Música

Reseñas

MEJOR ÁLBUM DEL MES:
FOXYGEN

PEOR ÁLBUM DEL MES:
PHOENIX

Videos by VICE

T.E.A.M.S
Cierra City Center
(Diamond Blub)

 

Sean Bowie es uno de los mil millones de talentos increíbles y únicos que están grabando su disco debut en su recámara buscando ser el próximo Skrillex, pero en cool. Eso no lo hace ni mejor ni peor que cualquiera otro de los mil millones, porque la música se redujo hace mucho a “Me gusta” o “No me gusta”. Los valores que se tomaban en cuenta cuando las ventas de los discos significaban algo, obviamente ya caducaron. Si tienes 29 minutos de paciencia y se te antoja oír experimentos en la línea de Ariel Pink y lo más desarticulado de El Guincho, esto te puede gustar.

VICENTE GAYO
Despierta y Vence
Terrículas Imbéciles

 

A Vicente Gayo se les fue la hoya: debutaron con un álbum espasmódico cuyas canciones estaban hechas de letales cortadas con bisturí y ahora en su segunda placa están gustosos de atravesarnos el vientre de una sola puñalada, la pedacera de su primer álbum ha terminado por cuajar muy bien en un segundo intento que crece a cada escucha. Despierta y Vence parece un disco viejo por la cacharrería análoga con que fue armado, pero también es uno nuevo por la estructura de muchas de sus canciones, en esa búsqueda han dado con una clase de prog-punk robótico que ni los replicantes que salen en Blade Runner hubieran podido sintetizar. El desmadre robo-core en la segunda mitad de “Mismo loop” lo deja clarísimo: el sonido del grupo ha ganado masa muscular y peligro, tanto así que canciones como “El viaje que no tomé” parecen el bíceps de Arnold Schwarzenegger en Terminator: aquello se tensa gracias a una maquinaria de acero, parecen alumnos de Trans Am. “Circuitos doblados” es un mid-tempo de indietrónica con el que nadie se atrevió hace diez años por temor al ridículo y “Cosas que encontrar” es desde ya su número más bailable, un proto-hit a la Hot Chip diría, coro catchy incluido. Punto para ustedes muchachos, sigan jugando con chuchillos mientras se marquen discos como éste.

JOSÉ ÁNGEL BALMORI

 

NACHO PATROL
Cimmerian Funk
New Jersey Records

 

Danny Wolfers (sintes, cajas de ritmos, arreglos), Jimi Hellinga (sintes y guitarra) y Marc Alberto (saxo y percusión) son Nacho Patrol, holandeses creadores de un sonido afro funk electrónico que trae a la mente música de películas de fin de los setenta e inicios de los ochenta como Los Guerreros. La alineación arrancó en 2008 firmando con el sello Kindred Spirits, cuando los invitaron a apoyar a Mulatu Astatke, una leyenda del jazz etíope que se presentaba en El Paradiso, en Ámsterdam, pero ahorita sacaron este epasazo de cuatro rolas chingonas con el sello New Jersey. Todo esto está dicho para los clavados ficheristas de hueva que no se conforman con gozar las rolas.

GÜILI DAMAGE

 

CHELSEA LIGHT MOVING
Chelsea Light Moving
Matador

Thurston Moore tiene ahora 54 años, y una banda que ha marcado la historia. Tiene además, un matrimonio deshecho y diversos proyectos comprometidos con su alucinante personalidad. Chelsea Light Moving es el más reciente, y es afortunadamente malo. Aunque contiene la energía de un Thurston mucho más joven; el álbum se detiene en formas demasiado cuidadas. No hay errores, no hay juventud (aunque se pretende). Aún así, el caos exige su propia configuración, y respira con cierta impaciencia por momentos — segundos de “Alighted”, principalmente. Fuera de eso, las composiciones suenan bastante cómodas y pulidas, eso está bien para cualquiera, pero no para Thurston. Cuando un álbum que añora desastre, se nos muestra limpio y sin restos de leche, como niño que llega temprano a la primaria; no podemos hacer más que añorar lo que hubiera sido de aquel álbum si la venganza o la fortuita descomposición de las emociones hubieran hecho bien su trabajo. Con Chelsea Light Moving, nunca lo sabremos.

