Ingredientes
2 cucharadas de mantequilla
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2 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla grande, cortada en trozos pequeños
2 tazas de arroz arborio (nota: típicamente se usa este tipo de arroz, pero yo prefiero el arroz de grano largo)
1 cucharadita de azafrán, o más si quieres un color más intenso
1/2 taza de vino blanco (opcional)
al menos tres piezas grandes de hongos porcini secos, remojados en 1 taza de agua caliente hasta estar suaves
6 tazas de caldo de pollo caliente (podrías necesitar más, así que ten extra a la mano)
queso parmesano, rallado
Direcciones
Consejo del chef: Hay diferentes formas de preparar esto; sin embargo, así es como mi madre y mi abuela lo preparaban, por eso naturalmente es la forma en que yo lo hago. La cantidad de arroz depende del número de personas que vas a servir. Recuerda, una taza de arroz equivale a dos tazas cocidas. Para quienes no les interesa el azafrán, asegúrense de que el caldo sea lo suficientemente fuerte para dar un rico sabor al risotto. En lugar del azafrán, si casualmente tienen un recipiente con concentrado de pollo, res o verduras, añádanlo al caldo que le dará al risotto el sabor deseado.
1. En una sartén grande, derrite la mantequilla, el aceite de oliva y la cebolla picada, revolviendo hasta que la cebolla esté transparente. Añade el arroz, revolviendo hasta que adquiera un color más claro; luego agrega el azafrán.
2. Mientras sigues revolviendo, vierte el vino blanco y cuece hasta que se evapore. Añade los hongos (incluyendo el agua donde se remojaron), siempre revolviendo. Vierte el caldo de pollo gradualmente con ayuda de una cuchara, hasta que el arroz lo absorba. Cuando el arroz absorba una cucharada de caldo, añade otra.
3. Sigue revolviendo hasta que el arroz esté suave y no se pegue. Retira los hongos porcini y sirve el arroz en una fuente oval y esparce queso parmesano rallado por encima.
