tipo de cristales y para la producción de pastillas se requieren de excipientes. Sin embargo, los cristales pueden estar adulterados con otros tipos de estimulantes como derivados anfetamínicos (metanfetamina), catinonas (sales de baño) o nuevas sustancias psicoactvias (2CT-2).
Nuevamente, la razón principal para la adulteración de estos cristales es para aumentar la potencia de la sustancia que está dando el vendedor y para aumentar la cantidad de producto sin tener la sustancia deseada en un porcentaje alto. La mezcla de estimulantes, y en el caso de los cristales que la pureza de las muestras puede ser alta, existe el riesgo de sufrir un shock serotoninérgico o una sobredosis de MDMA y sus metabolitos en el cuerpo. El shock serotoninérgico puede dejar secuelas en el sistema nervioso central, atrofiando la producción de neurotransmisores o, en el peor de los casos, provocar la muerte por una falla generalizada en el sistema nervioso central.
Una sobredosis de MDMA puede provocar un daño hepático y un daño renal severo ocasionando problemas en el metabolismo del cuerpo. Esto puede derivar en que las funciones vitales como filtración de la sangre, producción de enzimas, equilibrio osmótico se vean alteradas y la calidad de vida de la persona disminuya dramáticamente. Lo anterior aunado a un posible problema psicológico que puede derivar en depresiones severas, irritabilidad o ataques de pánico y esquizofrénicos.
Polvo (Cocaína)
La cocaína es una de las sustancias psicoactivas más adulteradas en todo el mundo, lo cual se ha demostrado y reportado en diferentes informes de organizaciones de la sociedad civil que ofrecen el servicio de análisis de sustancias, así como por parte de agencias de control y de seguridad que analizan muestras de paquetes decomisados.
Como se describió en las pastillas, las drogas de tipo estimulantes generalmente son adulteradas con otros estimulantes para potenciar los efectos. En el caso de la cocaína, la sustancia es adulterada con cafeína. Sin embargo, en México se han encontrado que las muestras han sido adulteradas con metanfetamina. El uso de la metanfetamina como uno de los principales adulterantes de la cocaína en México se debe a que este país es uno de los principales productores en el mundo.
El uso de la metanfetamina, o cualquier otro derivado anfetamínico, como adulterante puede provocar graves daños cardiovasculares y psicológicos a las personas usuarias, ya que la dosis tóxica de estas son menores a la de la cocaína. La vía de administración (nasal) también es uno de los riesgos a la salud que se tiene si se usa un polvo de cocaína adulterado con alguna anfetamina o alguna nueva sustancia psicoactiva.
El adulterante más común en los polvos de cocaína es el levamisol. Este compuesto es un desparasitante de animales, que al ser metabolizado por el cuerpo tiene un efecto estimulante que produce una sinérgia con la cocaína. Sin embargo, se ha descubierto que este compuesto al ser procesado en el hígado tiene una hepatoxicidad alta, lo cual puede provocar problemas metabólicos a largo plazo. El levamisol se ha encontrado en muestras analizadas en Colombia, México, España, entre otros países en servicios de análisis, así como por el agencias de seguridad de los Estados.
Secantes (LSD)
Los secantes, cuadros o papeles son una de las presentaciones más características del LSD. El ácido es la sustancia que más se sustituye en el mundo, en especial con una familia de nuevas sustancias psicoactivas ‘NBOME’. Esta familia tiene efectos muy similares, pero su toxicidad es muy elevada. El NBOME es utilizado porque su producción es más simple y barata que la del LSD, tiene efectos psiquedélicos fuertes que hacen creer a la persona que esté teniendo una experiencia mucho más fuerte y prolongada.
Sin embargo, el NBOME puede producir experiencias psicoactivas con una duración de 12 a 15 horas, episodios de paranoia, estrés y ansiedad por varios minutos, así como una fuerte desorientación (dependiendo el compuesto utilizado). Algunos de los efectos físicos no deseados que pueden aparecer son el enrojecimiento en la cara y extremidades del cuerpo, aumento drástico de la temperatura corporal, además dolor en las articulaciones y músculos. Hay la posibilidad de sentir efectos no deseados por varios días como depresión, irritabilidad, mareos y vértigo. Todos estos efectos se deben a la intoxicación del cuerpo.
El riesgo de usar alguna sustancia psicoactiva es latente, por lo tanto hay que considerar todos los factores que están alrededor, entenderlos y tener estrategias para mitigarlos. En este caso particular, la estrategia más efectiva es el análisis de sustancias, ya que es la única forma de conocer el contenido de la sustancia que se ha adquirido. Los servicios de análisis de sustancias permiten dar información confiable y verídica sobre lo que se desea consumir, y con base en el resultado del ensayo, tomar una decisión responsable al respecto.
La política actual sobre las sustancias psicoactivas está cambiando y se están reconociendo cada vez más los derechos que tienen las personas que usan drogas, así como los vendedores, productores, entre otros. El mercado negro favorece las sobredosis, intoxicación y muertes por falta de información al momento de vender y comprar drogas, por lo que una regulación efectiva y programas enfocados en desarrollar y ejecutar estrategias de reducción de riesgos y daños asociados al uso de sustancias psicoactivas permitirá que estos problemas de salud pública se mitiguen.