LUIS ARCE

 

MARTIN THULIN
I Rather Be Transparent than a Shadow in the Dark
Independiente

Nunca entendí bien porqué Martin, pudiendo vivir en el primer mundo, decidió hacer su carrera en este basurero conocido como México, pero después de seguirlo un poco puedo entender el motivo: no se siente cómodo en ningún lado. Ha pasado del pop näive estilo Labrador al tecno-pop psicodélico y de ahí al post punk rollo The Fall. Hoy parece que Thulin ha pasado demasiadas noches de insomnio escuchando a Joe Meek, ¡enhorabuena! Trabajar solo tiene privilegios únicamente cuando se tiene talento y él los ha aprovechado por completo: el disco funciona como un muestrario de su formación musical y de su habilidad para traducir eso en una música atemporal, exótica y emocionante. Apúrense si quieren ser parte del hype, porque sólo sacó 400 copias en vinilo.

JOSÉ ÁNGEL BALMORI

 

PHOENIX
Bankrupt!
Glassnote / Loyauté

 

No me sé la historia por la que llegaron al título de su nuevo CD (una historia, de seguro, ingeniosa y llena de ironía). Tampoco sé cómo decidieron hacer esa portada que está más asquerosa que un plato de guácara. Pero podemos apostar a que es una forma nueva de mamar verga. Phoenix no está en bancarrota: todos los arreglos suenan trabajados a lo largo de sesiones interminables, con equipo más caro que el Producto Interno Bruto de varias naciones africanas. Los nenes jugaron como quisieron en el estudio, pero se les olvidó un detalle: escribir canciones. Estas rolas están más aguadas que una chichi de monja. El hecho de que suenen tan producidas lo vuelve aún más patético.

INFANTA SINALEFA

 

BENOÎT PIOULARD
Hymnal
Kranky

 

En menos de una semana me vi envuelto en diferentes discusiones con músicos en las que debatimos sobre la ambivalencia del término “experimental” aplicado a la música. Al final ¿no se espera acaso que cualquiera que grabe un disco “experimente” al hacerlo, incluso si se trata de un disco de canciones pop? ¿No les ha a cansado —a quienes lo hacen— usar la palabreja para denotar el esnobismo que impera en sus supuestos gustos musicales? En medio de esto, encuentro el nuevo disco de Benoît Pioulard, un álbum que entreteje grabaciones de campo, musicalidad, ruido y lírica para crear un laberíntico recoveco de fragilidad taciturna en el que el autor se permite experimentar lo mismo para crear canciones que atmósferas abstractas En una época en que cualquiera puede llenarse el buche gratuitamente haciendo torpes malabares con términos como “música experimental”, “noise”, “de vanguardia”, etcétera, inteligencias musicales de orden superior como las de Pioulard están ahí, para recordarnos de qué se trata el crear un gran disco.

RAFA VILLEGAS

 

WRAETLIC
Wraetlic
Convex Industries

 

A todos nos ha pasado: si no hay nada mejor en qué concentrarse alrededor, de pronto nuestra atención ya está hipnotizada por lo que sucede ahí, a escasos centímetros de nuestros ojos, en el cigarrillo: sí, está increíble la luminosa intermitencia de la brasa; sí, ver consumirse la hoja de papel arroz es una gran metáfora del paso del tiempo, pero lo que se convierte en un auténtico espectáculo es el humo, capaz de crear las formas más abstractas y las coreografías más exóticas que a los pocos segundos habrán desaparecido. La hierba comienza a hacer efecto y empiezas a ver en todo un espejo de la vida: la voz de Alex Smoke en su disfraz de Wraetlic suena atormentada, oscura, agonizante, como nuestra época; sus cantos suenan como lamentos, ese techno sombrío parece en constante lucha contra la armonía, contra el silencio y contra su propia disolución… Ya estoy hasta el queque. ¿Wraetlic también o es sólo mi percepción? Y está triste. Quiero consolarlo… Sé que pronto llegarán las risas que, aunque macabras, disolverán cualquier trip filosófico. Pero para comenzar a reír quizá tenga que cambiar el disco.

