Drogas

Registré mi consumo de drogas en un Excel durante años

Drugs gebruiken Excel-sheets bijhouden

La primera vez que consumí drogas de forma recreativa fue hace nueve años, el 21 de noviembre de 2011. Estoy seguro de esto porque he anotado todas las veces que he consumido drogas desde esa primera vez.

Como alguien a quien le gusta salir de fiesta, las drogas me han ayudado a desinhibirme y superar mis traumas. Me han permitido explorar mis sentidos y lo que algunas personas llaman dimensiones alternativas. Sí, pueden ser peligrosas, pero sobre todo, y para la mayoría de las personas, son simplemente divertidas. No me avergüenzo ni me enorgullezco de mi consumo de drogas, solo expongo los hechos.

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En 2012, dejé Francia para irme a vivir a Berlin durante un año, que fue cuando comencé a ir a clubes y experimentar con las drogas. Era joven, ingenuo y un poco febril, así que comencé a hacer una lista de los clubes en los que había estado y la música que me gustaba, preocupado de que algún día pudiera olvidar esos preciosos recuerdos. Al principio, anotaba todo en un cuaderno, pero a medida que mi consumo se hizo más frecuente, trasladé los datos a una hoja de Excel.

Mi método era simple: cada vez que usaba una sustancia psicoactiva de manera recreativa (además de la marihuana, que no me gusta, y el alcohol), anotaba la fecha y la droga, además de dónde la había consumido y con quién. Si iba a una fiesta que duraba dos días, lo contaba como dos eventos. Me lo tomé tan en serio que me mandaba un mensaje de texto a mí mismo en medio de la noche para recordar lo que había tomado. Por esa razón, creo que mis datos son bastante confiables, diría que tienen una precisión del 97 por ciento.

La tabla de Excel del autor.
La tabla de Excel del autor.

Mi proyecto encaja dentro de una tendencia más amplia en la que las personas usan datos para entenderse a sí mismas, por ejemplo, las aplicaciones que miden tu patrón de sueño, que cuentan tus pasos o controlan tus calorías. Después de nueve años, me quedó con una hoja de 226 filas y 13 columnas, que es tanto fascinante como un poco inútil.

Con mis datos, puedo confirmar que he tomado éxtasis 81 veces en mi vida, MDMA 74 veces, ketamina 45 veces y 3-MMC (o metafedrona) siete veces. También sé que he probado el LSD, el 2C-B, el 4-MFP, la mefedrona y las dexanfetaminas (medicamentos para el TDAH). Con ayuda de unos gráficos puedo ver las estadísticas.

Por ejemplo:

Gráfico circular que muestra el consumo de drogas del autor por tipo de droga.
Gráfico circular que muestra el consumo de drogas del autor por tipo de droga. “Champis” es “hongos”, “Autres” es “otros”.

En promedio, me he drogado cada 14 días y medio desde que empecé a registrar mi consumo. Parece mucho, pero la cifra aumenta por los festivales y fiestas que duran varios días. Estuve en Alemania el 22.6 por ciento del tiempo y en los Países Bajos el otro 20.4 por ciento. El MDMA y el éxtasis han sido mis favoritos, pero mi consumo cambiaba según la temporada: en los festivales de verano usaba principalmente psicodélicos, mientras que mi consumo de cocaína alcanzaba su punto máximo en invierno. Gracias a que también anoté con quién estaba, puedo recordar muchas cosas que de otro modo habría olvidado.

Aunque mis datos son bastante fiables, existe un defecto importante. Si lo volviera a hacer, no solo registraría cuándo consumo las drogas, sino también las cantidades. Cuando comencé este proyecto, me preocupaba más la frecuencia con la que las usaba que si sentía los efectos o no. Eso significa que confundí las veces que rascaba una bolsita de éxtasis para sacar unas cuantas migajas con las fiestas salvajes de Año Nuevo en las que me dejaba ir mucho más.

Puede parecer poco importante, pero este detalle sesga mis datos. Por ejemplo, si ves el gráfico que representa mi consumo a lo largo de los años, pensarías que consumí más drogas en 2019 que en 2012, pero ese no es el caso.

A pesar de que todavía le doy un trago a una botella de agua con MDMA de vez en cuando, rara vez tomo grandes cantidades hoy en día. Es un poco como mi consumo de alcohol: en la secundaria solía beber mucho, pero ahora que tengo treinta años me echo un trago casi todos los días, pero nada más. La frecuencia ha aumentado, la cantidad no. En este sentido, mis datos son engañosos.

He pensado mucho en esto y salvo que llevara una microescala conmigo en una noche de fiesta, creo que usaría un “sistema de TripAdvisor”: calificaría mi consumo de drogas en una escala de una a cinco estrellas, siendo uno una dosis pequeña con poco o ningún efecto y cinco un viaje de 12 horas con múltiples dosis.

Frecuencia de consumo de diferentes drogas por temporada. Gráfica del autor.
Frecuencia de consumo de diferentes drogas por temporada. Gráfica del autor.

Entre las filas de datos, también puedo ver mi propia forma vida. Hay un primer pico de intensidad en 2012 que marca mi “Verano del amor” en Berlín; hay un período de estabilidad y bajo consumo entre 2013 y 2015, seguido de una fase tranquila entre 2016 y 2017, cuando estaba en una relación seria. Y luego, en el verano de 2018, se puede ver que terminó mi relación y tuve un problema de acoso en el trabajo porque fui a tres festivales seguidos y pasé unas largas vacaciones en Berlín llenas de drogas. La pandemia y el fin de las fiestas como las conocíamos también es se puede ver en las listas, a partir de mayo de 2020.

Ver estos datos me ha ayudado a comprender mi propio uso de drogas. En estos tiempos particularmente estresantes, cuando muchas personas están pasando por un momento difícil y consumiendo drogas para enfrentalo, lo único que puedo hacer es alentarlos a desarrollar sus propias herramientas y mirar honestamente su consumo. Llevar la cuenta de cuándo consumía me ayudó a que las dosis no fueran tan seguidas y mantener mis hábitos casuales.

El silencio que rodea al consumo de drogas hace que las personas oculten sus adicciones y contribuye a comportamientos peligrosos. Tal vez por eso he seguido registrando mi consumo durante todos estos años, para no mentirme ni a mí ni a los demás.