Luego de haber reeditado su exitoso álbum debut Cumbia (original del 2008) para el público colombiano en este 2014, por estos días los chicos de Bareto, banda líder de la nueva escuela musical peruana, se encuentran promocionando su nuevo sencillo “La voz del Sinchi”, un indiscutible hit neo chichero con sobrados nutrientes amazónicos que nos recuerda por qué, en materia musical, nuestra patria hermana ha sido más innovadora que el Sargento Pimienta, más psicodélica que cualquier alucinación de Syd Barret y más sabrosa que… ¿La Tigresa del Oriente?
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Parte de su esperado nuevo trabajo discográfico, a lanzarse en 2015, la canción y el disco fueron producidos por Felipe Álvarez y mezclados por Richard Blair, realeza sonora local. El disco también hará parte de prestigioso catálogo de la campeona Polen Records, que durante años ha marcado la parada en cuanto al futuro sonoro del continente.
Charlamos con los bareteros Jorge y Joaquín para saber qué es lo que se traen entre manos con este nuevo trabajo y, de paso, aprovechamos para pedirles que nos recomendaran algunos hits del baúl inca para amenizar nuestras más salvajes batallas dancísticas.
Descarga gratuita después de las palabras.
¿De qué se trata “La Voz del Sinchi”?
Joaquín: La voz del Sinchi se inspiró en un personaje de una novela de Vargas Llosa llamada Pantaleón y las visitadoras. El Sinchi era un corrupto locutor de radio que utilizaba su medio de comunicación para manipular a la gente con un discurso moralista. Quisimos representar ese lado oscuro de la selva, que no sale en las postales turísticas.
Jorge: La canción (como otras en el disco) son nuestra versión del sonido de la psicodelia amazónica instrumental que significó lo grabado por Juaneco y su combo, Los Mirlos, Los Wemblers y tantos otros grupos de la selva peruana. La banda comenzó como un grupo instrumental, así que también es un reencuentro con nuestro propio origen.
Su próximo disco sale con Polen, y es producido por Felipe Álvarez y mezclado por Richard Blair. ¡Ya era hora que nos hermanáramos!
Joaquín: El disco sale en marzo. Estamos muy felices de trabajar con esa dupla anglocolombiana. Es interesante, porque la banda ha asimilado mucho de la tradición cumbiera peruana pero sentíamos la necesidad de no repetir el sonido. En ese camino Felipe nos acompañó rediseñándolo y a la vez incorporando elementos actuales. Sentimos que en Colombia el folclor y lo moderno se juntan naturalmente hace más tiempo que aquí. Quizás Richard tenga mucho que ver en eso y trabajar con él fue también un gran honor.
Hace poco reeditaron su primer disco, Cumbia, también con Polen. ¿Cuál es la idea detrás de esta reedición?
Jorge: Cumbia tuvo un masivo éxito en Perú cuando lo sacamos originalmente porque conectó con un imaginario sonoro que se transmitió de generación en generación, fue como que nosotros lo trajimos a la agenda de nuevo. Para nosotros era interesante presentarnos en Colombia con estas versiones de la cumbia peruana porque era algo con lo que el público colombiano podía relacionarse fácilmente.
Joaquín: Es interesante para nosotros como músicos de cumbia peruana llevar nuestra voz a la tierra donde todo comenzó. Además, allá no tenemos que explicar por qué nos llamamos Bareto…
¿En dónde creen que radica la mística de la chicha y la cumbia amazónica peruana?
Joaquín: La magia de la chicha viene quizás de su origen. Es mestiza por donde se mire. Incorpora melodías andinas con elementos del rock. Mezcla el ritmo tropical con la psicodelia. Nace de un grupo social en busca de una identidad después de haber migrado a la capital: la chicha es su banda sonora. La cumbia amazónica, por su parte, creció lejos de la capital y fue a través de la radio que se nutrió de Colombia y Brasil, y eso le dio una personalidad propia. A ese sonido también se suma la tradición musical de comunidades indígenas de la selva. Ese crisol musical se formó lejos de Lima y logró una personalidad única y mágica, uniendo así dos mundos que pueden parecer antagónicos: el mundo de la fiesta y el del universo ritual y místico.
Ya que hablamos del tema, ¿por qué no nos recomiendan sus cinco temas favoritos de música peruana para una buena fiesta?
“Como un ave” – Chacalón y la nueva crema
El llamado “Faraón de la Cumbia Peruana” murió en 1994 y no ha surgido otra figura que pueda igualar su popularidad. En su música está la esencia de la chicha, hecha en la Lima marginal de los 80, producto de generaciones de migrantes provenientes del Ande peruano.
“Qué chola tan rica” – Los Destellos
La inventiva de Enrique Delgado con la guitarra eléctrica le merece un lugar entre los héroes latinoamericanos del instrumento. Los Destellos, el grupo que lideraba, nació en los Barrios Altos del centro de Lima. Su música reflejaba a la vez elegancia y sabor tropical.
“La mazamorrita” – Los Sanders
Esta es una joyita instrumental de Los Sanders de Ñaña, una comunidad entre las primeras estribaciones andinas de Lima. Forma parte de nuestro show desde hace tiempo, y es un placer tocarla cada noche.
“Lamento Yacuruna” – Los Wemblers
La tradición de la selva peruana tiene a Los Wemblers de Iquitos como importantes exponentes, quizá menos conocidos que Juaneco de Pucallpa o Los Mirlos de Moyobamba.
“El brujo” – Juaneco y su combo
Esta canción la grabamos en nuestro disco “Cumbia” pensando en él, en Noé Fachin, alias “El Brujo”, el responsable del sonido de Juaneco y su Combo, que murió en el accidente aéreo de fines de los setenta que se llevó a la mitad de la formación original del grupo.
Descarga ya “La Voz del Sinchi” desde www.bareto.net.