JESÚS PACHECO

 

FOXYGEN
Take The Kids Off Broadway
Jagjaguwar

 

Para los fanáticos del glam rock, que a lo largo de los años se han visto burlados hasta por el mismo Bowie, quien decía que dicha música era sólo rock con pintalabios: aquí les tenemos un disco que les hará una lucecita en el corazón. Se trata del nuevo de Foxygen, dúo de orates que, no habiendo concluido aún su etapa de tejerse puñetas estudiantiles, ya estaba armando sus entramados sónicos en tremendos epés que hacían lo suyo en las redes sociales y en los medios especializados para flacuchos con lentes de pasta. Y como no sólo de glitter vive el hombre, en esta ocasión nos premian con psicodelia, blues y demás musiqueos, justo para los que esperaban un disco de MGMT divertido, o los que pensaban que Tame Impala están bien pinchelocazoswey.

ANTONIO LEÓN

MARÍA Y JOSÉ
Club Negro
Independiente

 

Tony Gallardo —mejor conocido en el escenario como María y José— entrega un álbum con el balance perfecto entre sonidos, melodía, armonía y ritmo. De una manera tal que las canciones parecen inseparables la una de la otra. Sin embargo lo que resalta aún más es la originalidad de Tony Gallardo creando su propia identidad musical, Club Negro es la prueba de ello. 

Lo más cabrón es la experimentación dentro de su espectro musical. Con este disco, María y José —exponente del género Ruidosón— crea una completa transformación. Tony Gallardo consolida su dirección musical. Club Negro es la evolución de María y José. La estructura final de Club Negro lleva al álbum a un punto de perfección. El resultado es como una frase bien construida, un libro bien escrito, una obra maestra. María y José es un genio musical.

MARTY PRECIADO

 

LORELLE MEETS THE OBSOLETE
Corruptible Faces
Captcha Records

 

LMTO se entiende, como grupo, en relación a la armonía que provoca escribir una canción. Ideas contagiosas, y el peligro de siempre estar tocando el límite donde lo planteado se hace inteligible. Esa clase de riesgos ya no se toman muy a menudo. Pero Lorena Quintanilla y Alberto González, sólo conocen ese territorio. Allí donde la psicodelia y el dream pop ensucian unos zapatos shoegazer. Ya sea porque las canciones suceden en el azar, como sucede una guitarra cuando se pisan distintos pedales, o simplemente porque su música es una conversación entre dos, que acaso permite la inclusión de otro . Así funciona Corruptible…, una habitación propia para el sonido, la banda y la armonía nebulosa que rodea sus cabezas. Verdaderamente, uno de los discos más valiosos del año.

LUIS ARCE

SALLY SHAPIRO
Somewhere Else
Paper Bag Records

 

Esta cosa del Italodisco nos la dejaron en la mesa, pero no nos indicaron la manera de abordarla. Por suerte, algunos de los que vinimos a la fiesta tenemos cierto pedigree treintañero y recordamos los comerciales de los Edoardo’s Jeans de colores ultra juveniles, los cantantes jotitos de la España post Franco y sabemos que todo es cuestión de actitud y mucho refresco de fresa con thinner. Dicho lo anterior, puedo hablar del nuevo disco de Sally Shapiro como quien recomienda una fiesta en la que el cansancio viene de hacer pasitos de baile modernos, como aquel que emulaba el momento de aguantarse las ganas de hacer pipí sin salirse del diámetro de un ladrillo.

ANTONIO LEÓN